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martes, septiembre 18, 2007

Un espacio vacío...

Publicado a las 8:36:00 a. m. por webmaster

Todos quienes han muerto han dejado espacios vacíos en las vidas y en los corazones de la gente con quien se han relacionado: parientes, amigos, compañeros, etc. Carlos Manuel Cedeño, de 11 años, no fue la excepción.

Esta vez, la idiotez de un hincha amarillo y la irresponsabilidad de la Policía y la dirigencia de Barcelona, además de crear consternación y temor en todo el país, han dejado heridas difíciles de sanar en las vidas de una familia, de una ciudad, de un grupo de estudiantes en un colegio de Guayaquil, en la hinchada eléctrica, e incluso en las divisiones inferiores del Club Sport Emelec.


Un vacío en la familia: Una sentida despedida para Carlos, en San Vicente


Tania del Rosario Véliz tiene la mirada fija en el ataúd donde descansan los restos de Carlitos, su hijo. Por sus mejillas ruedan lágrimas al recordar los anhelos del pequeño que el próximo domingo 23 de septiembre iba a cumplir 12 años. Su padre, Carlos Alfredo Cedeño, no puede hablar. Su voz se quebranta y su mirada es esquiva. Su hija Vanessa, de 18 años, y Julián (15), estaban junto a Carlitos en la suite 2 016E del segundo nivel del lado este del estadio Monumental de Barcelona cuando sucedió la tragedia y no encuentran consuelo por la pérdida. Mientras que Jesús, de 5 años, no entiende qué hace su hermano dentro del cofre.


Papá, me llevé a Carlitos vivo y te lo traigo muerto”, dijo Vanessa cuando llegó a las 02:00 de ayer con el cadáver del niño, quien era esperado en el muelle de San Vicente, cantón ubicado al norte de Manabí. “Yo estaba junto a él y no lo tumbé”, decía Julián, quien lloraba sobre el féretro de su hermano. Sus tíos y amigos recuerdan al Carlitos alegre, bondadoso, excelente estudiante y, sobre todo, un deportista de proyección.


Un vacío en el colegio: Sus compañeros de grado dejarán su silla sin ocupar
La tristeza y el dolor invaden a las autoridades, compañeros y profesores del colegio Teniente Hugo Ortiz. Allí se educaba, desde abril pasado, Carlos Manuel Cedeño Véliz, quien el domingo anterior falleció víctima de una bengala encendida lanzada desde una barra del estadio Monumental, antes del inicio del Clásico del Astillero.

En el octavo año básico G, una banca vacía ubicada en el centro de la clase es mirada con frecuencia por quienes aún no asimilan la pérdida del amigo, compañero y estudiante, pero que lo recuerdan como un chico amigable, juguetón, alegre y amante del deporte.

No puedo creer que eso le haya pasado”, dijo con voz entrecortada Ricardo Massuh, de 11 años, uno de los mejores amigos de Cedeño. Junto él estaba Grace Sánchez, de 11 años, quien el sábado anterior compartió con su amigo no solo la clase de Inglés, sino los pronósticos del Clásico.

Cada vez que había un Clásico, Carlos me cantaba el himno de Emelec porque sabía que eso me disgustaba porque soy barcelonista”, recuerda la menor.
Sus ojos se humedecen mientras Vanessa León, de 12 años, agrega que Carlos era su mejor amigo. “Nos hacía reír con sus chistes y ocurrencias. Ni las profesoras se escapaban de su buen humor”, recalca la infante.

Carlos era como un hermano, siempre bromeaba. El sábado, como soy barcelonista, me dijo que Emelec ganaría el Clásico”, contó John Lindao, compañero de Cedeño.

Lindao relató que junto a un grupo de amigos del colegio le pidieron a Cedeño que los llevara al Monumental, pero el menor les respondió que no podía porque era una invitación de sus familiares.

Según los alumnos del octavo año básico G, la banca de Carlos no será usada y se mantendrá ahí la camiseta del equipo eléctrico. “Puse la camiseta para recordar a nuestro amigo, pero lo que busco con esto es que haya justicia para una persona que simplemente fue a ver a su equipo de fútbol”, indicó Michael Govea, que colocó la divisa azul en el asiento.


Lindao contó: “Es triste lo ocurrido. Siempre recordaré que al Gato no le gustaban las matemáticas y por eso siempre buscaba que lo ayudemos”.

