Preciado, Mandra y Saritama tuvieron el gol a su alcance, pero la buena actuación del portero nacionalizado impidió que anotaran.

El juego se desarrolló básicamente en el medio campo, donde el plantel chulla tuvo mejor manejo. Saritama y Andrizi movieron los hilos de su equipo, mientras que Cortez y Castro se encargaban de cortar los avances de los eléctricos.

En Emelec, el trabajo de Leguizamón fue irregular. El uruguayo se movió por el medio campo y el frente de ataque, pero no tuvo un trabajo efectivo; en tanto que Michael Arroyo estuvo activo por la derecha.

El juego conjunto no apareció en filas azules y se apeló mucho a las individualidades de Arroyo, Leguizamón o el mismo Vasallo, quien esperaba algún centro preciso para impactar de cabeza.

Con ausencia de situaciones de peligro por parte de los millonarios y mayor ambición de los chullas, los equipos se fueron al descanso con el marcador en blanco.

Para la fase de complemento, Emelec intentó reforzar su delantera con el ingreso de Carlos Alberto Juárez, para que trabaje junto al peruano Vasallo.

El cambio no dio mayores resultados, debido al buen trabajo de la defensa visitante, especialmente de Checa y Mina.

Elizaga salvó dos situaciones claras de gol y el partido estaba por expirar. La desesperación del técnico de Emelec era evidente, porque se les escapaban dos puntos cruciales.

Sin embargo, en el minuto 89, Arroyo cobra un tiro de esquina y Luis Zambrano le gana a Checa y con certero golpe de cabeza cruzado deja sin resistencia al portero Ibarra.

Fue un final emocionante, inesperado por el trámite del partido, y quizá hasta inmerecido por lo que el cuadro visitante hizo, pero justo porque Emelec no perdió la esperanza y al final logró la victoria que tanto buscaba y necesitaba.