miércoles, febrero 14, 2007
Tips para que nadie recuerde tu pasado vergonzoso
No importa si tu pasado involucra a uno o varios ex-presidentes prófugos de la justicia y amantes del exhibicionismo como una forma de distraer a la gente para robarle la plata en costales. Este consejo impartido por Vito Muñoz, el perio-hincha amarillo más irracional de todo el país, te ayudará rápidamente a evitar que alguien se de cuenta de que algo apesta en tu pasado.
¡Aaaargghhh!
¿Cómo lograr semejante maravilla? Pues muy sencillo: cubre tu pasado oscuro calumniando a los demás. Si ves que alguien influyente (como el Presidente de la República, por ejemplo) le echa una mano a su equipo preferido que, coincidencialmente, ha sido el verdugo, marido y violador anal del dizque-equipo al que amas, tienes dos opciones:
La opción incorrecta (la que menos te conviene, según Vito) es tener un comportamiento razonable y equilibrado, lo cual implicaría recordar que, hace algún tiempo, tu equipucho también recibió ayuda del presidente. Claro, se trataba del peor presidente, del menos capaz, del más corrupto y sinverguenza que ha tenido el Ecuador, que incluso fue capaz de hacerse nombrar presidente de dicho equipucho mientras aún estaba en funciones como primer mandatario del país. Es decir, corrupción por donde se lo mire. Obviamente, ese antecedente te descalificaría para emitir cualquier comentario sobre el respaldo que el actual presidente le presta al club azul que tanto desprecias por ser superior al tuyo.
La otra opción sería echar todos esos antecedentes al tarro y arremeter con todo contra el equipo que se está beneficiando, a los años, del respaldo de un hincha azul influyente. Insinuar contínuamente que este apoyo es una irregularidad por parte del presidente, a quien insistes en llamar confianzudamente "Rafi" (un toque de ironía complementa perfectamente a la envidia) es una de las mejores formas de hacerlo.
La idea es dar la impresión de que el club azul al que tanto temes (y odias) es el único que alguna vez ha sido beneficiado por un presidente y/o funcionario público. Con eso, a lo mejor un 10% de tu audiencia (el 10% mas idiota, claro) se olvide de que tuviste un pasado en el que tu dizque-ídolo se benefició de los fondos públicos de la forma más descarada posible, y se convenza de que "solo al equipo azul lo ayudan". El resto, obviamente, ya sabe que eres un enfermo amarillista (por con todos los posibles significados del término "amarillista") al que no se le debe creer ni una sola palabra.
Y no importa si despues de este simple ejercicio quedas con la credibilidad por los suelos. Siempre podrás reivindicarte y llamar la atención nuevamente si sigues por la ruta del amarillismo y la opinión parcializada. ¿No me crees? Pregúntale a Vito...