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jueves, octubre 29, 2009

Zambrano y Mendoza recibieron fuertes golpes en la cabeza...

Publicado a las 1:17:00 p. m. por webmaster


...o al menos, da la impresión de que así sucedió, cuando leemos en la prensa de hoy declaraciones como esta, brindadas por los delanteros en cuestión:


¿Cómo que "de qué nos preocupamos"? No han marcado ni un solo gol en lo que va de la tercera etapa (de hecho, no han marcado goles desde el último partido de la segunda etapa, el 3 de octubre del 2009, cuando perdimos contra el Manta por 2-0), lo cual complica mucho el camino que el equipo debe recorrer para ganar su grupo y poder así jugar y ganar la final del Campeonato 2009. Por culpa de la falta de definición, perdimos un partido en casa y empatamos otro como visitantes (teniendo grandes chances de gol que nunca llegaron a concretarse). 1 punto logrado de 6 posibles. 2 partidos desperdiciados en una etapa que solo dura 6 partidos. ¿Y todavía preguntan "de que nos preocupamos"? Deben haberse golepado muy fuerte la cabeza.

Los efectos de este golpe preocupan aún más, cuando leemos lo que dijo Jason Zambrano cuando se le interrogó sobre la falta de gol de la delantera azul:


¿En serio? Porque hasta donde teníamos entendido, la principal labor de un delantero es hacer goles. ¿O no? Por lo tanto, si la delantera de un equipo no hace goles, la conclusión lógica es que los delanteros no rinden. Esta hipótesis es confirmada por la tabla de goleadores, según la cual un volante (Quiroz) es el máximo delantero del equipo, seguido durante toda la primera etapa por otro volante (Coria), y solo cuando él salió del equipo pudieron aparecer los nombres de Zambrano, Mendoza y Rojas en posiciones secundarias dentro del ranking, junto con casi todo el resto del equipo.

Zambrano sigue hablando y preocupando...


Insistimos: esta etapa solo tiene 6 partidos. Si pierdes uno, y encima de local, entonces: ¡las cosas no están saliendo bien! Piensen un poco: Emelec empezó perdiendo en casa la primera etapa, ante Liga de Portoviejo. Pero no se hizo mayor drama porque la primera etapa tuvo 22 partidos. Cada partido representaba únicamente un 4,5% de la etapa, y había mucho tiempo y partidos para poder recuperarse, como efectivamente sucedió. En cambio, cada partido de la tercera etapa representa un 16,7% del total, quedan solo 4 partidos y terminará en menos de un mes. Eso, sin duda es un punto a favor del pesimismo. Además, todos contábamos con ganar ese partido contra el Cuenca. Haberlo perdido resulta imperdonable.


¡Eso ni siquiera está en discusión! Todos queremos que alguien le cierre la boca a toda esa prensa amarillenta, siempre envidiosa y amargada. Y ese "alguien" deberían ser los delanteros de Emelec. Pero para eso no basta con salir en los periódicos hablando pendejadas ni anunciando buenas intenciones. Hay que hacer goles. Punto.


¿Ah, entonces lo más importante en el juego de los delanteros es que pongan actitud? Con razón la FIFA acaba de aprobar la instalación en todos los estadios del mundo del Marcador de Actitud, o "Actitudómetro", según el cual el equipo que demuestre más actitud en cancha será el ganador del partido, aún cuando no haya marcado goles. Que bien, ¿no?

Dejando de lado el sarcasmo de lado, solo queda pedirle a Zambrano y a todos los delanteros que dejen de buscar excusas estúpidas, y se pongan a entrenar a conciencia para mejorar la definición y la puntería. Ya basta de 'casi goles', de jugar con mucha actitud y personalidad para terminar sin goles a favor ni puntos.

Ahora es el turno de Mendoza. ¿Qué tiene que decir?


Aquí solo hay que aclarar que Mendoza solo ha marcado 4 goles en Campeonato Nacional (no 6, como afirma El Universo), y 2 en Copa Sudamericana. El resto, nadie lo discute. En la primera etapa, e inicios de la segunda, Mendoza se ganó con sobra de merecimientos el apodo de 'Milagroso', a pesar de los pocos minutos que jugó en comparación con otros delanteros. Pero desde entonces hasta ahora, nada. Es cierto que, en el pasado, sus goles han aparecido en circunstancias decisivas, cuando el equipo más los necesitaba. Pero, ¿no es esta la etapa más decisiva del año? ¿No es ahora cuando más se necesitan delanteros eficaces, como la punta de lanza de un equipo sólidamente formado?

Por último...

Ese aparente golpe en la cabeza parece haber sido demasiado traumático, al punto de limitar la capacidad de Mendoza para entender una pregunta con una respuesta tan simple. Pero para quienes no vivimos en un mundo de fantasías y tenemos que ver la realidad de nuestro equipo, la respuesta es obvia: los extranjeros de Emelec no marcan diferencias respecto a los nacionales (superiores en muchos aspectos a los foráneos) porque su único mérito es ser amigos o conocidos cercanos del DT Perrone, que los sacó del anonimato y la inactividad física y futbolística en la que estuvieron sumidos en los equipos de bajas categorías a los que pertenecían antes, a cuyos bancos de suplentes estaban a punto de quedar pegados. Mientras otros equipos, de acuerdo a sus posibilidades, invierten mucho dinero en contratar verdaderos refuerzos extranjeros de categoría, en plena actividad en ligas competitivas a nivel mundial, o verdaderos talentos ya conocidos en el fútbol local (como ligay con Vera y Araujo; los taxistas con Pirchio y Neill; e incluso podríamos hablar de Texeira en el Cuenca y Fernández en Macará y, con muchísima menor incidencia, Murillo y Guerra en Técnico Universitario, por citar algunos ejemplos), que de una u otra forma se convirtieron en aportes decisivos a que las campañas de sus clubes sean buenas. O al menos no tan malas.

Tras esta entrevista, queda la sensación de que los delanteros prefieren hacerse los locos, afirmando que todo está bien, en lugar de dar una esperanza de que, aunque obviamente las cosas van mal, ellos lucharán para que mejoren. Afortunadamente, al final de la misma nota periodística se ofrece una triste estadística, que derrumba toda la farsa que Mendoza y Zambrano intentaron armar, y nos pone a los hinchas los pies en la tierra.


Y todavía preguntan "¿de qué nos preocupamos?". Ahora ya saben.



Comunidad azul



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