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jueves, septiembre 03, 2015
"Si no es una conspiración contra Emelec, es lo más parecido"
Publicado a las 5:00:00 p. m. por webmaster
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Editorial de Ricardo Vasconcellos. Publicado por El Universo.
Francesc Perearnau, subdirector en Barcelona del diario español El Mundo, publicó ayer una columna en la que hace mención a la conducta arbitral en el balompié de su país, apenas a dos fechas de iniciada la campaña 2015-2016.
Afirma: “Las dos primeras jornadas de esta Liga hacen sospechar de las enormes dificultades añadidas a las que el FC Barcelona deberá hacer frente sobre todo en materia de arbitraje, designación y criterio de los organismos de competición. En el Barça, los más veteranos empiezan a sentir, como al inicio de la temporada 2011-2012, las complicaciones que no han hecho más que empezar, cuando aquel, el equipo de Pep Guardiola, fue víctima de una sistemática, reiterada y escandalosa conducta arbitral en contra. El Barça venía de ganar tres Ligas consecutivas y dos Champions alternas (2009 y 2011), momento a partir del cual el tono de los arbitrajes sufrió una alteración evidente respecto a los años anteriores. Al Madrid le pitaron todos los penales, los claros y los inexistentes, además de tolerar a sus jugadores actuaciones merecedoras de tarjetas y sanciones graves”.
El periodista cita unas declaraciones de Diego Simeone, técnico de Atlético de Madrid, en las que sostuvo que “será difícil ganar esta Liga porque el Real Madrid solo ha ganado una en siete años”. Según el columnista, estas frases son “una forma elegante de explicar lo inexplicable, como esas decisiones concatenadas y erróneas del colegiado Jaime Santiago Latre, el sábado (anterior) ante el Málaga, de no señalar, pese a apreciarlo con absoluta claridad, dos penales en el área malagueña que habrían cambiado el partido, del mismo modo que el hecho de ignorarlos adulteró el propio partido y pudo haber alterado, como seguramente era la consecuencia deseada, la propia competición”. Agrega que en el Camp Nou se produjo “un arbitraje provocador e incendiario que, cualquier día de estos, puede acabar en alguna incidencia grave”.
Afirma: “Las dos primeras jornadas de esta Liga hacen sospechar de las enormes dificultades añadidas a las que el FC Barcelona deberá hacer frente sobre todo en materia de arbitraje, designación y criterio de los organismos de competición. En el Barça, los más veteranos empiezan a sentir, como al inicio de la temporada 2011-2012, las complicaciones que no han hecho más que empezar, cuando aquel, el equipo de Pep Guardiola, fue víctima de una sistemática, reiterada y escandalosa conducta arbitral en contra. El Barça venía de ganar tres Ligas consecutivas y dos Champions alternas (2009 y 2011), momento a partir del cual el tono de los arbitrajes sufrió una alteración evidente respecto a los años anteriores. Al Madrid le pitaron todos los penales, los claros y los inexistentes, además de tolerar a sus jugadores actuaciones merecedoras de tarjetas y sanciones graves”.
El periodista cita unas declaraciones de Diego Simeone, técnico de Atlético de Madrid, en las que sostuvo que “será difícil ganar esta Liga porque el Real Madrid solo ha ganado una en siete años”. Según el columnista, estas frases son “una forma elegante de explicar lo inexplicable, como esas decisiones concatenadas y erróneas del colegiado Jaime Santiago Latre, el sábado (anterior) ante el Málaga, de no señalar, pese a apreciarlo con absoluta claridad, dos penales en el área malagueña que habrían cambiado el partido, del mismo modo que el hecho de ignorarlos adulteró el propio partido y pudo haber alterado, como seguramente era la consecuencia deseada, la propia competición”. Agrega que en el Camp Nou se produjo “un arbitraje provocador e incendiario que, cualquier día de estos, puede acabar en alguna incidencia grave”.