Mariela Cabezas, profesora de Matemáticas, coincide con sus alumnas. Ella era una de las maestras más queridas por Cedeño y con quien se identificaba muchísimo. “A Carlitos no le gustaban los paréntesis y cada vez que yo dibujaba uno se molestaba y preguntaba su importancia. Yo le decía que los paréntesis ayudan a ser ordenados. Él se reía y reflexionaba”, comenta.
Pero la consternación no solo se siente en el aula de clases, donde nunca más volverá a ingresar Cedeño. Durante el minuto cívico de los lunes se guardó un minuto de silencio en honor al cadete fallecido.

Fue un momento emotivo y de mucha tristeza. Los estudiantes dejaron aflorar su sentimiento de dolor de no saber por qué le ha sucedió esta desgracia a un compañerito que estaba en la flor de la vida”, dijo Jenny Peredo, psicóloga del plantel.

Ella fue la encargada de impartir a los estudiantes, especialmente a los de octavo G, charlas de motivación para hacerlos aceptar esa triste realidad. “Daremos charlas en grupo e individuales y haremos un seguimiento a sus mejores amigos”, anotó.

Los compañeros de Cedeño lamentaron que su funeral no se realizara en Guayaquil sino en su natal San Vicente, Manabí, porque no todos podían ir. En tanto, el coronel Jeovanny Granda, rector del plantel, integró una comisión de estudiantes que viajó ayer a Manabí para acompañar a la familia de su compañero en sus momentos de dolor. También autorizó que el colegio militar Miguel Iturralde, de Portoviejo, designe una comitiva para que acuda a los funerales. “Nosotros haremos entender a los alumnos que a cualquiera nos puede ocurrir una desgracia y el valor que le deben dar a la vida”, puntualizó Granda.


Un vacío en Emelec: Carlos entrenaba en las divisiones inferiores azules
Carlos Manuel Cedeño Véliz era un futbolista nato. Adoraba al Emelec, soñaba con ser parte del equipo guayaquileño y desde hace tres meses entrenaba en sus divisiones inferiores. Era un mediocampista ágil, se esforzaba en sus entrenamientos, era exigente consigo mismo, recuerda su entrenador Eduardo Triviño Márquez, quien estuvo a cargo de la preparación del niño desde los 7 años hasta el 2006. Soñaba jugar fútbol profesional en el equipo eléctrico.


Carlitos, como lo conocían todos, era muy querido en San Vicente, pues representó a su cantón en 3 campeonatos provinciales con el equipo Liga Deportiva Cantonal de San Vicente. También jugó en el Vicentino Jr., club con el que jugó torneos en Manabí y Guayas. Fue seleccionado de su escuela en los torneos interescolares.

Él se quedaba entrenando los lanzamiento de tiro libre de 25 y 30 metros, porque quería ser como Ronaldinho”, recuerda su entrenador. Dice que él era uno de los niños que salía a las 14:00 de clases, almorzaba en casa y volvía al estadio para entrenar. Carlos Cedeño cursaba el octavo año de básica del colegio Teniente Hugo Ortiz en Guayaquil, ciudad a la que se fue a vivir este año para cumplir sus anhelos de estar cerca del Emelec. En su cuarto de la hacienda de sus padres, ubicada a 8 kilómetros entre San Vicente y Canoa, en la comuna La Fortuna, hay fotos, medallas, trofeos y una amplia colección de gorras, señala su tía Helen Cuellar de Cedeño, con quien vivía actualmente.

Fue escolta de la bandera del Ecuador en el Centro Ecológico El Manglar, donde estudió hasta el año pasado. José Rafael Bone, su compañero del medio campo en la selección de San Vicente, llora al recordar a su amigo, a quien lo vio con el rostro quemado en el féretro. “Ya no jugaremos más”, expresa mientras llora. Carlos Cedeño Véliz siempre fue capitán de los equipos de los que fue parte. Por ello, la sala de velaciones del Club de Mujeres 28 de San Vicente, estaba atiborrada de gente que lo quería. Ahora San Vicente está de luto y llora la pérdida de Carlitos.

Ayer, hasta la tarde, la familia no decidía si presentar o no cargos judiciales por la muerte. Así lo confirmó el padre de la víctima.

Pese a su afición por el cuadro eléctrico, ayer hasta tarde ningún directivo azul se hizo presente en el velatorio.

El servicio religioso se realizó a las 17:30 y a las 18:10 Carlos fue enterrado. Lucía la camiseta azul de Emelec...

Síntesis de artículos y fotos de Expreso, El Comercio y El Universo



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