Tenorio, quien jamás imaginó que vería la cartulina roja, se situó en el borde del campo para pedir su reingreso, cuando fue notificado de que había sido excluido. Así el volante perdió los estribos y fue en búsqueda de su rival para arreglar cuentas; cosa que fue impedida por César Vaioli (del cuerpo técnico del Deportivo Quito).

Sin embargo, cuando parecía que los ánimos se había calmado, Tenorio cruzó el túnel que separa a los dos camerinos del Estadio Olímpico Atahualpa; logrando cumplir con el cometido de hacer justicia con sus propias manos.

Inmediatamente la gente de Emelec reaccionó, y tras pasar por Mariano Mina en la sala de control doping, se dirigieron hasta el camerino azulgrana en pos del desquite. Esto fue neutralizado por la Policía Nacional, quien hizo un uso excesivo de la fuerza y de gases lacrimógenos con una notoria dedicatoria contra la gente de Emelec. Las imágenes no mienten.