Silva reclamó que “en este momento hay diez jugadores de las inferiores en el primer plantel, las inferiores no cobran nada y primer plantel se nutre de esos jugadores, a pesar que la mayoría no juega. Si se paga un préstamo para traer un extranjero porque no pagan las formativas, ya que no les pagan sueldo”.

El uruguayo reveló que “arrastramos unas deudas de cuatro o cinco meses, lo que hace que el ambiente se desmotive un poco”. “Esa es la vergüenza que siente uno como emelecista, como hombre que ha estado ligado tanto tiempo al club. Hace meses que no le pagan a los profesores, en diciembre tuvimos una navidad que nos juntábamos a comer un sanduche ahí todos los entrenadores, es algo lamentable”, añadió.

Relató que “el año pasado dijimos 'aguantemos hasta enero', pero estamos a mitad de marzo y no han cobrado nada, ni este año ni el pasado. Hasta aquí nomás, tenemos problemas con las canchas, con el material, los jugadores que tampoco cobran y nuestros sueldos”.

Con un estimado de USD 15 000 al mes, Emelec aspira a forjar valores. Los jugadores reciben uniformes. Ellos tienen problemas para entrenarse por el mal estado de las canchas.

Es que en Emelec, como todo el mundo conoce, las canchas y el invierno no ayudan. En el anexo del Polideportivo de Los Samanes, algunos juveniles practican en canchas lodosas, con charcos.

“Es una lucha diaria”, asegura el DT Silva. Doce entrenadores, dos médicos y una psicóloga intervienen en el proceso formativo de unos 400 chicos.

Enrique ‘Maestrito’ Raymondi selecciona y prepara a chicos que tienen mejores condiciones. El club azul provee de uniformes a los menores.

En las categorías de 11 y 12 a los chicos se les enseña juegos, “a conocer su cuerpo, sus choques, sus caídas”. De allí en adelante se trabajan fundamentos tácticos, con objetivos a finales de año.

Los pretextos de la dirigencia
El dirigente de Emelec, Gustavo Gutiérrez, dijo que comprende la paralización de los profesores de las divisiones inferiores, a los que el club adeuda varios meses de sueldo, asegurando que están haciendo todo lo posible por solucionar esta situación.

“Se ha presentado un conflicto, estoy al frente de las divisiones menores y puedo decir como lo encontré, estaba con deudas, muy atrasada, he pagado tres meses de sueldo, pero se siguen debiendo, el club tiene una responsabilidad enorme”, señaló.

Según Gutiérrez “este club estaba declarado en quiebra, debe la luz, el agua, al SRI, al Municipio por impuestos prediales, impuestos al espectáculo, juicios de jugadores atrasados. Elías Wated ha tratado de poner orden en esta casa, con la ayuda fundamental de Xavier Vanoni”.

“He hablado varias veces con los profesores, que tiene un justo reclamo. Han tenido paciencia, han tenido amor al Emelec, han trabajado por el equipo, yo no les puedo reprochar nada”, aseveró.

Gutiérrez indicó que “estoy haciendo varias gestiones en conjunto para que se nos entreguen unos dineros que hemos conseguido y ponernos al día, esa es nuestra prioridad”.


Formador de talentos azules, ahora en la basura...
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¿Cómo se manejan las inferiores en otros clubes? Comparación...
En Farselona, el mes pasado, una huelga de DT y jugadores reveló el descuido de la directiva. En algunos casos las deudas eran de siete meses. La llegada del español Benito Floro como jefe técnico y DT del primer plantel, más el apoyo del montenegrino Dussan Draskovic, cambiaron la perspectiva de los juveniles. “Pocos se van a perder”, estima Juan Madruñero, DT de la Sub 15.

En El Nacional, los juveniles reciben “una ayuda que puede empezar por USD 20”, afirma Édgar Lima, DT de 33 años.

Las formativas del equipo rojo registran a 450 niños. Existen divisiones desde los 8 hasta los 20 años. De ellos, 80 jugadores pertenecen al grupo élite. 20 de estos jugadores de élite permanecen en la residencia del club. La entidad costea los estudios de un grupo de talentos.

En Espoli, los juveniles reciben hasta 20 USD de acuerdo con su categoría. Un grupo reside en la sede del club, en el sector de Las Casas, al norte de Quito. Los que sobrepasan los 18 años, en algunos casos, ganan un sueldo fijo.

Liga de Quito cuenta con 150 juveniles registrados en las formativas. De ellos, 40 viven en las residencias de los universitarios.

El plantel dispone de canchas en el Complejo de Pomasqui, en las afueras de Quito. Ahí se entrenan los que sobrepasan la categoría de 16 años.

Los menores de esa edad se entrenan en canchas de Monteserrín, al norte de Quito. Ahí, se intenta enseñar y pulir las deficiencias, que todavía persisten en algunos nuevos prospectos.