domingo, agosto 24, 2014
"Trabajo hoy por mi futuro"
Publicado a las 4:42:00 p. m. por webmaster
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Por Joel Steven Quintero Nazareno, 15 años. Jugador de Emelec y capitán de la Selección de Fútbol sub-16 del Ecuador. Publicado por El Universo.
Comencé a jugar fútbol a los 4 años. Desde chiquito mi papito, Jorge Quintero, me incentivó a jugar el fútbol porque él también jugaba. Y mi hermano mayor siempre me decía: Steven, vamos a la cancha, vamos a jugar. Aunque yo no quisiera, él siempre me iba arrastrando. Si alguna vez le dije Josua, yo estoy cansado, por favor déjame tranquilo; él me decía vamos, vamos.
Y tuve la oportunidad de jugar en la escuela del profesor Ermen Benítez, en la Federación Nacional de Deportes.
Yo juego en la sub-16 de Emelec, y cuando son las convocatorias de la selección el club nos da permiso.
Por el fútbol he recorrido casi todo el Ecuador y con la selección he podido viajar a Bolivia, Perú, Chile y México, de donde recientemente llegamos campeones. La mayoría de mis vecinos, en el Guasmo, me han felicitado por llegar con el trofeo.
Para integrar la Selección Nacional sub-16, dirigida por el profesor Javier Rodríguez, hubo varias preselecciones. La primera fue aquí en Guayaquil, en Fedenador. Comenzamos a hacer pruebas y más pruebas: físicas, de táctica, de disciplina, de comportamiento también fuera de la cancha. Ya faltando como un mes para el campeonato que íbamos a jugar en Bolivia –el Sudamericano Sub 15– me escogieron, y desde entonces estamos siguiendo un proceso.
Y tuve la oportunidad de jugar en la escuela del profesor Ermen Benítez, en la Federación Nacional de Deportes.
Yo juego en la sub-16 de Emelec, y cuando son las convocatorias de la selección el club nos da permiso.
Por el fútbol he recorrido casi todo el Ecuador y con la selección he podido viajar a Bolivia, Perú, Chile y México, de donde recientemente llegamos campeones. La mayoría de mis vecinos, en el Guasmo, me han felicitado por llegar con el trofeo.
Para integrar la Selección Nacional sub-16, dirigida por el profesor Javier Rodríguez, hubo varias preselecciones. La primera fue aquí en Guayaquil, en Fedenador. Comenzamos a hacer pruebas y más pruebas: físicas, de táctica, de disciplina, de comportamiento también fuera de la cancha. Ya faltando como un mes para el campeonato que íbamos a jugar en Bolivia –el Sudamericano Sub 15– me escogieron, y desde entonces estamos siguiendo un proceso.
Participamos en los juegos Odesur, en Chile, y trajimos medalla de bronce. En la 3ª edición de la Copa México de Naciones sub-16 logramos ser campeones invictos. Viajamos: Patricio Morocho, Renny Jaramillo, Jhoel Montaño, Pervis Estupiñán, Joao Montaño, Jhoner Montezuma, Gabriel Cevallos, Byron Castillo, Bryan Corozo, Víctor Narváez, Fabiano Tello, Édgar Vivero, Gian Carlo Terreros, