Su experiencia le permitió enfrentar un vendaval de preguntas, pero cuando se le inquirió sobre los motivos que habían generado su salida no aguantó más y dejó que su malestar saliera a flor de piel.

“Me voy decepcionado, molesto por no utilizar otro término medio vulgar. El martes de la semana anterior nos invitaron a una comida para celebrar el triunfo en el Clásico y pocos días después somos lo peor del mundo. La memoria del fútbol es ingrata”, reflexionó. “Si hace dos meses yo era ideal para el equipo, dos meses después no puedo ser el peor (...) No hay memoria”.

De inmediato apuntó sus cañones hacia un dirigente cuyo nombre no quiso dar.

“Nunca en mi vida sentí tanta intromisión. Se cuestionó la alineación que ubicaría, la forma como plantearía, como si tuviera el título de entrenador, y cuando le pregunté qué es la táctica, qué es el esquema, no me supo responder”, añadió.

‘Maño’ Ruiz continuó el diálogo, aclarando que él no renunció. Según sus palabras, un grupo de dirigentes le pidió que se retire del equipo.

“Reza un viejo adagio que al pescado se lo huele por la cabeza. Si la cabeza anda mal, seguramente todo está mal. Un 1-0 no cambia el trabajo. Hablamos de un plan a mediano y largo plazo, pero no se cumplió. Bueno, ya está”, concluyó.

Miguel Falero, asistente del Maño, también hizo pública su molestia por el trato que asegura haber recibido de la dirigencia. El uruguayo aseveró que “hubo personas (no mencionó nombres) que crearon un mal ambiente de trabajo”.