viernes, septiembre 19, 2008
Bonnard: "Todos son transferibles"
Al igual que en el 2007, cuando quedaron fuera de la liguilla, los integrantes azules tendrán que vivir de sus ahorros y de otras actividades para mantener a sus familias en los próximos meses del año.
La eliminación en octubre del 2007 obligó a varios futbolistas, como José Luis Quiñónez, a actuar en ligas barriales, donde le cancelaban por partido jugado; y Silvano Estacio se dedicó a su negocio de Play Station.
“No es la primera vez que Emelec se queda sin liguilla. Ahora se va a manejar igual como se ha hecho anteriormente. Aún no se revisan los contratos, pero uno no puede pagar a alguien que no esté trabajando”, advirtió ayer Jorge Bonnard, miembro de la Comisión de Fútbol eléctrica.
Bonnard, quien da la cara en la crítica situación, por las “desapariciones” en público de Elías Wated, presidente del club, y Eduardo García, titular de la Comisión de Fútbol, reconoce que no estar en la liguilla representa un impacto económico negativo para los futbolistas y para la institución, que fracasó al invertir $ 4 millones en malas contrataciones desde el inicio de la temporada.
No obstante, Bonnard aclara: “el impacto económico es difícil de cuantificar, dependía de la presentación del equipo, de partidos perdidos y ganados”.
En el último clásico, Emelec tuvo un ingreso de $ 129.285 por taquilla (en el primer duelo ante Barcelona, en el Capwell obtuvo $ 208.000). Si se toma como promedio la primera cifra, los azules habrían dejado de percibir unos 646.425 dólares por los cinco juegos como dueño de casa que se aseguraba si estaba en el hexagonal.
Pese que para Emelec era difícil clasificar en la segunda etapa, Carlos Rabascal, director ejecutivo del club, logró negociar publicidad con tres compañías, entre esas Seguros Constitución y Cuota Fácil, cuyos logos aparecieron en la camiseta de Emelec hace tres meses.
Aunque Rabascal no reveló los montos de esos auspicios por ser “confidenciales”, Bonnard aclaró que la relación con estas empresas se mantiene sólida a pesar de la eliminación.
“Tenemos buena relación con los auspiciantes. Ellos entienden que el fútbol es así, es un negocio, a veces sale y otras no. Pero ellos tendrán la fortaleza que esperan desde el próximo año: vamos a hacer un equipo fuerte”, prometió el directivo, con un discurso similar al de noviembre del 2007, cuando la Corporación Capwell ganó las elecciones eléctricas.
Indicó que todas las marcas que pautaron publicidad en el uniforme tienen contrato con el club hasta el próximo año.
Mientras, la inestabilidad del club se evidencia en el plantel de 30 jugadores, en el que ya comenzó el éxodo con la salida de los uruguayos Mario Leguizamón y Gastón Puerari. También se irá el argentino Gustavo Ruiz Díaz. Ocho nacionales terminan su vinculación laboral en diciembre próximo.