“La primera opción la tiene El Nacional, pero todo se arruinó con mi lesión y creo que ya hay muchas trabas por parte de ellos”, aseguró Montero.

El campeón Sub 18 indicó que luego de su impedimento físico la dirigencia roja empezó a desinteresarse por su fichaje.

Montero reveló que el pasado miércoles vino a Guayaquil un médico de El Nacional para evaluar su lesión. El diagnóstico fue una doble fractura de peroné e indicó que era recomendable una operación.

El centrocampista rechazó esa sugerencia porque Eduardo Alcívar, médico que lo atiende, le aseguró que el próximo 17 de enero se le retiraría la bota de yeso para iniciar la rehabilitación y los trabajos en cancha.

“He hablado con la dirigencia de Emelec. Hay una propuesta firme que representaría la posibilidad de mi permanencia” en el club azul, dijo Montero.

Agregó que entre sus prioridades está vestirse de azul en la temporada 2008. “Ese es mi sueño. Estoy muy agradecido con Emelec por lo que me dio”, explicó Montero.

El jugador, nacido en Buenafé, Los Ríos, e integró la selección que ganó oro en los Panamericanos de Brasil 2007.

Jefferson Montero reveló que antes de sufrir la fractura de peroné tuvo ofertas de Barcelona, que intentó ficharlo para el 2008.

"(Barcelona) Fue una de las opciones más rápidas que se presentaron. Cuando dialogábamos (con los dirigentes) para firmar se truncó todo por la lesión”, confirmó Montero.


El Nacional culpa al volante azul
La versión de El Nacional es diferente a la de Jefferson Montero, que asegura que su lesión frustró su traspaso al cuadro militar. Néstor Landeta, gerente del equipo militar, aseguró que el fichaje del volante juvenil no se produjo por “el poco interés que mostró el futbolista y las largas que estaba dando para firmar”.

Landeta dijo que el club no desembolsó ni adelantó dinero a Montero y que solo hubo “un acuerdo verbal”.

Por la negativa de Montero, El Nacional apresuró la contratación del defensa Dílber Castillo, del Deportivo Azogues.