domingo, noviembre 03, 2013
¡10 amarillos colgados del arco!
CLÁSICO DEL ASTILLERO: Emelec 0 - barcelona 0
Publicado a las 7:30:00 p. m. por webmaster
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El Clásico del Astillero acabó en el recurrente empate, esta vez cero a cero. Emelec, en casa y con un hombre más desde los 8 minutos, no pudo aprovecharse de los resultados que jugaron a su favor.
El Clásico del Astillero empezó a mil por hora, con dos jugadas clarísimas en cada una de las porterías, y una tontería del recurrente José Luis Perlaza, que cambió todo antes de los diez de juego, por una agresión, en el suelo y en los testículos, contra Énner Valencia. Apenas movida la pelota, Matías Oyola probó con un derechazo a la esquina de Cristian Arana, pero el mismo zumbó el marco azul; de inmediato respondió Emelec, con gran acción de Valencia para Fernando Gaibor, cuyo remate, frontal al arco, se fue elevado. Énner apareció otra vez sobre los 14, con un recorte y pelotazo que estrelló en el poste.
Después de la expulsión, Soler mandó a calentar a Pablo Saucedo, pero al final de cuentas acomodó las fichas y ni hizo el cambio; haciendo que su rival retroceda por un tiempo. Sin embargo, Emelec estaba prendido. Transcurridos 31 en la cancha, los dueños de casa tuvieron dos opciones inmejorables, con un bombazo de Fernando Gaibor y un cabezazo de Cristian Nasuti, pero en ambas apareció Máximo Banguera para salvar, de milagro, a su equipo.
En lo último de la etapa inicial, los amarillos supieron mantener la calma, y con una mejor predisposición táctica, aprovechar el vértigo que el Bombillo trataba de imprimir. Es así que sobre los 44 minutos, Michael Arroyo peleó una pelota por derecha, ganó y cedió con José Ayoví, quien no estuvo derecho con la puerta y la mandó afuera. Así, Carlos Vera, de buen accionar, envió a los jugadores al descanso.
Después de la expulsión, Soler mandó a calentar a Pablo Saucedo, pero al final de cuentas acomodó las fichas y ni hizo el cambio; haciendo que su rival retroceda por un tiempo. Sin embargo, Emelec estaba prendido. Transcurridos 31 en la cancha, los dueños de casa tuvieron dos opciones inmejorables, con un bombazo de Fernando Gaibor y un cabezazo de Cristian Nasuti, pero en ambas apareció Máximo Banguera para salvar, de milagro, a su equipo.
En lo último de la etapa inicial, los amarillos supieron mantener la calma, y con una mejor predisposición táctica, aprovechar el vértigo que el Bombillo trataba de imprimir. Es así que sobre los 44 minutos, Michael Arroyo peleó una pelota por derecha, ganó y cedió con José Ayoví, quien no estuvo derecho con la puerta y la mandó afuera. Así, Carlos Vera, de buen accionar, envió a los jugadores al descanso.
Contrario a lo que se esperaba, barcelona, pese a estar en inferioridad numérica, tomó la iniciativa en el reinicio del partido. Pese a que era mejor la visita, un centro de Énner Valencia, que golpeó en un defensa, complicó a Bangera a los 50 minutos; enseguida, Mondaini ganó la raya y el arquero, en su afán por descolgar, soltó la pelota y puso en apuros a su defensa, pero rápidamente reaccionó para corregir el error. Por su parte, en el otra área hubo apremios antes del primer cuarto de hora, con un tiro libre que tomó el efecto deseado, pero Cristian Arana puñeteó afuera. Sesenta minutos en la cancha, y la más clara estuvo en el área torera, cuando Valencia tomó un pelotazo que agarró mal parada a la zaga rival, pero se perdió el gol en el mano a mano con Máximo.
En cuanto a posición de balón y trámite del juego, las cosas no cambiaban en lo absoluto en la cancha del Estadio Capwell Banco del Pacífico. Emelec la tenía, y hacía lo humanamente posible ante un rival que imprimía garra para compensar las diferencias. El reloj señalaba 64 en la cancha, cuando Fernando Gaibor probó de media distancia y al palo del meta, pero Banguera apareció otra vez, ya convertido en figura, para embolsar con seguridad; una buena jugada de laboratorio, recorridos 70, permitió que Gabriel Achilier gane por arriba, pero otra vez se impuso la figura del portero. A tres de llegar a la barrera de los 80, Denis Stracualursi pudo festejar, pero su golpe de cabeza, bombeado y raro, se estrelló el poste.
Gustavo Quinteros apostó al todo en el último tramo. Vinicio Angulo entró por Cristian Nasuti, ya que barcelona apenas atacaba con Cristian Penilla a esas alturas, y a partir de aquello todo era garra y corazón. 81 minutos en cancha, y una internada de Juan Carlos Paredes por poco provoca la sorpresa, ya que Matías Oyola quedó presto para disparar, pero Cristian Arana lo anticipó; cinco más tarde, Vinicio Angulo cabeceó un tiro libre, parecía que la pelota se iba adentro, serena, pero Banguera avanzó a estirar el brazo y jalarla hacia su cuerpo para evitar el gol. El último susto, y que de paso terminó por consolidar al arquero visitante como la figura del partido, se dio en los descuentos con un tiro libre que le quemó las manos pero no entró. Así terminó el encuentro.
En cuanto a posición de balón y trámite del juego, las cosas no cambiaban en lo absoluto en la cancha del Estadio Capwell Banco del Pacífico. Emelec la tenía, y hacía lo humanamente posible ante un rival que imprimía garra para compensar las diferencias. El reloj señalaba 64 en la cancha, cuando Fernando Gaibor probó de media distancia y al palo del meta, pero Banguera apareció otra vez, ya convertido en figura, para embolsar con seguridad; una buena jugada de laboratorio, recorridos 70, permitió que Gabriel Achilier gane por arriba, pero otra vez se impuso la figura del portero. A tres de llegar a la barrera de los 80, Denis Stracualursi pudo festejar, pero su golpe de cabeza, bombeado y raro, se estrelló el poste.
Gustavo Quinteros apostó al todo en el último tramo. Vinicio Angulo entró por Cristian Nasuti, ya que barcelona apenas atacaba con Cristian Penilla a esas alturas, y a partir de aquello todo era garra y corazón. 81 minutos en cancha, y una internada de Juan Carlos Paredes por poco provoca la sorpresa, ya que Matías Oyola quedó presto para disparar, pero Cristian Arana lo anticipó; cinco más tarde, Vinicio Angulo cabeceó un tiro libre, parecía que la pelota se iba adentro, serena, pero Banguera avanzó a estirar el brazo y jalarla hacia su cuerpo para evitar el gol. El último susto, y que de paso terminó por consolidar al arquero visitante como la figura del partido, se dio en los descuentos con un tiro libre que le quemó las manos pero no entró. Así terminó el encuentro.
Fuente: FútbolEcuador