jueves, febrero 19, 2015
"‘Milloner’ Bolaños"
Publicado a las 4:31:00 p. m. por webmaster
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Editorial de Jorge Barraza. Publicado por El Universo.
El dramatismo del final no se condice con el desarrollo; lo generó la muy mala terna arbitral con las dos expulsiones; lo fue metiendo atrás a Emelec. En realidad, el triunfazo eléctrico sobre la irreconocible Universidad de Chile fue más cómodo y amplio de lo que indican el resultado y esos minutillos postreros en los que la U presionó por un empate que no se justificaba. La notable actuación de Miller Bolaños merecía que el marcador quedara inmutable: 1-0 con gol suyo. Es justo que al recuerdo lo apoye la estadística; para que la posteridad lo registre así.
Emelec arranca la Copa pisando fuerte, haciendo ruido. Tres puntos de visita que serán vitales en la suma para clasificar a octavos. Pero más ilusiona el juego. Ganó bien el cuadro de Capwell; fue ordenado, prolijo, sereno. Y claramente superior al último campeón chileno. Lució compacto y colectivo. La defensa (a veces cuestionada por el sector de los centrales) se mostró atenta y resistente; el doble cinco Lastra-Quiñónez le da presencia, marca y equilibrio. Y arriba tiene gatillo fácil cuando se produce la conexión Mena-Bolaños.
La luz que proyecta Miller iluminó el camino. A partir de él se vislumbró que era posible la victoria. Cada vez que la tocaba, acontecía algo positivo. Inteligente, técnico para dominar y pasar la pelota, sabio para administrarla. Y tranquilo; juega con tranquilidad de asombro. Como todos los jugadores capaces con la herramienta, baja unos metros para colaborar en el armado. No es el delantero que está esperando en el área que le lleven la pelota a domicilio. Más allá del golazo, hizo todo bien Miller. Está en un nivel altísimo y es de suponer que Gustavo Quinteros lo llevará a la Selección. Exagerando un poco, diríamos que es obligatorio convocarlo. Podría hacer cosas bonitas con Enner Valencia. La Copa América puede representar para él la plataforma perfecta de lanzamiento antes de la Eliminatoria. Con ellos dos más, Felipao y Montero, Ecuador tiene espléndidamente cubierto el ataque.
La victoria pudo ser más desahogada de no ser por la impericia de Luis Escalada, a quien Miller le dejó un gol servido como si fuera un Martini en el borde de una piscina. Pero Escalada mostró una deficiencia técnica seria: la paró mal y remató peor, sin clase. La mandó a la cordillera. El control de la bola es esencial en un delantero, si no lo enciman y le tapan o impiden el disparo. Hoy los defensas están a centímetros. No le salió nada a Escalada. Tampoco Fernando Giménez estuvo feliz, quien la completó con su expulsión.
La luz que proyecta Miller iluminó el camino. A partir de él se vislumbró que era posible la victoria. Cada vez que la tocaba, acontecía algo positivo. Inteligente, técnico para dominar y pasar la pelota, sabio para administrarla. Y tranquilo; juega con tranquilidad de asombro. Como todos los jugadores capaces con la herramienta, baja unos metros para colaborar en el armado. No es el delantero que está esperando en el área que le lleven la pelota a domicilio. Más allá del golazo, hizo todo bien Miller. Está en un nivel altísimo y es de suponer que Gustavo Quinteros lo llevará a la Selección. Exagerando un poco, diríamos que es obligatorio convocarlo. Podría hacer cosas bonitas con Enner Valencia. La Copa América puede representar para él la plataforma perfecta de lanzamiento antes de la Eliminatoria. Con ellos dos más, Felipao y Montero, Ecuador tiene espléndidamente cubierto el ataque.
La victoria pudo ser más desahogada de no ser por la impericia de Luis Escalada, a quien Miller le dejó un gol servido como si fuera un Martini en el borde de una piscina. Pero Escalada mostró una deficiencia técnica seria: la paró mal y remató peor, sin clase. La mandó a la cordillera. El control de la bola es esencial en un delantero, si no lo enciman y le tapan o impiden el disparo. Hoy los defensas están a centímetros. No le salió nada a Escalada. Tampoco Fernando Giménez estuvo feliz, quien la completó con su expulsión.
En cambio hubo varios destaques. Osbaldo Lastra, otra vez de gran rendimiento, firme en la contención, con despliegue generoso y pases precisos (¿de veras lo critican por los pases...?). Excelente Óscar Bagüí, sin dar un centímetro en su zona, las piernas largas se estiran y llegan siempre a tiempo. Magnífico Esteban Dreer, que le tapó a su compatriota Gustavo Canales el gol del empate en el minuto 77 de manera casi milagrosa. Tiene una virtud buenísima Dreer para un arquero de hoy: sale. Sale siempre, a cortar los centros, los pases en profundidad. Revela que no es miedoso ni indeciso. Eso hace un guardameta moderno. Y que sabe atajar. Golero que se mete atrás en las pelotas de aire es carne de fusilamiento. Los tres, Lastra, Bagüí y Dreer, son buenos prospectos de selección.
