lunes, enero 19, 2009
En memoria de Hugo Cortéz, el 'Tigre' que dejó de rugir...
Publicado a las 11:15:00 a. m. por webmaster
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Unas manos que brillaron por la época de 1960 se apagaron eternamente el miércoles 14 a las 20:30. Con ello, grandes capítulos del fútbol ecuatoriano se cerraron y los ojos de Hugo Cortez, ex arquero de la selección, también. Pero sus hazañas continuarán latentes, pues no solo fue un ‘grande’, sino que se desprendió de todo lo material por el balompié.
Vivía para el equipo de su alma: Emelec y tuvo la dicha de vestir esa camiseta en el ‘72. Pese a que, según Carlos Cortez, -sobrino del ‘Negro’- él era un “hincha eléctrico enfermo”, primero fichó para Barcelona, el eterno rival (1959). El corazón de Hugo se volvió tan azul que incluso a pocas horas de su muerte pidió que lo enterraran con una divisa amarilla. “Él me decía que prefería que muera un barcelonista que un emelecista”, agrega Carlos, con una sonrisa nostálgica, pues era muy unido al ex ‘guardameta’.
El ‘Tigre’, como también lo apodaban por su carácter temperamental, nunca se dio por vencido. Incluso, cuando los doctores le detectaban colesterol alto, hacia caso omiso de la dieta.
El 6 de enero, el ‘Tigre’ ingresó a la Clínica Gil por un infarto cerebral. Si bien fue operado de inmediato, sufrió otro ataque. Para los familiares la atención en aquella clínica no era la idónea, entonces lo trasladaron al hospital Luis Vernaza una semana después, pero ya era tarde. Aunque se marchó para siempre, sus atajadas quedarán vivas en la memoria del público que lo ovacionó.
Vivía para el equipo de su alma: Emelec y tuvo la dicha de vestir esa camiseta en el ‘72. Pese a que, según Carlos Cortez, -sobrino del ‘Negro’- él era un “hincha eléctrico enfermo”, primero fichó para Barcelona, el eterno rival (1959). El corazón de Hugo se volvió tan azul que incluso a pocas horas de su muerte pidió que lo enterraran con una divisa amarilla. “Él me decía que prefería que muera un barcelonista que un emelecista”, agrega Carlos, con una sonrisa nostálgica, pues era muy unido al ex ‘guardameta’.
El ‘Tigre’, como también lo apodaban por su carácter temperamental, nunca se dio por vencido. Incluso, cuando los doctores le detectaban colesterol alto, hacia caso omiso de la dieta.
El 6 de enero, el ‘Tigre’ ingresó a la Clínica Gil por un infarto cerebral. Si bien fue operado de inmediato, sufrió otro ataque. Para los familiares la atención en aquella clínica no era la idónea, entonces lo trasladaron al hospital Luis Vernaza una semana después, pero ya era tarde. Aunque se marchó para siempre, sus atajadas quedarán vivas en la memoria del público que lo ovacionó.
Fuente: El Telégrafo