lunes, septiembre 07, 2009
El Comercio contra Emelec:
Un largo historial de ataques y odio injustificado
Viniendo de un medio tan notoriamente parcializado (hacia barcecopia) como es el Diario El Universo, este ridículo insulto, aunque indignante, no fue una sorpresa para los hinchas de Emelec. De todas maneras, la reacción que esto provocó obligó al agrio seudo-caricaturista Bonil a disculparse e intentar justificar su ofensa. Demasiado tarde.
Por desgracia, no es necesario ser barcelonista para ser afectado por ese sentimiento de envidia y resentimiento que Emelec, el buen momento que vive actualmente y la pasión de su hinchada, la mejor del país, despiertan en los eternos sufridores regionalistas, identificados con la camiseta de algún equipo chico sin historia ni una hinchada de verdad.
El Comercio, tradicional diario de la ciudad de Quito, ha enfilado en los últimos meses sus armas contra el Club Sport Emelec, cuya indiscutible grandeza parece perturbar a más de uno al interior de dicho medio de comunicación.
Esto ha motivado la publicación de varios ataques frontales contra Emelec, camuflados como investigaciones, noticias u opiniones, que han pretendido echar lodo sobre la reputación del equipo y sus jugadores, sus logros e hinchas.
Al igual que Bonil en otra de sus cojudeces gráficas, El Comercio intentó desprestigiar a Marcelo Elizaga, quien se perfilaba como arquero de la Selección desde el mismo instante en el que se anunció su nacionalización. El pretexto: un par de errores cometidos por el 'Polaco', a través de los cuales se intentaba favorecer la desgastada imagen de Cristian Mora, un paquete sin remedio que por esos días militaba en... adivinaron: ligay.
Y ya que la consigna era favorecer a ligay (nuevamente entran en conversación la "influencia" y la plata de los Paz), ¿por qué no apoyar a la patraña que pretendía convertir en clásico a un partido simplón, como es el barceloca-ligay? Desde luego, esta farsa fue desmentida incluso por los jugadores, cuerpo técnico y perio-hinchada de barcecopia, dejando sin piso tanta ridiculez.
Pero el objetivo de El Comercio era firme: tratar de que ligay tenga algún espacio en la preferencia de la gente que sí sabe de fútbol y va a los estadios. Y para hacerlo, la única forma que encontraron sus editorialistas era desprestigiar a Emelec, basándose en sus odios personales y en la falsa encuesta difundida por el programa 'Día a día' de Teleamazonas, mil veces desmentida por las cifras y los hechos reales. Así que...
Y desde luego, como la envidia no tiene límites, la más reciente estrategia utilizada por El Comercio para esparcir su odio contra Emelec es relacionar, de forma maliciosa, al Club y sus directivos con el régimen, la familia y la persona del Presidente de la República, Rafael Correa, conocido hincha (y mufa) de nuestro equipo.
Aquí han usado de todo: desde cobardes insinuaciones de que Emelec se beneficia de la influencia presidencial para conseguir auspiciantes y jugadores...
...que a veces incluyen alusiones directas al nombre del estadio y la nacionalidad de sus jugadores...
... pasando por una supuesta ayuda arbitral que Emelec recibió en nombre de la "solidaridad bolivariana", lo cual, en palabras simples, significaría que en el partido de revancha por Copa Sudamericana, a Emelec lo ayudó el árbitro por orden de Hugo Chávez, el cual, según la estupidez del editorialista de El Comercio, habría preferido darle gusto a Correa en lugar de favorecer al Zamora F.C., equipo presidido por su propio hermano, Adelis Chávez Frías.
Si Fernando Larenas, autor de esta payasada de artículo, hubiera visto el partido, habría notado que, al contrario de lo que él rebuzna, el árbitro pitó pésimamente contra Emelec, ganándose la reprobación de todos los presentes en el Estadio Capwell. (Ver la crónica de Azul y Plomo al respecto).
