martes, diciembre 30, 2008
El tiempo nos dió la razón...
Publicado a las 2:34:00 a. m. por webmaster
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A pesar de que, como hinchas, cometimos muchos errores en este año (creer en la dirigencia; dejarnos convencer de que Vega, Ludueña, Vasallo, Puerari, Espínola, entre otros, realmente eran buenos jugadores; etc.), también tuvimos algunos aciertos, como repudiar la presencia de Paredes en Emelec, ser concientes del peligro que Omar Quintana representa para la transparencia y el buen manejo del club, nunca dejar de apoyar moralmente al equipo...
Pero el principal acierto que los hinchas tuvimos en el 2008 tuvo lugar a inicios de año, cuando un jugador que hace pocos meses había prometido que, si regresa al Ecuador, solamente jugaría para Emelec, incumplió su promesa fichando por el "otro equipo" y, de paso, echó tierra sobre sus declaraciones anteriores, en una clara muestra de burla y desprecio al equipo y la hinchada que, dos años antes, lo habían convertido en un grande.
Y aunque esta falta de lealtad (que "Emelec... ¡al máximo!" ya había anticipado algunos meses antes del fichaje oficial) no fue el fin del mundo para los hinchas, las quejas ante este "camisetazo" no se hicieron esperar.
Claro, los reclamos de la hinchada, y una que otra advertencia publicada en este blog, nunca podrían contra la incontrolable codicia, capaz de hacer que un jugador sea capaz de gritar a los cuatro vientos el desprecio que siente hacia quienes evitaron que se pudra en el banco de Boca Juniors, un equipo que nunca lo iba a tomar en cuenta como titular (véanse casos similares, como el de Pablo Mouche), y lo libraron de la mediocridad, la intrascendencia y el olvido.
Todo lo dicho por los hinchas azules puede resumirse en la ya conocida y comprobada frase "Después de Emelec no hay gloria", que ha acompañado como una especie de condena para quienes han traicionado a la gloriosa camiseta azul-plomo. Y aunque en Enero del 2008 esta frase pudo sonar como simples palabras cargadas de resentimiento, ahora podemos ver que eran mucho mas que eso.
Ahora podemos ver que aquel jugador-mercenario, que antes aparecía en la prensa deportiva con su orgullo inflamado y sus declaraciones de amor a barcecopia y desprecio a su propio pasado azul, al final del año solo apareció en titulares como estos:
Pero el principal acierto que los hinchas tuvimos en el 2008 tuvo lugar a inicios de año, cuando un jugador que hace pocos meses había prometido que, si regresa al Ecuador, solamente jugaría para Emelec, incumplió su promesa fichando por el "otro equipo" y, de paso, echó tierra sobre sus declaraciones anteriores, en una clara muestra de burla y desprecio al equipo y la hinchada que, dos años antes, lo habían convertido en un grande.
Y aunque esta falta de lealtad (que "Emelec... ¡al máximo!" ya había anticipado algunos meses antes del fichaje oficial) no fue el fin del mundo para los hinchas, las quejas ante este "camisetazo" no se hicieron esperar.
Claro, los reclamos de la hinchada, y una que otra advertencia publicada en este blog, nunca podrían contra la incontrolable codicia, capaz de hacer que un jugador sea capaz de gritar a los cuatro vientos el desprecio que siente hacia quienes evitaron que se pudra en el banco de Boca Juniors, un equipo que nunca lo iba a tomar en cuenta como titular (véanse casos similares, como el de Pablo Mouche), y lo libraron de la mediocridad, la intrascendencia y el olvido.
Todo lo dicho por los hinchas azules puede resumirse en la ya conocida y comprobada frase "Después de Emelec no hay gloria", que ha acompañado como una especie de condena para quienes han traicionado a la gloriosa camiseta azul-plomo. Y aunque en Enero del 2008 esta frase pudo sonar como simples palabras cargadas de resentimiento, ahora podemos ver que eran mucho mas que eso.
Ahora podemos ver que aquel jugador-mercenario, que antes aparecía en la prensa deportiva con su orgullo inflamado y sus declaraciones de amor a barcecopia y desprecio a su propio pasado azul, al final del año solo apareció en titulares como estos:
Demostrando una vez mas que, en esta vida, la traición y la deslealtad se pagan con fracaso. Ahora cosecha lo que sembraste, Mierdaini. Que el año 2009 sea para tí como mereces que sea...