En el último juego de la octava fecha, el Club Sport Emelec recibía en calidad de local, aunque en el estadio Reales Tamarindos de Portoviejo, al Deportivo Cuenca dirigido por el colombiano Javier Álvarez. Los “Eléctricos” debían viajar hasta la ciudad de Portoviejo en vista de la suspensión del estadio Capwell.

Y con nueve puntos en la tabla de posiciones, ambos equipos, buscarían una victoria que les permita ascender ubicaciones, al menos con la posibilidad de alcanzar la quinta casilla, despojando de la misma a un Macará de Ambato que acababa de perder el mismo día ante Deportivo Quito.

Las estrategias

En este juego el elenco del Emelec llegaba con varias ausencias producto de lesiones y suspensiones. La delantera de los “Azules” aún seguía disminuida con la expulsión de Luis Miguel Escalada, en tanto que su mediocampo carecía de importantes figuras como Luis Guillermo Rivera y en defensa la de Carlos Andrés Quiñónez.

El equipo de Carlos Torres Garcés mantenía la figura 4-4-2, con un rombo en el medio sector, cubriendo las ausencias antes mencionadas con los jugadores Franklin Corozo como lateral derecho, Cristian Noboa en el mediocampo, y Jorge Ladines en el ataque. Además, también actuaba como titular el portero Robert Angulo por la suspensión del meta argentino Marcelo Elizaga.

En tanto que el Deportivo Cuenca aparecía sin mayores novedades y un esquema táctico de 4-4-2, con dos mediocampistas de corte, y otros dos volantes de organización.

Primer Tiempo

Los primeros minutos del partido transcurrirían sin mayores emociones, aunque con un Club Sport Emelec más decidido en ir al ataque aunque sin mayores arrestos en el medio sector y dejando todo el trabajo de desequilibrio a sus atacantes.

Recién a los ocho minutos se produciría la primera acción, aunque está ni si quiera se la podría considerar de peligro, pues el joven volante de enlace, Jaime Ayoví, disparaba con potencia muy por encima del horizontal. Y al mismo minuto Deportivo Cuenca respondía, aunque este equipo sin con mucho peligro. Carlos Quiñónez remataba con potencia y su remate pasaba muy pegado al vertical izquierdo del portero Angulo.

Deportivo Cuenca toma la iniciativa

Pero a partir del minuto quince de juego el Deportivo Cuenca se apoderaría del dominio de las acciones, no sin antes mencionar una gran jugada de Marcos Mondaini, que tras dejar desparramado en el área al colombiano Manuel Galarcio, centraba para que uno de sus compañeros empujara la pelota, pero la misma sería desviada oportunamente por uno de los zagueros “morlacos”.

Ya a los diecisiete minutos de juego llegarían las constantes opciones de gol de los “azuayos”. Primero sería el “Ventarrón” Quiñónez que rematando de media distancia exigía al portero Angulo que contenía en dos tiempos.

Cinco minutos más tarde los “morlacos” volvían a la carga cuando aprovechando un gran pase en profundidad de Marcelo Fleitas, el joven atacante Juan José Moscoso remataba con potencia al primer poste y una vez más el oportuno meta Angulo desviaba al tiro de esquina.

Deportivo Cuenca acecha

Cada vez generando más opciones de gol, y con un Holger Matamoros prendido, metiendo pelotas de gol a sus delanteros, el Deportivo Cuenca insinuaba su intención de hacerse con el marcador, pero el gol no llegaba.

En solo cuatro minutos de juego tres serían las oportunidades de anotar para los azuayos, la primera de estas cuando de una combinación entre Matamoros y Bohórquez la pelota quedaba en los pies del colombiano Guerra que remataba de medica vuelta a las manos del seguro Robert Angulo, la segunda sería obra del Ventarrón, quien remataba de tijera un preciso centro de JJ Moscoso, y finalmente una vez más Guerra, tras nueva habilitación de Matamoros, pero la pelota, nuevamente, la desviaba el portero Angulo al tiro de esquina.

Paupérrima reacción “eléctrica”

Recién a los treinta y nueve minutos de juego el Emelec reaccionaría en dos ocasiones consecutivas, la primera cuando Armando Paredes sacaba un terrible remate de larga distancia, que se perdía por arriba del arco, y luego cuando el mismo jugador cobraba un tiro de esquina, obligando al portero Klimowicz y al central Galarcio a extremarse en pos de evitar que se produjera un gol olímpico.

Ya cuando se jugaban los minutos de descuento el juez central del partido cometían un error al expulsar del campo a Carlos “Ventarrón” Quiñónez, quien a criterio del juez central abría el brazo y golpeaba a uno de los jugadores “azules”, sin embargo, dicha jugada no sucedería con intención.

Segundo Tiempo

Los segundos cuarenta y cinco minutos cambiarían por completo cuando el Emelec aprovecharía a medias la ventaja numérica sobre el equipo visitante. A medias porque los “azules” recuperarían el dominio de las acciones al mismo tiempo que legaban al arco contrario con escasas oportunidades de marcar.

No obstante, a los cuarenta y nueve minutos el Cuenca pudo haber marcado el gol de la ventaja cuando Omar Guerra intentaba sacar provecho a un gran pase de Matamoros, pero el portero Angulo le negaba la oportunidad al colombiano, y luego el central Triviño al volante de corte Minda quien entraba a rematar a “quema ropa”.

Luego, con el transcurso de los minutos, Emelec llegaría constantemente a las inmediaciones del área cuencana por intermedio de un Marcos Mondaini que parecía jugar solo, pues no Jorge ladines, ni luego Moisés Cuero, ni menos Armando Paredes a lo largo de todo el encuentro, acompañaban apropiadamente al argentino que se batía solo ante la defensa “morlaca” siendo blanco de fuertes faltas.

Uno menos para el Cuenca

A los setenta y dos minutos de juego el Deportivo Cuenca se quedaría con un jugador menos justo cuando su entrenador comenzaba a arriesgar pese a jugar con un hombre menos. Koob Hurtado, zaguero central, cometía una fuerte falta sobre Marcos Mondaini, y el juez central Kléver Rojas no perdonaba al joven defensor.

Ya sobre los minutos finales, Emelec, con un mediocampo intrascendente y llegando al área contraria a las bravas, pero con una zaga visitante que se defendía con gran sacrificio, el gol no llegaba y todos desesperaban.

Una de las últimas acciones ofensivas las generaba Moisés Cuero, quien tras recibir la pelota por el costado izquierdo sacaba un remate con poca fe, y aunque esta llegaba al marco, terminaba en las manos del portero Klimowicz.

Ya cuando se jugaban los últimos segundos del partido, exactamente en la última jugada, David Valencia se escapaba por la derecha, llegaba a la última línea y tiraba el centro del muerte, pero afortunadamente el portero Angulo de gran actuación achicaba el terreno y evitaba el remate franco de Edison Preciado.