La humildad que transmite Marco Quiñónez, le permitió admitir que no se esperaba ser convocado a la selección de Ecuador para jugar mañana, un partido amistoso contra el pentacampeón del mundo, Brasil.

El defensa central de Emelec dijo que siempre soñó con vestir la tricolor, pero no debutar en el combinado nacional contra los auriverdes y menos sobre el gramado del histórico Rasunda Stadium, donde la “canarinha” ganó su primera Copa del Mundo en 1958 con la aparición fulgurante de Pelé.

“No lo podía creer, es como un sueño cumplido”, dijo Quiñónez, quien considera que este es su mejor año en su trayectoria como futbolista.

En esta temporada el nombre de Marco Quiñónez dejó el anonimato en el que se desarrolló cuando jugó en Panamá, Audaz Octubrino y Universidad Católica. Se inició en 1999 en el cuadro “panamito” y su buena relación con el dirigente eléctrico, Juan Carlos Tarré, le permitió llegar al equipo azul en el 2004.
“Quiero retribuir toda la confianza que el profesor (Luis Fernando Suárez) ha depositado en mí”, señaló el zaguero de 29 años, quien además se trazó como objetivo “aprovechar al máximo esta oportunidad con la selección y Emelec”.
Piensa en grande y con atrevimiento confesó que desea “regresar con una victoria”.

Quiñónez es un zaguero que maneja el perfil izquierdo, rápido y aplicado en la marca. Su vocación de líder dentro de la cancha donde habla más de la cuenta para guiar a sus compañeros, contrasta con su timidez fuera de los escenarios.

“Por momentos como que se me hace difícil creerlo, pero debo pensar en que voy a estar en un grupo de buenos jugadores, mundialistas y que tengo que ganarme un puesto para jugar como titular”, indicó. (PAP)

Fuente: Diario Expreso