Quiero dejar de lado todos los resultados deportivos que se dan. Siempre es lo mismo cuando se vulnera un reglamento, el perjudicado intenta ganar en la mesa y el beneficiado reclama que todo se decida en la cancha.

La Conmebol se hizo de la vista gorda cuando en cancha de Independiente le rompieron la cabeza al portero de Defensor. Luego los argentinos se coronaron campeones.

La FIFA evidencia que la frase “el fútbol es impredecible” no va con ellos… hoy es un deporte muy predecible.

Ecuador no es la excepción. Muertos vivientes, coyoterismo, asesinatos voluntarios e involuntarios en los estadios y fuera de ellos, cambios de edades e identidades, insultos de jugadores a árbitros, secuestros... en fin.


Las mafias siguen progresando ante el temor clamoroso de los actores de este deporte, que mueve montañas de dinero, donde solo sancionan al más gil.


Así, el fútbol se convertirá en un show similar al de la Lucha Libre, y en lugar de cada equipo entrenar por su cuenta, los rivales lo harán juntos para “calcular” los resultados que la mayoría quiere.