Al evaluar su gestión anual, destaca como elementos principales el rescatar al técnico ecuatoriano. También está la modalidad de contratos en vista de la crisis: además de no negociar con empresarios, tampoco se pagaron primas y se establecieron sueldos acordes a la realidad. “El resto –los premios- se lo ganaron en la cancha”.

Por su gestión, Hidalgo Rojas logró bajar el presupuesto mensual de 200 000 dólares en el 2005 a 80 000 dólares en el 2006, incluido el cuerpo técnico (15 000 dólares en su totalidad) y el pago en divisiones menores.

“Por Rivera, por ejemplo, el empresario me pedía 25 000 dólares de prima y 8 000 dólares de sueldo. Negociando directo con él lo trajimos por 3 500 dólares”.

Hidalgo muestra su sinceridad de lo sorpresivo de la consecución del subcampeonato. “No, no pensamos en llegar a pelear el título. Pensábamos en limpiar la imagen negativa de dos años sin liguilla. Algo que me propuse fue que el cuerpo técnico trabaje con concentraciones. Con una buena alimentación, descanso y control se podía pelearle a la altitud donde hicimos buenos partidos”.

Otro de los aciertos fue la regularidad de sus foráneos. Fue el único club que no cambió de extranjeros. A los conocidos Marcelo Elizaga y Luis Guillermo Rivera, se sumaron los jóvenes gauchos Marco Mondaini y Luis Escalada, figuras del torneo. Además, se armó un buen cuerpo técnico con Duffer Altman, catalogado el mejor preparador físico del país; Urlin Cangá y Oswaldo Massa, asistentes técnicos y también preparadores físicos.