Asi se ve mucho mejor. Ahora sí parece el estadio de un equipo masculino de fútbol. Pero los cambios son mucho más profundos que la simple apariencia. Por fin, los graderíos dejarán de lucir tan desolados como los hemos visto hasta ahora, incluyendo en partidos que los ex-dueños consideraban importantes (aunque a nadie mas en el país le importaban):

A partir de ahora, las localidades de este estadio lucirán llenas de gente, de emoción, de ánimo, de apoyo incondicional al equipo. En otras palabras, se verán como se ven cada vez que la hinchada de Emelec se hace presente:

Para llegar a los resultados esperados, habrá que limpiar profundamente toda la novelería que ronda hasta el último rincón del estadio de Ponciano, evitando el ingreso de todos los hinchas de ligay. Son solo 50, no habrá problema con eso.

Ahora si, todo está listo. El estadio de Ponciano ya forma parte de la extensa lista de estadios que Emelec posee en todo el país, entre los que podemos mencionar el Olímpico Atahualpa (antes del Deportivo Quito, El Nacional, Universidad Católica), Serrano Aguilar (antes del Deportivo Cuenca), los que eran del Aucas, del Azogues, del Olmedo, del Espoli, del Macará/Técnico Universitario y, por supuesto, el basurero Monumental que inauguramos hace mas de 20 años. Solo un verdadero equipo grande puede darse esos lujos.