domingo, enero 23, 2011
Y con Méndez son 4...
Solo es cuestión de volver mentalmente en el tiempo unos 5 años, para encontrarnos con el primero de los casos a los que nos referiremos. Allá, por el año 2007, los medios de prensa barceloquistas se complacían en informar que la 'hábil' dirigencia de farselona había contratado al defensa ecuatoriano Jorge Guagua, quien venía de no hacer nada en Colón de Santa Fe (Argentina). La seguridad con la que daban por hecha esta incorporación hizo ilusionar a los eternamente ingenuos hinchas amarillos. Pero solo fue cuestión de pocos días para que la dirigencia de Emelec anunciara, pocas horas antes de un Clásico del Astillero, que Guagua no sería amarillo, sino azul. Así lo informaba "Emelec... ¡al máximo!":
Tremendo golpe a la autoestima de los dirigentes de farselona, que ya daban por seguro a Guagua en su equipo. Y aunque solo fue cuestión de 6 meses para que Guagua efectivamente terminara vistiendo de amarillo (lo haría durante un año sin pena ni gloria, como todo ex-azul que se cambia de lado), siempre quedará esa espina, del tamaño de una espada, clavada en la memoria de la hinchada barceloca.
En el 2008, las barcelocas intentaron devolvernos el golpe, contratando a Marcos Mondaini, y presentándolo con bombos y platillos en la "noche basura" de aquel año. El jugador, cuyo retorno era largamente anhelado por la hinchada azul, no pensó dos veces antes de unirse a ese circo. Pero se demoró más tiempo en firmar su contrato con barcecopia que en fracasar la delantera color meado, dejando espacio para la aparición -fugaz- de Pablo Palacios. Sin embargo, otro jugador que también formó parte de esa costosísima patraña que fue el barceloca de los 10 millones de dólares, se convertiría, a inicios del 2009, en el segundo 'arranche' que la dirigencia de Emelec les haría a las locas del salado.
Se trata de David Quiroz, jugador que, sin tener una campaña deslumbrante, fue lo mejorcito del barcecopia 2008. Aportó con goles y buenas jugadas a que barceloca logre... absolutamente nada. Eso puso en una posición incómoda a la dirigencia amarilla: querían conservar al jugador, pero no tenían la plata para lograrlo. El Nacional, dueño de su pase, no estaba interesado en prestarlo nuevamente, sino en negociarlo definitivamente, ya sea dentro o fuera del país. Pero mientras la maricuri y sus secuaces se arrastraban y suplicaban que se lo presten baratito por un año mas, la Comisión de Fútbol de Emelec, ya bajo el mando de Nassib Neme, hizo una movida rápida, puso el billete sobre la mesa, y adquirió el 50% del pase del 'Cholo'. Rapidez y prestancia que, nuevamente, puso en ridículo a farselona y su gente.
El tiempo demostró que esa fue una tremenda inversión a favor de Emelec. La presencia de Quiroz le cambia la cara al equipo, pese a que su nivel futbolístico no siempre es el mejor. Aporta constantemente haciendo goles, pases gol, excelentes jugadas con balón en movimiento, magistrales tiros con pelota parada y, por supuesto, ayudando a poner en ridículo nuevamente a la dirigencia del equipo color caca. Eso hizo que la excelente campaña de Emelec en ese año se sintiera aún mejor entre los hinchas de Emelec.
Pero las cosas no terminaron ahí. Para el 2010, Emelec lo volvió a hacer. A inicios del año, la perio-hinchada amarillenta ya daba por hecho que Pedro Quiñonez era jugador de barcecopia. Nuevamente, prensa, hinchas y dirigencia de la basura alistaban los bombos y los platillos para recibir al primer jugador decente que habían contratado (o al menos, eso creían) en varios años. Pero bastó con una breve conversación del jugador con la dirigencia de Emelec para que Quiñonez se decida a vestir la azul, cagándoles la tarde amarilla a las badeas, que se tuvieron que conformar con presentar a sus paquetes juveniles y a los mismos fracasados del año anterior. En otras palabras, a morder el polvo. Otra vez.
Y aunque la maricuri salió a intentar defenderse del ridículo diciendo, al estilo de El Chavo del 8, que "al cabo que ni querían", sabemos que les ardió. Les ardió en ese momento, cuando sus incapacidades dirigenciales quedaron al descubierto por enésima vez, y les ardió aún más al final del año, cuando vieron a Emelec en la final (por TV), gracias a la excelente labor de Pedrito y de todo el equipo.
Por si tanta humillación no fuera suficiente, la dirigencia de Emelec volvió a ridiculizar a la de barcecopia, apenas iniciando el 2011. La maricuri, símbolo de la ineptitud dirigencial, había salido huyendo despavorida pocas semanas atrás, atormentada por tanto fracaso, lo cual dejó el mando del basurero en manos del peor cojudo posible: la pocha harb.
Y la primera acción del nuevo -e improvisado- presidente amarillo fue igual que la de todos sus antecesores: hablar huevadas e intentar provocar a Emelec a una batalla verbal digna de una verdulería, amenazando con hacer grandes contrataciones que, a la hora de la hora, no se pudieron cumplir por falta de plata. Al final, tuvieron que conformarse con un jugador medio conocido en Colombia, un borrachín brasilero que ya había hecho de las suyas en farselona, una "eterna promesa" salida del Deportivo Cuenca, y otros paquetes sin importancia.
Sin embargo, a la hinchada de la basura y a sus leales perio-hinchas, se les empezaron a hacer agua los helados cuando las ñañas Noboa, a quienes nadie parece recordar como co-artífices del "fracaso de los 10 millones", aparecieron repentinamente desde el inframundo para ofrecer a la -reiteramos- eternamente ingenua fanaticada amarilla, que contratarían a Édison Méndez (siempre y cuando ellos ganen las elecciones internas).
Esta promesa vacía, y sin ninguna intención de ser cumplida, emocionó por demás al entorno barcemierdista que, oooootra vez, empezaba a hacer planes con Méndez, que iban desde un helicóptero para presentarlo en la noche basura hasta ganar el Mundial de Clubes. Pero la historia se repitió por cuarta vez en 5 años: Nassib Neme y su gente, que siguen al mando del fútbol en Emelec, volvieron a ponerse en el medio. Tuvieron una conversación de 5 minutos con Méndez, tiempo suficiente para convencerlo de mandar por un tubo a las Noboa y aceptar la propuesta azul, a pesar de que ganaría exactamente la mitad de lo que ganaba en Brasil. Un nuevo motivo de burla contra barcecopia que nadie podía dejar pasar:
No se si la dirigencia de Emelec sienta alguna especie de placer cada vez que le quita un jugador de las manos a barcecopia. Pero seguro que la hinchada sí lo siente. Nada mejor que ver como las locas de amarillo sufren por su incapacidad, y como manifiestan su envidia e impotencia cada vez que Emelec gana un partido gracias al aporte de ese jugador por el que ellas tanto suspiraban. Y es que sin duda, un año que empieza con una humillación a barcecopia es un año que empieza muy bien. Otra razón más para decir: ¡Gracias Emelec!