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viernes, diciembre 06, 2013
Vergonzozo anti-festejo: jugadores arranchados, policías heridos, pobladores asaltados
Publicado a las 9:28:00 p. m. por webmaster
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El árbitro pitó el final y desató la locura. A los jugadores del Emelec no les había dado tiempo a darse cuenta de que por fin eran campeones cuando empezaron a verse rodeados por los hinchas que invadieron la cancha del Reales Tamarindos de Portoviejo.
La copa que acredita a los azules como vencedores del campeonato ecuatoriano de 2013 será coto privado de los futbolistas y demás personal del club, pero no fueron pocos los seguidores que se negaron a renunciar a su particular 'trofeo' de recuerdo.
No conformes con la posibilidad de fundirse con sus héroes en un abrazo para la eternidad, quisieron apropiarse de una parte de ellos. Así, la mayoría de los futbolistas del Emelec se vieron pronto privados de las prendas con las que habían disputado el encuentro ante el Manta o aguardado su oportunidad en el banquillo.
La copa que acredita a los azules como vencedores del campeonato ecuatoriano de 2013 será coto privado de los futbolistas y demás personal del club, pero no fueron pocos los seguidores que se negaron a renunciar a su particular 'trofeo' de recuerdo.
No conformes con la posibilidad de fundirse con sus héroes en un abrazo para la eternidad, quisieron apropiarse de una parte de ellos. Así, la mayoría de los futbolistas del Emelec se vieron pronto privados de las prendas con las que habían disputado el encuentro ante el Manta o aguardado su oportunidad en el banquillo.
Abundan las instantáneas de emelecistas en ropa interior (Valencia, Nasuti, Arana, de cuyo domicilio, casualmente, unos asaltantes robaron ropa el sábado), sonrientes mientras eran arrasados por la efusividad de hinchas que llegaron a entablar agrias disputas por la posesión de los preciados tesoros de poliéster y algodón.
En la algarabía, se produjeron hechos más graves, como el robo de objetos a los presentes. Ya por la mañana algunos hinchas violentos habían protagonizado disturbios con la policía, que cargó para reprimir sus intentos de acceder por la fuerza al estadio. 22 hinchas fueron detenidos a lo largo de una jornada en la que resultaron heridos dos aspirantes a policías (el operativo de seguridad contó con 460 agentes).
El Sistema Integrado de Seguridad ECU 911 apoyó con el monitoreo de cámaras. También participó la Unidad de Policía Comunitaria Móvil.
En el ingreso al estadio la Policía inspeccionó si los aficionados portaban armas, drogas, extintores, banderas, bombos o bebidas alcohólicas.
Afortunadamente, los que quisieron estropear la histórica fiesta fueron solo unos pocos. La mayoría de los 21.000 asistentes al Reales Tamarindos se limitaron a disfrutar de un día que difícilmente olvidarán.
El Sistema Integrado de Seguridad ECU 911 apoyó con el monitoreo de cámaras. También participó la Unidad de Policía Comunitaria Móvil.
En el ingreso al estadio la Policía inspeccionó si los aficionados portaban armas, drogas, extintores, banderas, bombos o bebidas alcohólicas.
Afortunadamente, los que quisieron estropear la histórica fiesta fueron solo unos pocos. La mayoría de los 21.000 asistentes al Reales Tamarindos se limitaron a disfrutar de un día que difícilmente olvidarán.
A última hora, más de un centenar esperaban aún a sus héroes a la salida. Algunos siguieron al bus del equipo en su regreso a Guayaquil. Es posible que en los maleteros de sus coches, escondidas como el mayor de los tesoros, reposaran las camisetas que los azules sudaban en el momento de proclamarse campeones.
Además, algunos supuestos aficionados se detuvieron en el sector de La Pila se apoderaron de botellas con aguas, colas, carros de madera y hasta un quintal de arroz. Los vendedores que tienen sus puestos a los costados de la vía Guayaquil-Manta no entendían por qué los malos aficionados festejaban de esa manera.
Además, algunos supuestos aficionados se detuvieron en el sector de La Pila se apoderaron de botellas con aguas, colas, carros de madera y hasta un quintal de arroz. Los vendedores que tienen sus puestos a los costados de la vía Guayaquil-Manta no entendían por qué los malos aficionados festejaban de esa manera.
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