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sábado, septiembre 21, 2013
"Raffo fue el mejor fichaje del siglo XX"
Publicado a las 7:33:00 p. m. por webmaster
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Editorial de Ricardo Vasconcellos R. Publicado por El Universo. Septiembre 2010.
En esta época de derroches dirigenciales en "paquetes" anunciados como cracks es imposible encontrar un jugador capaz de emular lo que produjo para el fútbol ecuatoriano, y para Emelec en particular, el querido e inolvidable 'Flaco' Carlos Raffo.
Él es parte de una especie ya extinguida de futbolistas que llegaban, debutaban al siguiente día y deslumbraban. No requerían de seis meses de "adaptación" como hoy y, por sobre todo, desde el primer partido ligaban el corazón a la camiseta que vestían y dejaban jirones de su alma en cada partido. Y eso que sus sueldos como "profesionales" no llegaban a los 300 dólares.
Raffo llegó primero a Quito con un grupo de jugadores enganchados por su compatriota Marcelo García para el arranque del profesionalismo capitalino, en 1954. Una semana después de su arribo debutó con su equipo, el Argentina, y marcó los dos goles que sirvieron para empatar con Aucas. A la siguiente jugó un amistoso con el Everest guayaquileño y otra vez hizo el par de tantos para la victoria de su equipo.
Dantón Marriott, que si de algo sabía era de fútbol, trajo el chisme a Guayaquil de que en Quito jugaba un centrodelantero muy delgado pero con una habilidad pasmosa en su zurda formidable. El 2 de mayo de 1954, en el duelo Argentina-Norteamérica, Raffo hizo cinco goles en un triunfo 6-0 y ya no quedó dudas para nadie de que se trataba de un "extraterrestre".
Emelec ya se había traído de la capital a Jorge 'Pibe' Larraz, quien estaba en Liga de Quito, y decidió tentar al Flaco. Se valió de Enrique Ponce, en aquel tiempo ministro de Defensa, quien, para no entrar en discusiones, le puso un abrigo largo y una gorra de coronel, lo embarcó en un auto ministerial y lo hizo amanecer en Guayaquil.
Él es parte de una especie ya extinguida de futbolistas que llegaban, debutaban al siguiente día y deslumbraban. No requerían de seis meses de "adaptación" como hoy y, por sobre todo, desde el primer partido ligaban el corazón a la camiseta que vestían y dejaban jirones de su alma en cada partido. Y eso que sus sueldos como "profesionales" no llegaban a los 300 dólares.
Raffo llegó primero a Quito con un grupo de jugadores enganchados por su compatriota Marcelo García para el arranque del profesionalismo capitalino, en 1954. Una semana después de su arribo debutó con su equipo, el Argentina, y marcó los dos goles que sirvieron para empatar con Aucas. A la siguiente jugó un amistoso con el Everest guayaquileño y otra vez hizo el par de tantos para la victoria de su equipo.
Dantón Marriott, que si de algo sabía era de fútbol, trajo el chisme a Guayaquil de que en Quito jugaba un centrodelantero muy delgado pero con una habilidad pasmosa en su zurda formidable. El 2 de mayo de 1954, en el duelo Argentina-Norteamérica, Raffo hizo cinco goles en un triunfo 6-0 y ya no quedó dudas para nadie de que se trataba de un "extraterrestre".
Emelec ya se había traído de la capital a Jorge 'Pibe' Larraz, quien estaba en Liga de Quito, y decidió tentar al Flaco. Se valió de Enrique Ponce, en aquel tiempo ministro de Defensa, quien, para no entrar en discusiones, le puso un abrigo largo y una gorra de coronel, lo embarcó en un auto ministerial y lo hizo amanecer en Guayaquil.
Raffo se estrenó en Emelec el 4 de septiembre de 1954 en un partido ante Valdez y el 11 de ese mes alineó contra Panamá, al que los eléctricos vencieron 4-0, con tres goles del Flaco. Fue el inicio de una carrera de goleador y de símbolo del Emelec histórico en sus dos etapas fabulosas: la del 'Ballet Azul' en la década del cincuenta, y la de 'Los Cinco Reyes Magos', en la del sesenta.
El piloto de ataque (puesto que murió asesinado por los sistemas tácticos) era de José Vicente Balseca cuando llegó Raffo, pero este debió correrse hacia el ala derecha para hacer un sitio al 'Flaco'.
El piloto de ataque (puesto que murió asesinado por los sistemas tácticos) era de José Vicente Balseca cuando llegó Raffo, pero este debió correrse hacia el ala derecha para hacer un sitio al 'Flaco'.
