martes, septiembre 15, 2015
El Clásico sí tuvo un ganador
Publicado a las 9:30:00 p. m. por webmaster
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El primer Clásico del Astillero que se jugó en Manta alteró la cotidianidad de esta ciudad portuaria, que tiene dos equipos participando en la serie B, pero que a decir de sus habitantes no despiertan la misma pasión que un enfrentamiento entre Emelec y barcelona.
“Con el Clásico, antes de jugarse, ya ganó Manta. Ganó el taxista, el dueño del hotel, el que vende agua en la calle y los de los restaurantes”, comentó Pedro Aníbal Fernández, de radio Escándalo, de Manabí, antes del inicio del partido del domingo, que terminó sin goles.
“Con el Clásico, antes de jugarse, ya ganó Manta. Ganó el taxista, el dueño del hotel, el que vende agua en la calle y los de los restaurantes”, comentó Pedro Aníbal Fernández, de radio Escándalo, de Manabí, antes del inicio del partido del domingo, que terminó sin goles.
Para tener un ejemplo de la diferente expectativa entre los aficionados mantenses por sus equipos y por el Clásico, bastaría con revisar la taquilla.
El sábado, el local Delfín venció 1-0 a Macará ante unos 3.000 espectadores. No abrieron las generales. Un ticket a tribuna para ver al puntero de la B costaba $ 3 y había promoción de 2 personas por un boleto, pero eso no fue suficiente para llenar las 17.000 localidades que tiene el estadio Jocay.
Para ver el Clásico, en cambio, los hinchas pagaron $ 20 las generales y preferencia, $ 25 la tribuna y $ 40 el palco. Las entradas se acabaron un día antes y el estadio estuvo lleno a toda su capacidad. Y quizá más.
El sábado, el local Delfín venció 1-0 a Macará ante unos 3.000 espectadores. No abrieron las generales. Un ticket a tribuna para ver al puntero de la B costaba $ 3 y había promoción de 2 personas por un boleto, pero eso no fue suficiente para llenar las 17.000 localidades que tiene el estadio Jocay.
Para ver el Clásico, en cambio, los hinchas pagaron $ 20 las generales y preferencia, $ 25 la tribuna y $ 40 el palco. Las entradas se acabaron un día antes y el estadio estuvo lleno a toda su capacidad. Y quizá más.
En cuanto a la seguridad, las autoridades trasladaron a Manta los operativos que se realizan en Guayaquil. Tres filtros de seguridad se dispuso para cuidar el orden, alterado brevemente por un altercado de barras.
“A Manta han venido para este partido no solo personas de Guayaquil, también de Quito, Ambato Machala, Babahoyo y Quevedo”, coincidieron dos recepcionistas de hoteles.
Los buses incrementaron sus frecuencias desde Pedernales, Portoviejo, Jipijapa, Calceta y otros cantones de Manabí hacia Manta, comentó el conductor de una unidad, mientras recogía a pasajeros después del partido.
En la noche, los comedores populares lucían llenos y allí los colores eran lo de menos. El amarillo y el azul se mezclaban y la conversación se centraba en las jugadas que no concretaron los equipos del Astillero.
“A Manta han venido para este partido no solo personas de Guayaquil, también de Quito, Ambato Machala, Babahoyo y Quevedo”, coincidieron dos recepcionistas de hoteles.
Los buses incrementaron sus frecuencias desde Pedernales, Portoviejo, Jipijapa, Calceta y otros cantones de Manabí hacia Manta, comentó el conductor de una unidad, mientras recogía a pasajeros después del partido.
En la noche, los comedores populares lucían llenos y allí los colores eran lo de menos. El amarillo y el azul se mezclaban y la conversación se centraba en las jugadas que no concretaron los equipos del Astillero.
Fuente: El Universo