'El Astillero en el 2011’, así titulé mis comentarios la semana pasada, donde traté lo que mejor pude y deseé, para el barcelona de este 2011. No me quedó espacio para Emelec, el otro grande de Guayaquil y el Ecuador. Así que, vamos pa’lante.

Los azules fueron excelentes en el 2006, donde llegaron a vicecampeones con un equipo casi bisoño y se ganaron el afecto de su hinchada por jugar buen fútbol. Hizo explosión cuando sus jugadores, al término del campeonato, fueron objeto de cariñosas muestras de simpatía de la hinchada en las mismas tribunas del estadio.

Las lágrimas se conjugaron con los abrazos. No regresaron ni Marcos Mondaini y Luis Escalada; en cambio, por un año más, quedó Luis Rivera, representativo de aquella camada.

En el 2007 no fue lo mismo, bajó su rendimiento y fue al séptimo puesto; se mantuvo igual en el 2008, pero en el 2009 volvió a su rol estelar de la definitiva mano de Nassib Neme y su Comisión de Fútbol. Fue el equipo que más puntos obtuvo en las dos etapas y por cuestiones del sistema quedó tercero. En ese año los eléctricos fueron prácticos, utilitarios y resultadistas, bajo el mando del buen DT Gabriel Perrone.


Y llegó el 2010. Los 'millonarios' jugaron un estupendo campeonato, volvieron a tener más puntos en las dos etapas y definió el título con la magnífica liga (Q), perdiéndolo por el sistema de la suma de goles, ya que perdió 2-0 en Quito y ganó 1-0 en el Capwell. Pero quedó, como consuelo, haber practicado permanentemente un juego de ataque con pinceladas de buen fútbol, dirigidos magníficamente por el técnico Jorge Sampaoli, que se fue a la U. de Chile porque le pagaban más.

Para el 2011 Emelec sufre la ausencia de Joao Rojas, Jaime Ayoví y Marcelo Elizaga, todo un símbolo del club, quien quedará en el recuerdo gratificante. Pero está Javier Klimowicz, que no le pide favor a nadie y es excelente arquero.

De mi parte pienso que Ayoví y Rojas serán eficazmente reemplazados. Debemos esperar que los refuerzos nacionales superen sus propios rendimientos y los otros experimentados en cancha y capacidad, para con lo que viene, montar un buen equipo en el puntaje y mejor calidad de juego.

Omar Asad tiene el desafío de hacer jugar estéticamente a los azules, que es casi el supremo deseo de su fidelísima hinchada, No soy de presagios sino de deseos y sería correcto que Emelec, al encarar el 2011, lo haga con gran prestancia por la excelente base que tiene.

No hay problema dirigencial, Emelec históricamente ha manejado dos universos: la administración central, con presidente y miembros del directorio. El otro, con varios deportes que se practicaban masivamente, que tenían sus respectivos presidentes de comisiones

Hoy tiene dos: el alquiler imprescindible de Los Samanes, en terrenos que ahora son del ISSFA, y la visión de agrandar el sector de la tribuna de San Martín, del Capwell. Los viejos tenemos memoria, y recuerdo nítidamente cuando León Febres-Cordero, a través de su gobierno, inyectó algunos millones iniciales para lo que hoy es el Monumental de barcelona.

También recuerdo que Jaime Nebot, como diputado, logró del Congreso ayuda financiera para la construcción del estadio del Aucas, el otrora ídolo quiteño. Con el Capwell, Neme resucitó suites, palcos y tribunas de la General Gómez; Omar Quintana ayudó con el gobierno con la general de la calle Quito y las suites y tribunas de la Pío Montúfar. ¿Sería mucho pedir al actual mandatario Rafael Correa, hincha azul, que ayude en el asunto de Los Samanes y la ampliación de la San Martín?

Resumiendo, emelecistas, esos son mis deseos para el 2011. Pero, por sobre todo, hay que tener un buen equipo para la hinchada y eso está muy por encima de lo que sean proyectos. Los hinchas pueden, con su presencia, ayudar con estas ideas. Y claro, porque los azules pregonan tener la hinchada más fiel de la historia.