Y si pusieron atención en la última noticia, seguro notaron una 'perla' adicional que nos regaló el cojudo que escribió ese artículo. En un desvergonzado despliegue de ignorancia, Larenas aprovechó para afirmar que 'JJ', el tan recordado Julio Jaramillo, ícono máximo de la música ecuatoriana, era barcelonista. Definitivamente, la ceguera de este tipo, o su desesperación por ver que el equipo de SUS amores se está yendo directamente al aBismo, lo obligan a pasar por alto un hecho conocido por todo el mundo: Julio Jaramillo era hincha de Emelec. Hay narraciones que afirman haberlo visto a él y su familia en el Estadio Modelo y en los diferentes escenarios deportivos apoyando y acompañando a Emelec, como para tratar de decir lo contrario. Si ese individuo de El Comercio buscaba asociar a su barcecopia del alma con alguna figura pública conocida en el medio nacional, debió buscar perfiles similares a este.
Y lo último, lo más reciente en cuanto a los ataques de El Comercio contra Emelec, va mas allá de la crítica desmedida y las ofensas sin fundamentos. Ahora, este medio de prensa presenta una ligera y superficial investigación en la que, nuevamente, se vuelve a hablar de un mal uso de las influencias del Presidente Correa, su hermano Fabricio, Rafael Guevara y otros altos funcionarios gubernamentales, en favor de la campaña 2009 de Emelec. Esto no es algo nuevo para El Comercio, ¿qué tiene esto de particular? Que esta 'inocente' nota periodística aparece precisamente (¿crees en las coincidencias?) cuando la opinión pública cuestiona el hecho de que el Estado Ecuatoriano estaría obligado a pagar millones de dólares de indemnización a varias empresas de Fabricio Correa, por causa de contratos firmados fuera de la ley que prohibe que el hermano del Presidente de la República celebre contratos con el Estado. Claramente, la intención de El Comercio es involucrar a Emelec y sus dirigentes (se habla de supuestos viajes de Nassib Neme como parte de delegaciones presidenciales) en la corrupción que se encuentra implícita en este caso, desmereciendo lo que se ha logrado este año en materia de fútbol, marketing y finanzas del Club.
¿Hasta cuando tendremos que soportar tanto ataque contra Emelec, un equipo cuya grandeza en todo sentido parece arder en fondo de las entrañas de gente envidiosa, regionalista o asalariada, que se escuda en un diario nacional que, con su permisividad, parece alentar a que esta situación se mantenga? Esto tiene que cambiar.
Los responsables directos son fácilmente identificables. Se trata de Alejandro Ribadeneira, un perio-hincha autodenominado 'El Guapo de la Barra (de ligay)'; y de Fernando Larenas, un pendejo cuyas enfermizas opiniones sin pies ni cabeza (como la que mostramos en este mismo post) han recorrido varios medios capitalinos además de El Comercio, como Hoy y Ecuavisa. La solución: difícil. Emelec siempre será un equipo grande, y mientras lo sea, la envidia y la estupidez se conjugarán para atacarlo. Pero podemos hacer nuestro aporte, ya sea haciendo pancartas contra El Comercio y su anti-emelecismo, y exhibiéndolas en los diferentes estadios del país, y, principalmente, mandando a callar los descontrolados hocicos de los antes mencionados, a través de las siguientes direcciones de e-mail:
Alejandro Ribadeneira
alejo@elcomercio.com
Fernando Larenas
flarenas@elcomercio.com
Sin olvidar hacer llegar sus mails con copia a redaccion@elcomercio.com, marauz@elcomercio.com y deportes@elcomercio.com, en espera de que alguien le ponga fin a tanta estupidez. Aunque, pensándolo bien, mientras crece el sufrimiento de tanta gente por que Emelec está cada vez mejor, aumenta más y más la grandeza de nuestro querido club. Como dice la frase erróneamente atribuida a Miguel de Cervantes (su verdadero autor sería el poeta Rubén Darío):