domingo, agosto 05, 2012
Un mensaje para quienes se dedican a inventar "clásicos"...
Publicado a las 10:03:00 a. m. por webmaster
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Para todos los perio-hinchas, medios de comunicación, dirigentes e ignorantes en general, que han desperdiciado varios años intentando crear, de la nada, un clásico del fútbol nacional, cuyo único antecedente es el interés económico de un canal de televisión y la desesperación de la dirigencia ligay por conseguir algo de la notoriedad que ni la Copa Libertadores pudo darle.
Para todos ellos va este mensaje que, aunque fue creado originalmente como parte de una reciente campaña publicitaria de Reebok (una de las empresas que más conoce del mundo del deporte), refleja una verdad certera e innegociable, ya sea en el fútbol, en el marketing o en la vida misma:
Para todos ellos va este mensaje que, aunque fue creado originalmente como parte de una reciente campaña publicitaria de Reebok (una de las empresas que más conoce del mundo del deporte), refleja una verdad certera e innegociable, ya sea en el fútbol, en el marketing o en la vida misma:
¡Directo en la trompa! Para quienes intentan darle la categoría de 'clásico' a un partido cualquiera, deben recordar que, sin importar la plata que los dirigentes de ligay inviertan en comprar la conciencia de periodistas sin ética, hace falta mucho más que eso para lograrlo.
Hace falta mística. La mística que solo 70 años de rivalidad les pueden dar a 2 equipos que nacieron en el mismo barrio, crecieron encuentro tras encuentro, hasta convertirse en los protagonistas de un partido cuya trascendencia sobrepasó las fronteras de la ciudad y del país, hasta alcanzar una magnitud global que incluso llamó la atención de la FIFA, máximo organismo rector del fútbol mundial. Y no solo por aglutinar a las dos mayores hinchadas del Ecuador, presentes en todas las provincias del país, sino por todos los momentos memorables que hacen la diferencia entre un partido importante y un Clásico. El 'Monumentalazo', los 3 goles olímpicos del 'Loco' Cibeyra (marcados en 3 Clásicos consecutivos), y otros muchos más son claros ejemplos de eso.
Hace falta mística. La mística que solo 70 años de rivalidad les pueden dar a 2 equipos que nacieron en el mismo barrio, crecieron encuentro tras encuentro, hasta convertirse en los protagonistas de un partido cuya trascendencia sobrepasó las fronteras de la ciudad y del país, hasta alcanzar una magnitud global que incluso llamó la atención de la FIFA, máximo organismo rector del fútbol mundial. Y no solo por aglutinar a las dos mayores hinchadas del Ecuador, presentes en todas las provincias del país, sino por todos los momentos memorables que hacen la diferencia entre un partido importante y un Clásico. El 'Monumentalazo', los 3 goles olímpicos del 'Loco' Cibeyra (marcados en 3 Clásicos consecutivos), y otros muchos más son claros ejemplos de eso.
Solo un verdadero Clásico nacional tiene tanta historia y tradición, que ha logrado despertar pasiones en todo, TODO el Ecuador (no solo en un par de sectores de Quito y Guayaquil), a tal punto que se ha jugado en Portoviejo, Machala, Santo Domingo, en las Islas Galápagos, e incluso en Nueva York, por citar algunos ejemplos. Siempre con estadios llenos a reventar, gracias a la expectativa que genera entre la gente que sí sabe de fútbol, lo cual motivó a que hasta el Gobierno quiera aprovechar la indiscutible popularidad del "Partido Inmortal" para obtener beneficios económicos/ecológicos/políticos/electorales. ¿Qué otro partido podría hacer eso?
¿Qué otro encuentro podría trascender el tiempo, la distancia, el formato e incluso la edad, como para generar diferentes "versiones" de sí mismo? Los Clásicos de ex-figuras, jugados tanto dentro del país como fuera de él nos dan la razón.
¿Qué otro encuentro podría trascender el tiempo, la distancia, el formato e incluso la edad, como para generar diferentes "versiones" de sí mismo? Los Clásicos de ex-figuras, jugados tanto dentro del país como fuera de él nos dan la razón.
Solo un Clásico de verdad podría generar tanto debate a nivel de la prensa, en el que se enfrentan la coherencia de los que realmente saben de fútbol (ya sea dentro del país o fuera de él), y la ignorancia de los imbéciles que no tienen idea de lo que significa la imparcialidad, y que simplemente aprovechan para manifestar su odio contra Emelec, y para intentar desprestigiarlo (y favorecer a ligay y al supuesto clásico que forma con barcecopia) a través de la prensa escrita, radio y televisión. Es el odio generado por el temor, el cual no logra convencer a la gente común, que no tiene problemas en identificar al verdadero Clásico Nacional. La gente no es tan ingenua, señores. Y si les preguntamos a los mismísimos jugadores de la basura, tampoco parecen estar convencidos de que lo que juegan con ligay sea algo remotamente parecido a un clásico.
Eso explica por qué 2 canales de televisión llegaron a protagonizar un vergonzoso caso de "piratería televisiva", en el que UNO de ellos robó descaradamente la señal del otro durante la transmisión del Clásico del Astillero. Harían de todo por ganar la preferencia del gran público. Incluso, recurrir a tácticas sucias, ilegales e inmorales. Todo por el altísimo rating que solo un verdadero Clásico le puede dar a nuestra TV.
Eso explica por qué 2 canales de televisión llegaron a protagonizar un vergonzoso caso de "piratería televisiva", en el que UNO de ellos robó descaradamente la señal del otro durante la transmisión del Clásico del Astillero. Harían de todo por ganar la preferencia del gran público. Incluso, recurrir a tácticas sucias, ilegales e inmorales. Todo por el altísimo rating que solo un verdadero Clásico le puede dar a nuestra TV.
Así es, la gente sabe la verdad: sin importar cuánto se esfuercen las ligays en inventarse un clásico al cual puedan pertenecer, y cuanta plata necesiten para eso (y cuantas veces hagan el ridículo ante la opinión pública), ningún partido que ellos jueguen tiene, o llegará a tener, la importancia, la mística, la historia ni la tradición que al Clásico del Astillero le sobran. Por eso es EL ÚNICO CLÁSICO NACIONAL, sin lugar a dudas.