Ni en campaña y menos ahora, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, niega su condición de hincha de Emelec, club al que ya dio su primer apoyo formal al apresurar la nacionalización del portero argentino Marcelo Elizaga, para que ayer este sea inscrito como jugador ecuatoriano en el torneo local, pese a que en la Ley de Naturalización se indica que la persona debe residir más de tres años. Elizaga tiene dos.

La buena nueva de la naturalización la dio ayer en el estadio Capwell Fabricio Correa, hermano del Mandatario, otro emelecista confeso. Y a las 13:45, en el Palacio de Carondelet, Rafael Correa firmó el decreto de nacionalización con la presencia de Elizaga.

El arquero dijo que no decidió ser ecuatoriano para ser llamado a la Tricolor, sino por "el amor y orgullo por el país".

Pero el caso Elizaga no es el único en el que Correa ha ejercido influencias, también en las negociaciones para traer al argentino Marcos Mondaini y mantener el Polideportivo Los Samanes, reveló su hermano.

"Este club (Emelec) está plagado de jóvenes. Esa es la visión del proyecto político que tenemos, un país joven para jóvenes", dijo Fabricio Correa, quien negó ser directivo azul.

Sin embargo, aclaró que por pedido de su hermano, está pendiente de algunos asuntos de Emelec. "La idea es traerlo (Mondaini) por un año, siempre con opción a compra (del pase)", aseveró.