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viernes, noviembre 14, 2014

El hincha que vale más que 1000 noveleros

Publicado a las 10:47:00 a. m. por webmaster

El miércoles, durante el partido entre Emelec y Liga de Loja, el país fue testigo de un suceso muy particular: la sección de la Tribuna de la calle San Martín que se reserva para los seguidores del equipo visitante recibió la impresionante, nunca antes vista cantidad de... ¡UN (1) HINCHA!


En su momento, las risas fueron inevitables. Pero tras la burla, viene la reflexión: ¿es posible que este hincha solitario de Liga de Loja represente más que los 50, 100 o 1000 hinchas que equipos como ligay (Q), Deportivo Chiro o El Nacio-anal logran atraer -a duras penas- a sus juegos como visitantes... y a veces, como locales?

Si, sí es posible. Sin esforzarse mucho, es fácil encontrar 5 formas diferentes en las que el "hincha solitario" es superior a la hinchada de... digamos... ligay:

1) Pese a haber llegado al estadio completamente solo, y a que desde un comienzo sabía que sería minoría, tuvo los suficientes 'huevos' como para ir directamente al Capwell por su cuenta y riesgo, sin cometer la mariconada, habitual para las ligays, de correr al Cuartel Modelo para pedir refugio, escolta y transporte desde y hacia el estadio.



2) Sabiendo que el tiempo de viaje por tierra desde Loja hasta Guayaquil supera las 4 horas, este hincha (suponiendo que habite en la ciudad fronteriza) no tuvo problema en embarcarse junto con su camiseta, su bandera y su amor por su equipo, rumbo a un estadio que le resultaría totalmente adverso. En cambio, cuando un ligay promedio se ve ante semejante encrucijada, generalmente elige "alentar a su equipo" de una forma más sencilla, en la que no corra riesgo alguno: verlo por TV.



3) En cada una de las tomas que la TV hizo hacia el sector de la tribuna visitante, pudimos ver a este hincha gritar, saltar, alentar, agitar su bandera... Seguramente sabía que nada de lo que hiciera sería demasiado notorio para sus jugadores, deslumbrados y atemorizados por la imponente presencia y el aliento constante de la hinchada de Emelec. Y aún así, no dejó de demostrar para qué había ido al estadio, pese a que su equipo estuvo abajo en el marcador desde los primeros minutos del encuentro.


Esto es algo que resulta incomprensible para una mente ligay: "¿Alentar al equipo siempre? ¿Aún cuando vaya perdiendo? ¿Para qué? Despiértame cuando gane otra Libertadores". Por si no lo sabías, esa es la razón por la cual la poca hinchada de ligay, cuando está en el estadio, está sentada, callada y/o sacándose 'selfies' casi todo el tiempo, excepto cuando su equipo hace gol y cuando el partido termina con un resultado favorable. El resto del tiempo, silencio y selfies.


4) Todos vimos que el dominio de Emelec sobre Liga de Loja se manifestó muy rápido en el marcador, y se fue acentuando con el pasar de los minutos. Ver a su equipo ser goleado no fue suficiente motivo para que el hincha lojano abandone el estadio antes de que el partido termine. Por otro lado, si le dieran al Deportivo Chiro un dólar por cada hincha de ligay, barcecopia, nacio-anal o de otros equipos chicos y sin mística (como los propios 'taxistas') que abandona un estadio en pleno juego, no estaría en el lamentable estado financiero/institucional en el que se encuentra. Es más, hasta les alcanzaría para contratar (y pagarles los sueldos, cosa rara en ellos) a Messi y a CR7.



5) Y al final, el partido terminó y su equipo perdió por goleada. Mientras que la costumbre novelera -fielmente practicada por amarillos, 'azucenas' y similares- dicta que los hinchas deben desquitarse de la derrota dañando la propiedad privada, amenazando al DT o a los jugadores, puteando al árbitro, jodiendo a la gente con la que se encuentran en la calle y chillando en redes sociales, este hincha simplemente aceptó la realidad, se resignó y se fue, seguramente anhelando volver a ver a su equipo en la siguiente fecha, y sin perder de vista el hecho de que, en el fútbol como en la vida, a veces se gana y a veces se pierde, sin importar cuanto vandalismo cometas o qué tanto insultes.


¡Superioridad más que demostrada! Un hincha, un solo hincha de un equipo minúsculo proveniente de una provincia sin tradición futbolera, mostró mucha más garra y lealtad hacia su club que los grupos de noveleros autodenominados "hinchadas" de equipos autodenominados "grandes", que seguramente siguen señalándolo y burlándose como una forma de ocultar su propia vergüenza. La misma vergüenza que no logran disimular cuando ven a la hinchada de Emelec siempre presente, alentando en las buenas y en las malas, en todos los estadios en los que el equipo juegue, sin importar si es cerca o lejos, si es dentro o fuera del país, si el viaje es cómodo o no, si el grupo es grande o si el rival es difícil. Repito: la hinchada de Emelec siempre presente, en las buenas y en las malas.

Por milésima vez, ¡QUÉ DISTINTOS SOMOS!



Comunidad azul



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