sábado, mayo 14, 2016
"Un clásico con alma"
Publicado a las 4:30:00 p. m. por webmaster
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Editorial de Roberto Bonafont. Publicado por Expreso.
El partido que duele y hace doler. Que permite sacar el pecho y obliga a hundir la cabeza. Que destroza y revive corazones por igual.
Cada sector del campo requiere de un modo de jugar diferente y una velocidad distinta.
Emelec, equipo muy corto de presión selectiva a jugadores señalados. Además, cierra el espacio interior. Corta las líneas de pase. Se trata de colocar al jugador en posesión de la pelota, bajo una fuerte reducción de claros y tiempo para inducirlo al fallo. Ahogar a Díaz y Calderón es el comienzo de la fortaleza defensiva. También jugar a partir del error adversario; se manejan situaciones de presión sobre los laterales. De Felippe quiere que su equipo descanse con la pelota; eso supone manejar buen juego posicional y que los jugadores ocupen racionalmente las zonas y tener capacidad para mantener el balón en su poder, aunque por poco tiempo el objetivo no sea profundizar. Tocar y moverse; control y pase; buena intención individual. Necesita ese gol inicial para fortalecerse desde el resultado. Bombazo de Pedro Quiñónez desde la periferia, la pelota pica delante de Banguera, quien no ataca al balón (1-0). Si barcelona está cerrado, se hacen cambios de orientación, y cuando está abierto, mejor toques cortos. Stracqualursi tiene un movimiento de fábula. Aguerrido y técnico. Baja a pedir la pelota y participa en la creación. Gira y encara, busca el último pase. Balón que parte del córner, Aimar se olvida de la pelota por buscar al ariete azul, Stracqualursi, delantero con olfato, frentazo y gol (2-0).
Cada sector del campo requiere de un modo de jugar diferente y una velocidad distinta.
Emelec, equipo muy corto de presión selectiva a jugadores señalados. Además, cierra el espacio interior. Corta las líneas de pase. Se trata de colocar al jugador en posesión de la pelota, bajo una fuerte reducción de claros y tiempo para inducirlo al fallo. Ahogar a Díaz y Calderón es el comienzo de la fortaleza defensiva. También jugar a partir del error adversario; se manejan situaciones de presión sobre los laterales. De Felippe quiere que su equipo descanse con la pelota; eso supone manejar buen juego posicional y que los jugadores ocupen racionalmente las zonas y tener capacidad para mantener el balón en su poder, aunque por poco tiempo el objetivo no sea profundizar. Tocar y moverse; control y pase; buena intención individual. Necesita ese gol inicial para fortalecerse desde el resultado. Bombazo de Pedro Quiñónez desde la periferia, la pelota pica delante de Banguera, quien no ataca al balón (1-0). Si barcelona está cerrado, se hacen cambios de orientación, y cuando está abierto, mejor toques cortos. Stracqualursi tiene un movimiento de fábula. Aguerrido y técnico. Baja a pedir la pelota y participa en la creación. Gira y encara, busca el último pase. Balón que parte del córner, Aimar se olvida de la pelota por buscar al ariete azul, Stracqualursi, delantero con olfato, frentazo y gol (2-0).
En el segundo acto, Emelec termina dividiendo la pelota. ‘Bombillo’ tiene una idea que la puede sostener hasta que la medular se cansan y aparecen las imprecisiones. Es cuando el rival tiene posibilidades, barcelona lo complica con pelota larga y cruzada. Se adueña de las bandas. Vera es más que Penilla. Lastra entra para fortalecer el medio azul, Burbano ya no vuelve para marcar. Gaibor empieza a sentir el desgaste y la zona del medio se vuelve de ida y vuelta. Matamoros mete velocidad y contraataque. De Felippe trata de cerrar el partido en una contra porque el rival queda mal parado. Pero Emelec ya no tiene la pelota. Cuando se tiene la pelota no se corre, lo hace el balón. Cuando empezaron a perder pelotas fáciles en la mitad tuvieron que correr mucho para atrás sin presionar. Vera asiste a Díaz, Ely espera y no pierde la oportunidad de sentenciar (1-2). El gol de Esterilla los puso alerta.
Fue una noche épica, nada es para siempre. La segunda parte continuará en el Monumental.
Fue una noche épica, nada es para siempre. La segunda parte continuará en el Monumental.