viernes, diciembre 11, 2015
El apoyo familiar, la fortaleza de Mena
Publicado a las 7:30:00 p. m. por webmaster
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Antes del partido con Mushuc Runa -el pasado 22 de noviembre- Ángel Mena había pasado 116 días sin anotar en el Campeonato y se sentía desesperado. Su esposa, Shirley Posligua, intentaba tranquilizarlo. Ella le decía que solo debía tener tranquilidad al momento de enfrentarse a los goleros rivales.
Para eludir el estrés por la falta de gol, Mena y su esposa se tomaban fotos, hacían videos... y los subían a sus cuentas de redes sociales. En las fotografías posaban junto a sus hijas Angélica (de 6 años) y Valentina (2 años). En los videos, en cambio, se los veía abrazados o bailando.
Para eludir el estrés por la falta de gol, Mena y su esposa se tomaban fotos, hacían videos... y los subían a sus cuentas de redes sociales. En las fotografías posaban junto a sus hijas Angélica (de 6 años) y Valentina (2 años). En los videos, en cambio, se los veía abrazados o bailando.
#Bullying Nivel Dios de #AngelMena [via @humbertoemelec] pic.twitter.com/Ci7xqTf7mm
— FUTERchistes (@FUTERchistes) noviembre 8, 2015
El apoyo familiar dio resultados y Mena volvió a marcar ante el Mushuc Runa. Su anotación le ayudó a “sacarse la sal” (cliché cuando no hacen goles). Luego, anotó ante Liga de Loja y River Ecuador. Así, sumó cuatro goles en los últimos cinco partidos que ayudaron a que Emelec recuperara el primer lugar.
Este año, Mena no ha marcado constantemente. Las molestias musculares lo alejaron de las canchas en tres oportunidades. Una lesión, incluso, lo dejó fuera de la convocatoria de la Selección ecuatoriana para la Copa América de Chile.
Este año, Mena no ha marcado constantemente. Las molestias musculares lo alejaron de las canchas en tres oportunidades. Una lesión, incluso, lo dejó fuera de la convocatoria de la Selección ecuatoriana para la Copa América de Chile.
Durante sus procesos de recuperación, sus hijas lo ayudaban. Ellas se convertían en sus 'enfermeras' particulares. Le pasaban la comida, le ayudaban a moverse y a cumplir sus terapias. Ahora, Mena se siente en buen estado físico y cuenta que su sueño es coronarse tricampeón del balompié ecuatoriano.
“Quiero que este sacrificio dé frutos. Un trofeo más será un premio a todo nuestro esfuerzo”, dijo convencido el delantero ecuatoriano de 27 años.
“Quiero que este sacrificio dé frutos. Un trofeo más será un premio a todo nuestro esfuerzo”, dijo convencido el delantero ecuatoriano de 27 años.
Fuente: El Comercio