El clàsico del Astillero terminò con un marcador de 1x1 con un pèsimo arbitraje ya que los dos volantes de marca de barcelona Tenorio y Bolaños debieron ser expulsados.

Emelec jugò mucho mejor pero Cevallos sacò dos bolas de gol y luego en el segundo tiempo Torres Garcès le regalò la cancha a barcelona para que se encime.

Asì Emelec mantiene un invicto de un año y medio en clàsicos, recordando siempre la paternindad e invicto actual en el monumental de màs de dos años.

El estadio Capwell, lució copado en todas sus aposentadurías desde muy temprano muchas personas asistieron a "La Catedral" de la San Martín. El que no hace los goles los ve hacer, aun asi los hinchas azules saben que "El Bombillo" tiene mucho que ofrecer en este torneo 2006 hasta el final.

Un operativo de control espectacular por parte de las autoridades rindió sus frutos pues el partido transcurrió en medio de la total normalidad.
En el terreno de juego el partido se dividió en dos, la primera fue favorable a Emelec y la segunda a "Los Canarios".
Nuevamente Emelec revivió viejos temores de Barcelona, pues le jugó al contragolpe y se convirtió en una pesadilla con la velocidad de sus elementos de ofensiva.
En dos ocasiones José Cevallos se convirtió en ángel guardián de su equipo, salvando de gran manera su portería.

El gol de Emelec llegó a los 29 minutos, luego de un pase de Armando paredes, al cual llega de gran manera Carlos Andrés Quiñónez y centra bajo, el balón lo toma Jorge Ladines, quien logra dejar en el camino a Cevallos y remata a placer.

La ventaja ponía a celebrar a los azules, que apunto estuvieron de una segunda anotación, pues Silvano Estacio, solo frente al arco no pudo vulnerar la resistencia de Cevallos.
En la segunda etapa, Barcelona se fue con todo al ataque y copó de buena manera el campo de juego.

Por su parte Emelec esperaba y trataba de salir al contragolpe, la idea era sorprender con la velocidad de sus puntas.

El esperado retorno de Luis Escalada a las canchas, no fue como hubieran soñado sus hinchas, pues vio la tarjeta roja, por una infracción sobre Edwin Tenorio.

Con un hombre menos, Emelec trataba de aguantar y defender la mínima diferencia, mientras Barcelona era el dueño de la pelota.