lunes, noviembre 16, 2009
Las verdades duelen...
...sino que también le dió mucho trabajo a la prensa nacional que, a través de sus titulares, le pusieron muchos nombres y calificativos al pésimo juego del conjunto azul, a la desesperante falta de gol, a la frustrante incapacidad de vencer a un equipo con 2 jugadores menos (que ademas era la Espoli... ¡la Espoli!), al deficiente planteo técnico... en fin, al fracaso total que resultó ser este Emelec 2009. Esto se ve reflejado en las secciones deportivas de sus páginas web:
Es notorio que algunos medios de comunicación disfrutaron más que otros al momento de decirnos a los emelecistas estas dolorosas verdades que, a pesar de la ceguera de muchos hinchas azules, pone de manifiesto que nunca tuvimos un juego lo suficientemente convincente, sino que nuestros éxitos de la primera etapa estuvieron sustentados únicamente por las individualidades de unos pocos jugadores, como Rojas, Quiroz y Coria, y que ante la salida de este último y el bajón del nivel de los otros dos (y de algunos mas, como Fleitas y Mina), la debilidad del equipo y de los planteamientos técnicos de Perrone quedó al descubierto, mostrándonos en la segunda etapa, y especialmente en el cuadrangular final, como un equipo vulnerable, que no juega a nada y que, al contrario de la fase inicial del 2009, ahora sí obtiene los resultados que merece: derrotas y empates.
Es tiempo de cambiar: Perrone debe seguir al mando de la dirección técnica del equipo, para tratar de que el proceso continúe (y para evitar pagarle indemnizaciones millonarias), pero ahora la directiva debe invertir (no gastar ni botar la plata como ha hecho hasta ahora, sino INVERTIR) en la contratación de VERDADEROS REFUERZOS NACIONALES Y EXTRANJEROS. Basta de paquetes amigos del DT, basta de la mediocridad de los inservibles Mendoza, Bran, Torales, García, Ramos, Wila, Raponi, Peirone y Pérez. Se necesita gente con talento, que sepa lo que es jugar en un equipo grande. Por supuesto, la dirigencia deberá desembolsar grandes sumas de dinero, pero tengan por seguro que el retorno de su inversión estará garantizado por la asistencia de la mejor hinchada del país al estadio. Pronto recuperarán su dinero, y Emelec su gloria.
Claro, esta es una solución a corto plazo. Pero lo que realmente ayudaría de varias formas a Emelec como club y como equipo es la inversión en divisiones inferiores. Al formar nuestros propios talentos dejaríamos de depender tanto de los refuerzos, contaríamos con jugadores que realmente sientan la azul en el corazón y que lo dejen todo en la cancha; lograríamos con mayor frecuencia resultados tan buenos como los obtenidos por la inolvidable generación de los "extraterrestres", e incluso podríamos beneficiarnos del dinero por su venta a equipos del país o del exterior. Lamentablemente, esto no parece ser una prioridad para la dirigencia actual, que ha hecho del 'quemimportismo' un modo de gobernar.
Mientras las cosas no cambien, seguiremos leyendo las dolorosas verdades en todas partes. Y no podemos reclamar: Emelec fracasó. Y se lo merece.