No obstante la buena producción, la victoria puede ser engañosa. Y no sería aconsejable confiarse, esta Universidad de Chile es de lo peorcito que va a encontrar Emelec en el camino de la Libertadores. Cualquier otra expresión futbolística será mejor que eso. Sin juego, sin orden, sin temperamento. Lo único que une a esta U con aquel equipazo de Jorge Sampaoli es la camiseta.
Luego del choque de Santiago vimos The Strongest 3 - Inter de Porto Alegre 1. Que debió ser 6-1. Le creó quince situaciones de gol el Tigre paceño. Strongest va a ser el rival más complicado del grupo. Es buen equipo y tiene dos jugadores muy destacados: el volante Alejandro Chumacero (incansable, criterioso y con gol) y el paraguayo Pablo Escobar, un zurdo peligroso, creativo y que también llega a la red. ¿El Inter...? Acorde con la actualidad de casi todos los equipos brasileños, muy pobre, sin fútbol ni carácter. Atacándolo, Emelec no debería tener problemas en Guayaquil y puede sacar un buen resultado afuera.
No obstante la buena producción, la victoria puede ser engañosa. Y no sería aconsejable confiarse, esta Universidad de Chile es de lo peorcito que va a encontrar Emelec en el camino de la Libertadores. Cualquier otra expresión futbolística será mejor que eso. Sin juego, sin orden, sin temperamento. Lo único que une a esta U con aquel equipazo de Jorge Sampaoli es la camiseta.
Luego del choque de Santiago vimos The Strongest 3 - Inter de Porto Alegre 1. Que debió ser 6-1. Le creó quince situaciones de gol el Tigre paceño. Strongest va a ser el rival más complicado del grupo. Es buen equipo y tiene dos jugadores muy destacados: el volante Alejandro Chumacero (incansable, criterioso y con gol) y el paraguayo Pablo Escobar, un zurdo peligroso, creativo y que también llega a la red. ¿El Inter...? Acorde con la actualidad de casi todos los equipos brasileños, muy pobre, sin fútbol ni carácter. Atacándolo, Emelec no debería tener problemas en Guayaquil y puede sacar un buen resultado afuera.
Al técnico que venga (seguramente Omar De Felippe), Gustavo Quinteros le deja un equipo armado, aceitado, para pelear sin problemas el tricampeonato e incluso para escalar alto en alguna Copa. Sería bueno que De Felippe, o quien sea, no pretenda ir de revolucionario y empezar a cambiar esquemas, nombres y disciplinas. Desde luego tiene el derecho de aplicar sus ideas, su forma de trabajo, pero como dice el inglés: “Lo que no está roto no hay que arreglarlo”. Siempre recordamos una frase de Vicente Del Bosque después de ganar con España el Mundial de Sudáfrica. Le preguntaron cuál era su mérito en la conquista; con humildad espartana respondió: “Para mí era un gran compromiso, tenía que tratar de no destruir todo lo bueno que habían hecho Luis Aragonés en la Selección y Guardiola en el Barcelona”. Brillante. Le habían dado una Ferrari, solo debía cuidar de no chocarla.
Párrafo final para los árbitros: ¡Qué malos son...! Esta terna argentina no escapa a la regla y puso en riesgo el triunfo emelecista. El línea por donde atacaba Emelec en el segundo tiempo –Cristian Navarro– levantaba el banderín como un autómata y anulaba todos los avances azules, uno de ellos terminó en gol de Bolaños estando bien habilitado. Les han dicho mil veces, “ante la duda, dejen seguir”. Ellos, ante la duda, paran el juego y cobran offside. El juez, Silvio Trucco, expulsó a Narváez en una acción en la que ni siquiera cometió falta. Ahí el equipo debió afrontar los últimos 8 minutos con nueve hombres. Dio 6 minutos de descuento que sonaron a demasiado. Los campos de juego, el reglamento, las tácticas, la organización, el entrenamiento, el balón, la televisión, el antidopaje... Todo evolucionó en el fútbol. La única área que no progresa es el arbitraje, una pena. Se les dan cursos, se les explica, se les pide... Nada, no mejoran.
Gran triunfo de color azul eléctrico que deja en alto al fútbol ecuatoriano.
Párrafo final para los árbitros: ¡Qué malos son...! Esta terna argentina no escapa a la regla y puso en riesgo el triunfo emelecista. El línea por donde atacaba Emelec en el segundo tiempo –Cristian Navarro– levantaba el banderín como un autómata y anulaba todos los avances azules, uno de ellos terminó en gol de Bolaños estando bien habilitado. Les han dicho mil veces, “ante la duda, dejen seguir”. Ellos, ante la duda, paran el juego y cobran offside. El juez, Silvio Trucco, expulsó a Narváez en una acción en la que ni siquiera cometió falta. Ahí el equipo debió afrontar los últimos 8 minutos con nueve hombres. Dio 6 minutos de descuento que sonaron a demasiado. Los campos de juego, el reglamento, las tácticas, la organización, el entrenamiento, el balón, la televisión, el antidopaje... Todo evolucionó en el fútbol. La única área que no progresa es el arbitraje, una pena. Se les dan cursos, se les explica, se les pide... Nada, no mejoran.
Gran triunfo de color azul eléctrico que deja en alto al fútbol ecuatoriano.