jueves, noviembre 28, 2013
Análisis: El triunfalismo y los nervios pudieron más
Publicado a las 10:25:00 a. m. por webmaster
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La Liga de Loja, equipo que pelea por la permanencia, le aguó la fiesta ayer a un Emelec que lo tenía todo de cara para proclamarse campeón. Tras la derrota de la Católica y el empate del Independiente, a los azules les bastaba ganar para volver a alzar el título once años después. Atropellados por sus propias prisas, no pasaron del empate (0-0) y el alirón deberá esperar.
Tras los resultados de Independiente del Valle y Universidad Católica, el cuadro azul solamente tenía que ganar para ser campeón. Pero LDU de Loja, su rival, tiene una lucha propia por no caer a la serie B. Y la rebeldía del cuadro austral se hizo patente.
Emelec se sentía campeón ya antes de jugar. La salida del equipo al césped fue saludada con fuegos artificiales. En un estadio rebosante de hinchas y emoción, nadie concebía el tropiezo como posible.
Pero la Liga de Loja se jugaba tanto o más que los azules y no había viajado a Guayaquil para ejercer de espectador de celebraciones ajenas. Los de Aguinaga supieron cerrarle los espacios a un Emelec falto de paciencia.
Tras los resultados de Independiente del Valle y Universidad Católica, el cuadro azul solamente tenía que ganar para ser campeón. Pero LDU de Loja, su rival, tiene una lucha propia por no caer a la serie B. Y la rebeldía del cuadro austral se hizo patente.
Emelec se sentía campeón ya antes de jugar. La salida del equipo al césped fue saludada con fuegos artificiales. En un estadio rebosante de hinchas y emoción, nadie concebía el tropiezo como posible.
Pero la Liga de Loja se jugaba tanto o más que los azules y no había viajado a Guayaquil para ejercer de espectador de celebraciones ajenas. Los de Aguinaga supieron cerrarle los espacios a un Emelec falto de paciencia.
Ansioso por verse campeón, el 'Bombillo' careció de la pausa para encontrar el camino del gol. Echó de menos la chispa de Enner Valencia, en el banquillo por unas molestias.
Sin su desborde, el equipo tardó más de media hora en sacar un grito de emoción de las gradas. Stracqualursi asistió a Mena, cuyo disparo cruzado pegó en el palo. Poco después, volvió a fallar después de una gran combinación con Caicedo. Y aún antes del descanso, Arboleda estuvo a punto de congelar el Capwell tras un error de Bagüí, pero le pegó fatal.
El guion no cambió en la segunda mitad y a Quinteros no le quedó más remedio que recurrir a Valencia. El equipo no mejoró demasiado, si bien el árbitro no vio un claro penalti a su favor. Luego el encuentro se fue ahogando sin sobresaltos hasta que el colegiado pitó el final.
Los lojanos fueron tan rebeldes que hasta terminaron el partido atacando. Álex Aguinaga sabía, sobre todo tras la victoria del Quevedo, que había que salir con alguna recompensa del Capwell. Y el punto le sirve a LDU Loja, como le sirve también a Emelec.
Sin su desborde, el equipo tardó más de media hora en sacar un grito de emoción de las gradas. Stracqualursi asistió a Mena, cuyo disparo cruzado pegó en el palo. Poco después, volvió a fallar después de una gran combinación con Caicedo. Y aún antes del descanso, Arboleda estuvo a punto de congelar el Capwell tras un error de Bagüí, pero le pegó fatal.
El guion no cambió en la segunda mitad y a Quinteros no le quedó más remedio que recurrir a Valencia. El equipo no mejoró demasiado, si bien el árbitro no vio un claro penalti a su favor. Luego el encuentro se fue ahogando sin sobresaltos hasta que el colegiado pitó el final.
Los lojanos fueron tan rebeldes que hasta terminaron el partido atacando. Álex Aguinaga sabía, sobre todo tras la victoria del Quevedo, que había que salir con alguna recompensa del Capwell. Y el punto le sirve a LDU Loja, como le sirve también a Emelec.
A estas alturas, la consagración azul es casi un trámite que se cumplirá el domingo, en el Reales Tamarindos. Más allá de los cálculos matemáticos, futbolísticamente Emelec establece diferencia sobre sus rivales, no solamente en esta etapa, sino a lo largo de toda la temporada.
Pero ayer fue notorio que esa presión de la que habló el DT Gustavo Quinteros antes del partido pesó y planteó un escenario de nervios para sus jugadores.
Dennis Stracqualursi no tuvo la precisión ni el olfato del domingo en Sangolquí. Con Enner Valencia lesionado (recién ingresó en el segundo tiempo), Emelec perdió vuelo ofensivo. Así, Ángel Mena tuvo figuración en los metros finales, pero no la suficiente para marcar ese gol que habría significado la vuelta olímpica, esa vuelta que ahora tendrá que esperar cuatro días más.
Se le frustró la fiesta al Emelec, que no obstante, gracias a su gol diferencia, es el virtual campeón. Con un punto más, lo será matemáticamente. Portoviejo le espera con los brazos abiertos.
Pero ayer fue notorio que esa presión de la que habló el DT Gustavo Quinteros antes del partido pesó y planteó un escenario de nervios para sus jugadores.
Dennis Stracqualursi no tuvo la precisión ni el olfato del domingo en Sangolquí. Con Enner Valencia lesionado (recién ingresó en el segundo tiempo), Emelec perdió vuelo ofensivo. Así, Ángel Mena tuvo figuración en los metros finales, pero no la suficiente para marcar ese gol que habría significado la vuelta olímpica, esa vuelta que ahora tendrá que esperar cuatro días más.
Se le frustró la fiesta al Emelec, que no obstante, gracias a su gol diferencia, es el virtual campeón. Con un punto más, lo será matemáticamente. Portoviejo le espera con los brazos abiertos.
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