viernes, marzo 08, 2013
"Mondaini, mente maestra"
Publicado a las 4:37:00 p. m. por webmaster
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Editorial de Roberto Bonafont. Publicado por Expreso.
Emelec pensó tocando, ganó precisión en el circuito que terminó a los costados del campo. Buena intercepción y anticipo de la última línea. Es necesario saber que la anticipación se la hacía con el control de pelota; en la intercepción solo bastaba con desviar el balón. Recuperaba por presión, por reducción y por rebotes.
Movió el bloque de Deportes Iquique de un lado al otro hasta que apareció el claro. El método de empezar por una orilla y terminar por la otra, marcó el éxito de su módulo de juego. Su cambio de orientación fue fundamental porque no empezó y terminó por una misma zona. La idea era jugar a dos toques, la rapidez la daba aquello y no trasladar con la pelota en los pies. Pedro Quiñónez levantó balón a la cabeza de Marlon de Jesús y el goleador que fue una amenaza permanente, un cuchillo afilado de las dos caras; no había por dónde agarrarlo, lastimó (Emelec 1-0 Iquique).
Movió el bloque de Deportes Iquique de un lado al otro hasta que apareció el claro. El método de empezar por una orilla y terminar por la otra, marcó el éxito de su módulo de juego. Su cambio de orientación fue fundamental porque no empezó y terminó por una misma zona. La idea era jugar a dos toques, la rapidez la daba aquello y no trasladar con la pelota en los pies. Pedro Quiñónez levantó balón a la cabeza de Marlon de Jesús y el goleador que fue una amenaza permanente, un cuchillo afilado de las dos caras; no había por dónde agarrarlo, lastimó (Emelec 1-0 Iquique).
El Bombillo continuó jugando corto. Jugar corto no significa pasar el balón a ocho metros; equivale a la colocación, al movimiento, al desmarque de los jugadores. La táctica de intensidad y persecución posicional le daba buen resultado: laterales marcando extremos; mediocentros sobre lanzadores e interiores rivales; centrales con puntas y 2x1 en las bandas. Mondaini de mente maestra abrió las cerraduras del arco chileno y del juego. Al balón no lo quiso mucho tiempo, sino muchas veces. Prefirió cinco posesiones de cinco segundos y no una de dos minutos. Y soltó su mejor arte: la gambeta corta y rápida para buscar la asistencia vertical a la espalda de los centrales, Valencia hizo de biombo y Vinicio Angulo pasó la pelota de gol por una rendija del arco (Emelec 2-0 D. Iquique).
Mientras que algunos azules estaban implicados en la creación y finalización de la ofensiva; otros realizaban los desdoblamientos para asegurar una buena ocupación racional del campo y las vigilancias sobre los adversarios más adelantados; el gol de Villalobos sorprendió a Dreer y a esta idea del juego.
Mientras que algunos azules estaban implicados en la creación y finalización de la ofensiva; otros realizaban los desdoblamientos para asegurar una buena ocupación racional del campo y las vigilancias sobre los adversarios más adelantados; el gol de Villalobos sorprendió a Dreer y a esta idea del juego.