GOLES DE TODO TIPO
Raffo fue el segundo goleador en su primera temporada, con 15 dianas. Después encabezó las tablas de artilleros en 1955, 1956, 1957, 1959 (21 goles, un récord en los torneos de la Asoguayas), 1960 y 1961. Hizo tantos de todas las marcas: de toquecito, de volea, palomita, taquito, chilena. Y eso que era marcado por defensas centrales de gran clase o de inusitada dureza: Carlos Pibe Sánchez, Luis Patón Alvarado, Carlos Castillo, el Mariscal Honorato Gonzabay, Vicente Lecaro, el Cholo Fortunto Chalén y también por grandes del extranjero.
Raffo jugó once temporadas (ganó los títulos de Guayas de 1956, 1957 y 1962, y los nacionales de 1957 y 1961) en Emelec y solo faltó a tres partidos por un pisotón que le dio Chalén que le causó fractura de tres costillas.
Raffo fue el segundo goleador en su primera temporada, con 15 dianas. Después encabezó las tablas de artilleros en 1955, 1956, 1957, 1959 (21 goles, un récord en los torneos de la Asoguayas), 1960 y 1961. Hizo tantos de todas las marcas: de toquecito, de volea, palomita, taquito, chilena. Y eso que era marcado por defensas centrales de gran clase o de inusitada dureza: Carlos Pibe Sánchez, Luis Patón Alvarado, Carlos Castillo, el Mariscal Honorato Gonzabay, Vicente Lecaro, el Cholo Fortunto Chalén y también por grandes del extranjero.
Raffo jugó once temporadas (ganó los títulos de Guayas de 1956, 1957 y 1962, y los nacionales de 1957 y 1961) en Emelec y solo faltó a tres partidos por un pisotón que le dio Chalén que le causó fractura de tres costillas.
Defendió la divisa ecuatoriana como el más apasionado de nuestros compatriotas en la Copa América de 1959 y 1963 (fue goleador de este torneo, en Bolivia) y en las eliminatorias rumbo al Mundial de Chile 1962.
Reforzó a muchos de los clubes ecuatorianos en grandes compromisos. Fue parte de las dos delanteras más famosas de la historia emelecista: la de 1956-1957, que formaron Balseca, Daniel Pinto, Raffo, Jorge Larraz y Júpiter Miranda o Eduardo Bomba Atómica Guzmán; y la de la era Paternoster (1962-1964), de Balseca, Jorge Bolaños, Raffo, Enrique Raymondi y Roberto Pibe Ortega.
Como observador del fútbol guardo el recuerdo de dos grandes partidos de Carlos Raffo. Uno de diciembre de 1955, cuando Emelec venció 3-0 al Alianza Lima que traía a Barbadillo, Félix Castillo, Valeriano López, Vides Mosquera y Óscar Gómez Sánchez, en el que Raffo marcó dos goles. El otro, reforzando a Patria ante Municipal de Lima; junto con Enrique Raymondi destrozaron a los peruanos marcando cuatro goles de fantasía el 18 de septiembre de 1958.
Marcó el querido Flaco Raffo un tiempo glorioso que nunca olvidaremos los aficionados que, desde cualquier divisa, lo vimos dando lecciones de clase y bravura en tiempos futboleros que ya no se viven más.
Reforzó a muchos de los clubes ecuatorianos en grandes compromisos. Fue parte de las dos delanteras más famosas de la historia emelecista: la de 1956-1957, que formaron Balseca, Daniel Pinto, Raffo, Jorge Larraz y Júpiter Miranda o Eduardo Bomba Atómica Guzmán; y la de la era Paternoster (1962-1964), de Balseca, Jorge Bolaños, Raffo, Enrique Raymondi y Roberto Pibe Ortega.
Como observador del fútbol guardo el recuerdo de dos grandes partidos de Carlos Raffo. Uno de diciembre de 1955, cuando Emelec venció 3-0 al Alianza Lima que traía a Barbadillo, Félix Castillo, Valeriano López, Vides Mosquera y Óscar Gómez Sánchez, en el que Raffo marcó dos goles. El otro, reforzando a Patria ante Municipal de Lima; junto con Enrique Raymondi destrozaron a los peruanos marcando cuatro goles de fantasía el 18 de septiembre de 1958.
Marcó el querido Flaco Raffo un tiempo glorioso que nunca olvidaremos los aficionados que, desde cualquier divisa, lo vimos dando lecciones de clase y bravura en tiempos futboleros que ya no se viven más.
