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martes, diciembre 13, 2011
Así vivió Fleitas la primera final
Publicado a las 8:44:00 a. m. por webmaster
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Marcelo Fleitas, técnico de Emelec, y la barra de Boca del Pozo vivieron con intensidad el cotejo que, el domingo pasado, el equipo del ‘Bombillo’ perdió ante Deportivo Quito, por la primera final del certamen ecuatoriano 2011.
El estratega ‘azul’, ubicado junto al banco de suplentes de su equipo, sector de General Gómez, observó el partido luciendo con una camisa vino y jean color negro. Una botella de agua fue su fiel compañera desde el inicio del cotejo hasta el final del mismo.
Gesticuló todo el cotejo, haciendo llamados de atención de los jugadores de bajo rendimiento como Caicedo y Vignieri. Sus brazos, a cada momento, se movieron en lateral y verticalmente.
Fleitas mostraba nervios cuando los ‘Chullas’ atacaban. "Caicedo jugá más rápido, levantá la cabeza", gritaba el técnico. Esto, mientras los barristas de la bandeja de la calle Quito, agitaban el apoyo con cánticos y ovaciones. Su respiración profunda y transpiración constante hacían notar a un Fleitas tensionado y presionado por los hinchas que aspiraban a que su equipo saliera como ganador.
La barra no calló nunca, y se las tomó con el portero Elizaga, al que insultaron con calificativos de "traidor" y “puerco”. "Que la vengan a ver, ese no es un portero, es puerco de la capital”, denunciaban los fanáticos azules.
Fleitas, en tanto, buscaba formas de hacer que sus jugadores lleguen con mayor claridad al arco de los capitalinos.
El estratega ‘azul’, ubicado junto al banco de suplentes de su equipo, sector de General Gómez, observó el partido luciendo con una camisa vino y jean color negro. Una botella de agua fue su fiel compañera desde el inicio del cotejo hasta el final del mismo.
Gesticuló todo el cotejo, haciendo llamados de atención de los jugadores de bajo rendimiento como Caicedo y Vignieri. Sus brazos, a cada momento, se movieron en lateral y verticalmente.
Fleitas mostraba nervios cuando los ‘Chullas’ atacaban. "Caicedo jugá más rápido, levantá la cabeza", gritaba el técnico. Esto, mientras los barristas de la bandeja de la calle Quito, agitaban el apoyo con cánticos y ovaciones. Su respiración profunda y transpiración constante hacían notar a un Fleitas tensionado y presionado por los hinchas que aspiraban a que su equipo saliera como ganador.
La barra no calló nunca, y se las tomó con el portero Elizaga, al que insultaron con calificativos de "traidor" y “puerco”. "Que la vengan a ver, ese no es un portero, es puerco de la capital”, denunciaban los fanáticos azules.
Fleitas, en tanto, buscaba formas de hacer que sus jugadores lleguen con mayor claridad al arco de los capitalinos.
Para el complemento, el entrenador se cambió de camisa. Se colocó una de color blanco y de la misma forma, su fiel compañera, una botella con agua.
A ratos, el novel entrenador se ponía pensativo, como buscando explicaciones al nivel de juego que su equipo demostraba. Las miradas del técnico se enfocaban al campo de juego y, por momentos, hacia la tribuna de la calle General Gómez y las preferencias de Pío Montúfar y San Martín.
El técnico cometió errores y los trató de enmendar en el complemento, pero la suerte de su equipo estaba echada. Su gesto de inconformidad lo evidenció con la llegada del tanto del Quito, a través de Fidel Martínez, y la complicidad del arquero Wilmer Zumba.
El sol canicular que cubría la caldera del Capwell hizo sudar la gota gorda a Fleitas y sus dirigidos, no así al elenco ‘chulla’, que corrió los 90 minutos del partido.
Finalmente, el debutante técnico 'millonario', tras el silbato del árbitro José Carpio, se tomó los cabellos y cabizbajo caminó hacia el camerino de su equipo, dejando atrás a casi 30 mil espectadores que quedaron decepcionados por la derrota y por el hecho de saber que la Copa 2011 podría quedarse en las vitrinas de los ‘azulgranas’.
Calmado y serenado por la dirigencia y amigos, Fleitas se encaminó a dar la cara a los periodistas que alistaban su artillería para conseguir explicaciones coherentes. Mientras ocurría, la hinchada caminaba triste por la calle Quito a sus domicilios. Unos expresando inconformidad y otros reconociendo que el ‘Quito’ aprovechó las falencias de Emelec. El Bombo de la Boca del Pozo quedó guardado en la casa de Cavanna hasta el partido del Atahualpa, donde deberán comprar entradas como cualquier hincha.
A ratos, el novel entrenador se ponía pensativo, como buscando explicaciones al nivel de juego que su equipo demostraba. Las miradas del técnico se enfocaban al campo de juego y, por momentos, hacia la tribuna de la calle General Gómez y las preferencias de Pío Montúfar y San Martín.
El técnico cometió errores y los trató de enmendar en el complemento, pero la suerte de su equipo estaba echada. Su gesto de inconformidad lo evidenció con la llegada del tanto del Quito, a través de Fidel Martínez, y la complicidad del arquero Wilmer Zumba.
El sol canicular que cubría la caldera del Capwell hizo sudar la gota gorda a Fleitas y sus dirigidos, no así al elenco ‘chulla’, que corrió los 90 minutos del partido.
Finalmente, el debutante técnico 'millonario', tras el silbato del árbitro José Carpio, se tomó los cabellos y cabizbajo caminó hacia el camerino de su equipo, dejando atrás a casi 30 mil espectadores que quedaron decepcionados por la derrota y por el hecho de saber que la Copa 2011 podría quedarse en las vitrinas de los ‘azulgranas’.
Calmado y serenado por la dirigencia y amigos, Fleitas se encaminó a dar la cara a los periodistas que alistaban su artillería para conseguir explicaciones coherentes. Mientras ocurría, la hinchada caminaba triste por la calle Quito a sus domicilios. Unos expresando inconformidad y otros reconociendo que el ‘Quito’ aprovechó las falencias de Emelec. El Bombo de la Boca del Pozo quedó guardado en la casa de Cavanna hasta el partido del Atahualpa, donde deberán comprar entradas como cualquier hincha.
Fuente: La Hora
