lunes, septiembre 16, 2013
"El vaso medio vacío": prensa difunde el pesimismo entre los hinchas
Publicado a las 11:26:00 a. m. por webmaster
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Cuando una noticia, historia o suceso gana notoriedad, invariablemente también generará opinión entre el público. Y aunque la opinión de una persona sea muy diferente a la opinión de cualquier otra, siempre es posible distinguir a quienes se manifiestan utilizando un punto de vista positivo de quienes lo hacen negativamente –ambos respetables, por supuesto–. “Ver el vacio medio lleno, o verlo medio vacío”.
Los primeros, sin importar si están bien informados sobre el tema o no, se muestran cautos u optimistas en sus opiniones, identifican las ventajas y tratan de pensar en ellas como si fueran superiores a las desventajas que otros ven. Cuando su positivismo es realista y centrado, constituye un gran envión anímico, y es capaz de lograr que un hecho negativo no se vea tan mal.
Por otro lado están… los otros. Los que encuentran el lado negativo a cualquier hecho, sin importar que, a primera vista, parezca beneficioso. Hay quienes lo hacen sin proponérselo, pues su personalidad analítica los lleva directamente a encontrar defectos. No es por maldad. Pero también hay quienes realmente se esfuerzan para encontrar algo malo en todo, generalmente motivados por el odio, la envidia o el resentimiento que sienten hacia la persona o institución de la que se está hablando. Si, adivinaron: me refiero a la relación entre Emelec y la prensa amarillenta. Siempre que el tema en cuestión es (o se relaciona con) Emelec, proliferan las opiniones negativas, emitidas por periodistas y medios de comunicación que intentan aprovechar la circunstancias para desmerecer a nuestro equipo, y al mismo tiempo hacer que barcecopia luzca mejor.
Pongamos un ejemplo. En días pasados, cuando se oficializó el acuerdo de sponsorship entre el Club Sport Emelec y el estatal Banco del Pacífico, la hinchada reaccionó de distintas formas. Unos lo vieron positivo, por ser una acción de marketing moderna, que representará más ingresos para el club en los próximos años. Para otros, es negativo desde el punto de vista histórico, por permitir que el nombre del fundador del club pase a segundo plano, detrás de una marca comercial. Podríamos decir que existe un equilibrio entre ambas corrientes de opinión.
Pero claro, nunca faltará quien intente romper ese equilibrio, para generar polémica e imponer el negativismo, el desánimo y la inconformidad en la hinchada. En este caso en particular, el diario Extra, insignia del sensacionalismo, el barcelonismo y el mal gusto en el país, fue el encargado de “echar más leña al fuego”.
Los primeros, sin importar si están bien informados sobre el tema o no, se muestran cautos u optimistas en sus opiniones, identifican las ventajas y tratan de pensar en ellas como si fueran superiores a las desventajas que otros ven. Cuando su positivismo es realista y centrado, constituye un gran envión anímico, y es capaz de lograr que un hecho negativo no se vea tan mal.
Por otro lado están… los otros. Los que encuentran el lado negativo a cualquier hecho, sin importar que, a primera vista, parezca beneficioso. Hay quienes lo hacen sin proponérselo, pues su personalidad analítica los lleva directamente a encontrar defectos. No es por maldad. Pero también hay quienes realmente se esfuerzan para encontrar algo malo en todo, generalmente motivados por el odio, la envidia o el resentimiento que sienten hacia la persona o institución de la que se está hablando. Si, adivinaron: me refiero a la relación entre Emelec y la prensa amarillenta. Siempre que el tema en cuestión es (o se relaciona con) Emelec, proliferan las opiniones negativas, emitidas por periodistas y medios de comunicación que intentan aprovechar la circunstancias para desmerecer a nuestro equipo, y al mismo tiempo hacer que barcecopia luzca mejor.
Pongamos un ejemplo. En días pasados, cuando se oficializó el acuerdo de sponsorship entre el Club Sport Emelec y el estatal Banco del Pacífico, la hinchada reaccionó de distintas formas. Unos lo vieron positivo, por ser una acción de marketing moderna, que representará más ingresos para el club en los próximos años. Para otros, es negativo desde el punto de vista histórico, por permitir que el nombre del fundador del club pase a segundo plano, detrás de una marca comercial. Podríamos decir que existe un equilibrio entre ambas corrientes de opinión.
Pero claro, nunca faltará quien intente romper ese equilibrio, para generar polémica e imponer el negativismo, el desánimo y la inconformidad en la hinchada. En este caso en particular, el diario Extra, insignia del sensacionalismo, el barcelonismo y el mal gusto en el país, fue el encargado de “echar más leña al fuego”.
Para esto, usó frases simples, pero cargadas de subjetividad, que apuntan directamente a difundir pesimismo en los hinchas, y crear malestar hacia la dirigencia del club. Afirmaciones como que el Banco “’borró’ el nombre del fundador”, “por dinero el legendario estadio Capwell cambió de nombre”, “irrespetado a George Capwell” o “el estadio cambió de nombre por billete”; o ‘preguntas’ malintencionadas como “¿Se ha irrespetado la memoria de George Capwell?” se ubican en lugares muy visibles de las notas publicadas por el diario, con el claro propósito de que los hinchas, aún quienes tienen una opinión favorable sobre el hecho, empiecen a “ver el vaso medio vacío”, y se sientan inconformes por la decisión de la dirigencia, a la que culparán, precisamente, por “irrespetar la memoria del fundador y la historia del club”, por “cambiar el nombre del estadio por billete”, o, peor aún, por “hacer lo mismo que barcecopia y su estadio con el nombre de un banco”.
¿Y por qué hacen eso? La respuesta, en una sola palabra: barcelona. Su exagerado fanatismo hacia el equipo de nombre y escudo robados los obliga a dejar de lado la objetividad y la imparcialidad, y a encaminar todos sus esfuerzos a atacar a todo lo que se relacione con Emelec, el archirrival al que ellos consideran ‘enemigo’, tratando de evitar, por cualquier medio, que se convierta en el campeón de este año.
Ahora, es responsabilidad de la hinchada elegir bien los medios que utiliza para informarse, y alejarse de Extra y otros similares (en prensa escrita, radio, TV e internet), cuyo amarillismo y/o anti-emelecismo es muy fácil de identificar. ¡Piensa positivo, hincha azul!
¿Y por qué hacen eso? La respuesta, en una sola palabra: barcelona. Su exagerado fanatismo hacia el equipo de nombre y escudo robados los obliga a dejar de lado la objetividad y la imparcialidad, y a encaminar todos sus esfuerzos a atacar a todo lo que se relacione con Emelec, el archirrival al que ellos consideran ‘enemigo’, tratando de evitar, por cualquier medio, que se convierta en el campeón de este año.
Ahora, es responsabilidad de la hinchada elegir bien los medios que utiliza para informarse, y alejarse de Extra y otros similares (en prensa escrita, radio, TV e internet), cuyo amarillismo y/o anti-emelecismo es muy fácil de identificar. ¡Piensa positivo, hincha azul!