viernes, enero 20, 2012
Recordando a Morante...
Publicado a las 2:24:00 p. m. por webmaster
Tweet
Cuando los hinchas de Emelec nos enteramos que Eduardo Morante, referente indiscutible de la defensa de nuestro equipo (ahora que Fleitas ya no juega), había sido transferido a la U. de Chile, campeón de la Sudamericana 2011, sentimos orgullo por el importante salto internacional que un jugador de Emelec (o mejor dicho, OTRO jugador de Emelec) estaba a punto de dar; mezclado con incertidumbre ante la importante baja que su partida representa para nuestro sector defensivo.
En el entorno del fútbol, algunos recordarán a Morante por sus características en la cancha, por su habilidad como jugador. Otros, por su juego fuerte, sin miedo a chocar ni a rechazar el balón con fuerza. Los rivales, como un obstáculo difícil de vencer en el camino al arco. La dirigencia de la U. chilena, y la gente de fútbol de ese país, como la contratación defensiva más costosa de su historia. Nuestra dirigencia, como un excelente negocio que permitirá compensar algunos egresos económicos recientes... en fin.
Yo, como muchos hinchas azules, prefiero recordarlo haciendo lo que todo jugador de Emelec debe hacer: torturando y amargando a la hinchada de la basura, arruinando su alegría, cagando la celebración que los novelerosamarillos rosados habían armado creyendo que tenían el Clásico ganado. Todo, gracias a este inolvidable gol de último minuto, que llenó de júbilo a la parcialidad azul, y devolvió a las barcelocas a su acostumbrado sufrimiento y negativismo. ¿Para qué contar más, si podemos ver el gol en cuestión?
Yo, como muchos hinchas azules, prefiero recordarlo haciendo lo que todo jugador de Emelec debe hacer: torturando y amargando a la hinchada de la basura, arruinando su alegría, cagando la celebración que los noveleros
¡Sufre, basura! Una razón más para desear que Morante tenga muchos éxitos en su nuevo equipo, y en todos los que lleguen después. Que su carrera se mantenga en ascenso durante muchos años más; y lo más importante: si algún día regresa a jugar en el Ecuador, que jamás caiga tan bajo como para aceptar vestirse de amarillo, blanco, azul-grana u otro que no sea el azul y plomo de Emelec. Los traidores nunca son bien vistos. Aún los que regresan con el rabo entre las patas.