jueves, abril 18, 2013
Novelería, vista desde adentro
Publicado a las 7:10:00 p. m. por webmaster
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Si eres de los que sigue el Campeonato Ecuatoriano de Fútbol con cierta regularidad, y has puesto atención a los equipos, sus historias y la personalidad de sus hinchadas, sabrás que existe una disputa muy cerrada entre dos hinchadas de nuestro país: las barcelocas y las ligays. Partido tras partido, ambas fanaticadas luchan sin cuartel por la supremacía. ¿Supremacía de la lealtad? ¿Del aguante? ¿De los trapos robados? ¿De la presencia en los estadios? No, ninguna de las anteriores. Entre ambas hinchadas solo puede disputarse una supremacía, y esa es la de la NOVELERÍA.
Semana a semana, podemos evidenciar la novelería que caracteriza a ambas hinchadas, que se manifiesta a través de sus estadios vacíos -o, en el mejor de los casos, a medio llenar-, y del silencio de los pocos hinchas que sí aparecen de vez en cuando por ahí, siempre listos para insultar, amenazar y lanzar huevos o piedras a sus propios jugadores y cuerpo técnico cuando las cosas no salen como ellos quisieran. Novelería de la pura, vista desde afuera.
Pero, ¿cómo se vive la novelería desde adentro? ¿Qué sienten los jugadores al saltar al campo de juego y verse rodeados casi totalmente de puro cemento? ¿Cuáles son sus sensaciones al ver que, cuando los momentos gloriosos se acabaron, sus “numerosas” hinchadas se redujeron drásticamente a unas pocas decenas de fanáticos que solo alzan la voz para insultarlos?
Para obtener una respuesta apropiada, lo mejor es recurrir a la fuente. En este caso, los jugadores. Por el lado de ligay, vale recordar el llanto histérico de los jugadores y el DT 'azucenas' cuando su hinchada, reducida y desleal como siempre, expresó con silbidos, abucheos e insultos, su repudio hacia un jugador en particular (Diego Calderón) por un error cometido en partidos anteriores.
Semana a semana, podemos evidenciar la novelería que caracteriza a ambas hinchadas, que se manifiesta a través de sus estadios vacíos -o, en el mejor de los casos, a medio llenar-, y del silencio de los pocos hinchas que sí aparecen de vez en cuando por ahí, siempre listos para insultar, amenazar y lanzar huevos o piedras a sus propios jugadores y cuerpo técnico cuando las cosas no salen como ellos quisieran. Novelería de la pura, vista desde afuera.
Pero, ¿cómo se vive la novelería desde adentro? ¿Qué sienten los jugadores al saltar al campo de juego y verse rodeados casi totalmente de puro cemento? ¿Cuáles son sus sensaciones al ver que, cuando los momentos gloriosos se acabaron, sus “numerosas” hinchadas se redujeron drásticamente a unas pocas decenas de fanáticos que solo alzan la voz para insultarlos?
Para obtener una respuesta apropiada, lo mejor es recurrir a la fuente. En este caso, los jugadores. Por el lado de ligay, vale recordar el llanto histérico de los jugadores y el DT 'azucenas' cuando su hinchada, reducida y desleal como siempre, expresó con silbidos, abucheos e insultos, su repudio hacia un jugador en particular (Diego Calderón) por un error cometido en partidos anteriores.
Además de chillar, los ligays reclamantes no pudieron evitar comparar a su hinchada, fría y sin alma, con la hinchada de Emelec, que nunca deja de apoyar a su equipo con toda el alma, sin importar lo bien o mal que pueda estar en lo futbolístico o institucional.
Y en cuanto a las barcelocas, la palabra autorizada proviene de uno de los referentes de dicho equipo, que ya tuvo el dudoso honor de vivir lo que todo ‘ídolo’ de barcecopia vive tarde o temprano: pasar de la gloria (ser aclamado tras la obtención del campeonato) al infierno (ser puteado y amenazado cuando el nivel del equipo bajó, por la misma gente que, apenas 2 meses antes, le pedía que le haga un hijo).
Hablamos de Fricson Erazo, jugador que no soportó más, y descargó en su cuenta de Twitter todo el enojo y la frustración provocados por la hinchada amarilla y su insoportable novelería:
Hablamos de Fricson Erazo, jugador que no soportó más, y descargó en su cuenta de Twitter todo el enojo y la frustración provocados por la hinchada amarilla y su insoportable novelería:
Me harte de tantas tonterías, cuando quedamos campeones todos se subieron al barco hoy en día somos pocos los q quedamos en el. No diré mas!
— Frickson Erazo (@FricksonErazo3) 1 de marzo de 2013
Ya no quedan dudas sobre el resultado de esta disputa: hablando de novelería a niveles supremos, ligay y barcecopia empatan en un indiscutible primer lugar. Si existiera un premio para esta supremacía, y tuviéramos que agrupar un número medianamente aceptable de hinchas de estos equipos para poder entregarlo, tendríamos que esperar hasta la próxima vez que ligay gane la Libertadores, o hasta que barcecopia vuelva a ganar el Campeonato. La espera podría durar para siempre…