domingo, septiembre 24, 2006
Emelec ganó el clasico y es puntero!!
Emelec es lo mas grande, le ganamos a la basura en nuestra segunda casa y se demuestra una ves mas que ese estadio fue hecho para la gloria de EMELEC.
Emelec, confirmó su paternidad este domingo al vencer 2x1 al Barcelona, en el tradicional Clásico del Astillero, en un partido en que los "Azules" resistieron valientemente durante 45 minutos con un hombre menos.
Desde temprano el estadio Monumental abrió sus puertas, para las 60.000 almas que coparon sus aposentadurías ansiosos por observar el partido más importante del fútbol ecuatoriano.
La fiesta en las gradas se encendió con las banderas, los cánticos y el aliento de la gente, que le puso el marco ideal al partido que acelera el corazón de los ecuatorianos.
Carlos Torres Garcés que ha logrado conformar un equipo sólido y con un objetivo claro, logra un justo resultado, con jugadores que superaron la adversidad con la dosis de hombría necesaria, y con el talento individual de los siempre peligrosos Mondaini y Escalada.
Barcelona, quiso tomar las riendas del encuentro desde muy temprano y Emelec, apeló al contragolpe.
La zaga central de Barcelona, conformada por Samuel Vanegas y Diego Martínez, se mostró frágil, cuando fue atacada por la ofensiva "Eléctrica".
La primera del partido llegó a los 10 minutos del partido, cuando Marco Mondaini superó por habilidad a Fricsson George y centró al primer palo para que Luis Miguel Escalada, ponga su sello personal y la envíe al fondo de las redes.
Era la primera explosión de júbilo para los hinchas eléctricos, que como siempre debieron soportar los malos tratos de los malcriados, que se infiltran al estadio y se dedican a lanzar objetos contra ellos.
Pero la hinchada azul, en minoría hizo escuchar con fuerza su canto "cómo no te voy a querer…. Cómo no te voy a querer" y el aliento llegó a los jugadores que respondieron luchando cada pelota con hombría y con fútbol.
Barcelona, siguió cargando por los costados, lanzando centros para sus ofensivos, Johnny Baldeón y Derlis Florentin, este último lejos de su nivel habitual.
Nuevamente la figura de Marcelo Elizaga, cobró una importancia superlativa, el golero argentino transmitió la seguridad que necesitaba la retaguardia eléctrica y llegó a salvar en varias ocasiones su portería.
La estrategia en pelota detenida también resultado, un cobro de tiro libre de Armando Paredes lo toma su compañero Marco Quiñónez, que remata el portero de Barcelona rechaza y el balón le queda a Luis Rivera que la empuja al fondo de las redes, a los 42 minutos de la primera.
Con dos goles arriba, la preocupación se evidenció en los rostros de 60.000 aficionados amarillos que veían como su tradicional rival les ganaba en su propia fiesta.
Una jugada cambió drásticamente el destino del partido, Carlos Quiñónez, agredió a Elkin Soto y vio la tarjeta roja, cuando se jugaban adicionales de la primera fracción.
Con un hombre menos, Barcelona salió hecho una tromba al terreno de juego para aprovechar su superioridad numérica y tratar de reducir la ventaja.
Y el gol de Barcelona no demoró ni un minuto en caer, Johnny Baldeón con un soberbio remate la puso al fondo de las redes, para desatar el delirio en los hinchas "Canarios".
Se abría la esperanza del empate y por qué no del triunfo, era increíble el festejo en las gradas Barcelona ponía las cosas 2x1 apenas iniciada la segunda etapa.
El dueño de casa, se adueñó del fútbol, Emelec no podía salir de su reducto ante el asedio al que fue sometido por su rival.
En ese momento se necesitó de una gran dosis de hombría, para superar la adversidad, con un hombre menos y con un rival que martillaba constantemente sobre su arco.
Luchando cada pelota dividida, despejando todo lo que se pudo y aprovechando la mala puntería del rival Emelec, se fue asentando y cada vez pudo manejar mejor la situación.
La desesperación se adueñó del Barcelona, y el juego empezó a diluirse con el correr de los minutos, tanto que Emelec se daba modos de inquietar aunque sea tibiamente a José Cevallos.
Y cuando el reloj no tenía más minutos por mostrar el portero Cevallos, agredió a Marco Mondaini, y vio la expulsión, era el epílogo de un Clásico que dejó no solo un derrota sino que además significa para el cuadro amarillo perder la punta y a un símbolo como José Cevallos.
Terminado los 90 minutos es hora de gritar a todo pulmón el triunfo de Emelec, que ha vuelto una sana costumbre ganar en los Clásicos.
Fuente: CRE