martes, julio 08, 2014
La nobleza del Campeón: jugadores de Emelec visitaron a hincha muy especial
Publicado a las 7:54:00 p. m. por webmaster
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Solo sonríe. Sus dientes grandes y blancos, reflejan su alegría. A sus 15 años, Kevin Cortez se enfrenta a su más difícil partida en esta vida: un cáncer a los huesos que lo tiene postrado en una cama, con una rodilla hinchada como si fuese un melón de tamaño medio. Pero qué importa, él sonríe.
Y tiene motivos. Un día antes de asistir a una cirugía programada para extirparle ese tumor que le impide caminar, recibe una sorpresa. Dos jugadores de su equipo de fútbol favorito, Emelec, llegan a verlo.
Una pequeña torta con tres paletas con el nombre de Emelec va por delante. Es parte de unos obsequios que Fernando Gaibor y Luis Miguel Escalada, futbolistas del club, le llevan al joven aficionado. Es un regalo a un luchador contra el cáncer.
Y tiene motivos. Un día antes de asistir a una cirugía programada para extirparle ese tumor que le impide caminar, recibe una sorpresa. Dos jugadores de su equipo de fútbol favorito, Emelec, llegan a verlo.
Una pequeña torta con tres paletas con el nombre de Emelec va por delante. Es parte de unos obsequios que Fernando Gaibor y Luis Miguel Escalada, futbolistas del club, le llevan al joven aficionado. Es un regalo a un luchador contra el cáncer.
Adentro, Kevin descansa. No muestra dolor en su pierna, pero está débil. Apenas si se puede recostar. Cansado, pero no agotado de vivir. Con ganas de luchar, aunque algo temeroso por la cirugía que le practicarán para retirarle el tumor. Una operación necesaria, pues el osteosarcoma (cáncer a los huesos) está muy desarrollado.
Él no esperaba esa visita. Betsy Pérez, una pequeña compañera del albergue Dr. Antonio López Bermejo, que ayuda con hospedaje a familias que tienen hijos con cáncer, se anticipa. "Esos, umm... esos son jugadores de barcelona, creo", dice mientras juega en una camioneta. "No, no, esos son de Emelec", le corrige alguien.
Sin tantos preámbulos, ellos entran a la villa que sirve como albergue. Kevin duerme. Una señora con las arrugas que la vida le ha obsequiado en su extensa labor de madre, lo levanta. "Kevin, Kevin, mira la sorpresa que te hemos traído". Ante la voz de Isidra Gómez, su progenitora, él despierta.
Ya dentro de la casa están los jugadores. Sus rostros se tornan algo tristes. Pero Kevin, al despertar, los recibe con una sonrisa. Está sorprendido. Entonces se arma una fiesta en la pequeña sala de la casa donde 10 niños con cáncer pasan sus días, junto a sus padres, a la espera de atención médica.
Una gorra azul, con el sello de Emelec, esconde las huellas de la quimioterapia en Kevin.
Gaibor y Escalada se le acercan. Intentan entablar un diálogo, pero el agasajado es un poco tímido. "¿Te gustó el partido de ayer (del domingo)? ¿Contentos porque ganamos?", le decía en voz baja el volante emelecista Fernando Gaibor.
Kevin solo contestaba con unos tímidos "sí". Y con la sonrisa siempre presente. Sobre el rostro de la cuñada del joven (esposa de su hermano) rodaban unas lágrimas. Ella conoce muy bien la enfermedad que lo afecta. "Un día se cortó la rodilla mientras jugaba... eso fue todo, una simple cortadura".
Ella se refiere a la lesión que, por casualidad, permitió que a Kevin se le descubriera la neoplasia que hoy lo aqueja.
Escalada, con cuidado, se sienta junto a Kevin. Las fotos de rigor. Los aplausos. Y un regalo para el chico: un bolso del club, del cual sacan la camiseta oficial del equipo. Lo ayudan a levantarse y se la colocan.
Él no esperaba esa visita. Betsy Pérez, una pequeña compañera del albergue Dr. Antonio López Bermejo, que ayuda con hospedaje a familias que tienen hijos con cáncer, se anticipa. "Esos, umm... esos son jugadores de barcelona, creo", dice mientras juega en una camioneta. "No, no, esos son de Emelec", le corrige alguien.
Sin tantos preámbulos, ellos entran a la villa que sirve como albergue. Kevin duerme. Una señora con las arrugas que la vida le ha obsequiado en su extensa labor de madre, lo levanta. "Kevin, Kevin, mira la sorpresa que te hemos traído". Ante la voz de Isidra Gómez, su progenitora, él despierta.
Ya dentro de la casa están los jugadores. Sus rostros se tornan algo tristes. Pero Kevin, al despertar, los recibe con una sonrisa. Está sorprendido. Entonces se arma una fiesta en la pequeña sala de la casa donde 10 niños con cáncer pasan sus días, junto a sus padres, a la espera de atención médica.
Una gorra azul, con el sello de Emelec, esconde las huellas de la quimioterapia en Kevin.
Gaibor y Escalada se le acercan. Intentan entablar un diálogo, pero el agasajado es un poco tímido. "¿Te gustó el partido de ayer (del domingo)? ¿Contentos porque ganamos?", le decía en voz baja el volante emelecista Fernando Gaibor.
Kevin solo contestaba con unos tímidos "sí". Y con la sonrisa siempre presente. Sobre el rostro de la cuñada del joven (esposa de su hermano) rodaban unas lágrimas. Ella conoce muy bien la enfermedad que lo afecta. "Un día se cortó la rodilla mientras jugaba... eso fue todo, una simple cortadura".
Ella se refiere a la lesión que, por casualidad, permitió que a Kevin se le descubriera la neoplasia que hoy lo aqueja.
Escalada, con cuidado, se sienta junto a Kevin. Las fotos de rigor. Los aplausos. Y un regalo para el chico: un bolso del club, del cual sacan la camiseta oficial del equipo. Lo ayudan a levantarse y se la colocan.
Kevin, quien además tiene una hermana discapacitada, les dice que solo quiere ver campeón a su equipo. ¡Que ganen!
No les pide mucho. Solo que ganen. Porque él tiene su propio partido contra el cáncer. ¡Y está seguro que ganará!
No les pide mucho. Solo que ganen. Porque él tiene su propio partido contra el cáncer. ¡Y está seguro que ganará!
#Suenocumplido #Guerreroazul Kevin recibió la visita de @FerGaibor @escalada_luis Gracias @turconasib @CSEmelec pic.twitter.com/SNEbTpuQHm
— Peggy Artieda (@peggycultura) July 7, 2014
No es primera vez que los jugadores hacen este tipo de labores, ellos siempre se prestan para estas buenas causas.
Fuente: Expreso. Fotos cortesía de @peggycultura