En el fútbol ecuatoriano pasa lo mismo. Emelec viene siendo víctima de arbitrajes al menos equivocados. Lo que extraña es la persistencia de los errores arbitrales porque se producen en todos los partidos: penales en contra de los azules por faltas inexistentes, goles válidos anulados por los más disímiles pretextos que no tienen ninguna relación con las reglas, agresiones visibles en el área contraria que no se sancionan con la pena máxima, tarjetas amarillas y rojas por infracciones que la propia televisión muestra como injustas. En mis 62 años de ver fútbol nunca he presenciado una persecución tan a la vista del público. Comentarios mesurados, algunos de ellos de gente experimentada e inteligente, afirman que no se trata de una conspiración. Pero, al menos, es lo más parecido que he visto a una conspiración.
Para Luigi Pescarolo Ycaza, un técnico de alta formación en el extranjero, no hay conspiración, pero existe un ambiente de impunidad que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) no ha podido frenar. Hay connivencia indulgente entre los jueces y quienes deben calificarlos. Por eso el error constante, reiterado contra Emelec, no produce sanción alguna. La conducción de José Luis Espinel en el duelo contra Independiente fue desastrosa. Constituyó una provocación a la hinchada 'eléctrica' que pudo haber traído –ojalá no ocurra nunca– graves consecuencias violentas.
El mediocampista paraguayo Fernando Giménez habló ayer de “robo” sistemático y de “persecución”. “Esperamos que termine esto (los errores) y que el que sea campeón lo sea de forma justa y no con cosas raras. Así como los jugadores, la gente de Emelec se siente perseguida. Ojalá esto no termine en violencia, porque todo esto cansa. Todo tiene su límite y esto tiene que terminar ya”, declaró Giménez.
El Tribunal de la Inquisición de la FEF debe estar, a estas horas, tensando la cuerda para ajusticiar a Giménez por haber dicho en público su verdad. Desde la altura del poder debe haberse dictado ya la sentencia que los inquisidores solo leen, pero no la escriben (un chucky seven futbolero): seis meses de suspensión al paraguayo por hablar mal de nuestro fútbol. Esa misma cuerda ajustició con una pena igual al técnico Octavio Zambrano por denunciar que lo de los juveniles impuestos en las alineaciones de los clubes era una farsa, pues la mayoría actuaba con documentos e identidades adulteradas. ¡No ha presentado pruebas!, dijo el Torquemada criollo. Pero pocos días después de la sentencia a Zambrano, la propia FEF que la dictó fue acusada de haber hecho actuar a cuatro ‘camarones’ en la selección sub-17 que ganó un cupo al Mundial de la categoría. Eran infractores del juego limpio y a la vez jueces, pero no se sancionaron ellos mismos porque se autocalificaron de “inocentes”. El velo del engaño se descorrió en todos los clubes, pero, pese a que la Ecuafútbol reconoció su negligencia, Zambrano no fue absuelto y su inhabilitación se mantiene.
Para Luigi Pescarolo Ycaza, un técnico de alta formación en el extranjero, no hay conspiración, pero existe un ambiente de impunidad que la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) no ha podido frenar. Hay connivencia indulgente entre los jueces y quienes deben calificarlos. Por eso el error constante, reiterado contra Emelec, no produce sanción alguna. La conducción de José Luis Espinel en el duelo contra Independiente fue desastrosa. Constituyó una provocación a la hinchada 'eléctrica' que pudo haber traído –ojalá no ocurra nunca– graves consecuencias violentas.
El mediocampista paraguayo Fernando Giménez habló ayer de “robo” sistemático y de “persecución”. “Esperamos que termine esto (los errores) y que el que sea campeón lo sea de forma justa y no con cosas raras. Así como los jugadores, la gente de Emelec se siente perseguida. Ojalá esto no termine en violencia, porque todo esto cansa. Todo tiene su límite y esto tiene que terminar ya”, declaró Giménez.
