Marcelo Elizaga estará hoy por tercera vez en el arco de Ecuador desde que fue considerado para integrar la selección ecuatoriana de fútbol. Se estrenó con la tricolor el pasado 23 de mayo en un amistoso ante el combinado de Irlanda en Estados Unidos, luego en la Copa América de Venezuela jugó ante Brasil y confirmó que puede convertirse en las nuevas "manos del Ecuador".

Elizaga no es de los que gusta hablar demasiado, prefiere estar alejado de las cámaras y concentrarse en su trabajo. En la cancha es diferente, pues es de los arqueros que ordena y arenga a sus compañeros, reclama cuando lo cree necesario y aplaude una buena acción.

Llegar a la selección de Ecua-dor se convirtió en uno de los mayores logros de su carrera y la satisfacción es mayor porque la gente reconoce que él es el más indicado por ahora para estar bajo los tres palos de la tri por lo que ha demostrado en su club, Emelec, y por sus actuaciones en el elenco nacional.

En el encuentro por la Copa América ante los brasileños dejó en claro que tiene condiciones de sobra y que tiene un espacio muy bien ganado en el seleccionado que se prepara para las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Sudáfrica 2010.

Elizaga ha tomado con responsabilidad y como un desafío su llegada al equipo de todos. Está agradecido con Luis Fernando Suárez por darle la oportunidad de brindarle a la tri toda su experiencia y sus ganas.

No cree en eso de que ha llegado para convertirse en las nuevas "manos del Ecuador", respeta mucho la trayectoria de quien por muchos años llevó ese título, él sólo quiere ganarse el puesto y para ello debe sacrificarse al máximo porque la competencia es reñida.

El portero de Emelec no ha querido escuchar las críticas de estos últimos días que lo responsabilizan por varias acciones que pudieron costarle una expulsión ni tampoco atiende a quienes lo culpan por el gol que le marcó Christian Lara, con quien ahora comparte la concentración.

El golero tricolor sólo se limita a responder que juega con vehemencia y sin mala intención, que es consciente que a veces eso le puede acarrear problemas, pero que jamás pensaría en dañar a compañero de profesión.

Elizaga se esfuerza para sacar el máximo provecho de esta convocatoria, pudo quedar fuera por la lesión que sufrió en el partido ante Olmedo de Riobamba y por eso si hoy juega estará muy feliz y si el técnico Suárez decide otra cosa, igual se sentirá satisfecho.

Elizaga sueña, sueña con jugar las eliminatorias, sueña con jugar una Copa del Mundo, sueña con ser parte de este combinado que ya considera como propio y que busca una tercera clasificación mundialista.