El Tribunal de la Inquisición de la FEF debe estar, a estas horas, tensando la cuerda para ajusticiar a Giménez por haber dicho en público su verdad. Desde la altura del poder debe haberse dictado ya la sentencia que los inquisidores solo leen, pero no la escriben (un chucky seven futbolero): seis meses de suspensión al paraguayo por hablar mal de nuestro fútbol. Esa misma cuerda ajustició con una pena igual al técnico Octavio Zambrano por denunciar que lo de los juveniles impuestos en las alineaciones de los clubes era una farsa, pues la mayoría actuaba con documentos e identidades adulteradas. ¡No ha presentado pruebas!, dijo el Torquemada criollo. Pero pocos días después de la sentencia a Zambrano, la propia FEF que la dictó fue acusada de haber hecho actuar a cuatro ‘camarones’ en la selección sub-17 que ganó un cupo al Mundial de la categoría. Eran infractores del juego limpio y a la vez jueces, pero no se sancionaron ellos mismos porque se autocalificaron de “inocentes”. El velo del engaño se descorrió en todos los clubes, pero, pese a que la Ecuafútbol reconoció su negligencia, Zambrano no fue absuelto y su inhabilitación se mantiene.
Entre tanto, ¿qué dice la dirigencia de Emelec? Hasta hoy, tibias protestas. Pero Nassib Neme tiene las agallas suficientes para dar batalla a los arbitrajes sospechosos. ¿Y la Asociación de Fútbol del Guayas? Nada, como si no existiera. Los equipos guayaquileños deben ser solidarios con Emelec porque barcelona y River Ecuador también han probado de la receta. La acción que se emprenda contra los persistentes malos referatos tiene que ser firme. Tiene que ser denunciada con entereza y valentía.
Una encuesta del diario El Mundo, que se edita en Madrid, revela que el 64% de los consultados cree que el Barcelona no será campeón pues todos los arbitrajes están dirigidos para que lo sea el Real Madrid. Invitamos a que las consultoras de opinión hagan algo igual. Eso tal vez no les dé réditos económicos, pero va a ayudar a sanear el fútbol.
Francesc Perearnau termina su artículo diciendo que frente a los jueces hay “un vacío y un silencio corderil y preocupante porque, más allá de la retórica arbitral, la conducta de los colegiados respecto al Barça da para sospechar razonablemente. Comenzó con el objetivo Gerard Piqué en la Supercopa de España, fruto de un arbitraje también excitante y un castigo absolutamente desmesurado. En la Liga, en San Mamés como ante el Málaga los colegiados dan carta blanca al rival para pegar sin castigar la reiteración y si en Bilbao al menos le pitaron a favor un penalti de dos, en el segundo partido ninguno de dos. Tiene mala pinta”.
Lo de Emelec también tiene “mala pinta”, señores dirigentes de la Asociación de Fútbol del Guayas y de los clubes guayaquileños, y durará hasta que ustedes se fajen los pantalones.
Una encuesta del diario El Mundo, que se edita en Madrid, revela que el 64% de los consultados cree que el Barcelona no será campeón pues todos los arbitrajes están dirigidos para que lo sea el Real Madrid. Invitamos a que las consultoras de opinión hagan algo igual. Eso tal vez no les dé réditos económicos, pero va a ayudar a sanear el fútbol.
Francesc Perearnau termina su artículo diciendo que frente a los jueces hay “un vacío y un silencio corderil y preocupante porque, más allá de la retórica arbitral, la conducta de los colegiados respecto al Barça da para sospechar razonablemente. Comenzó con el objetivo Gerard Piqué en la Supercopa de España, fruto de un arbitraje también excitante y un castigo absolutamente desmesurado. En la Liga, en San Mamés como ante el Málaga los colegiados dan carta blanca al rival para pegar sin castigar la reiteración y si en Bilbao al menos le pitaron a favor un penalti de dos, en el segundo partido ninguno de dos. Tiene mala pinta”.
Lo de Emelec también tiene “mala pinta”, señores dirigentes de la Asociación de Fútbol del Guayas y de los clubes guayaquileños, y durará hasta que ustedes se fajen los pantalones.
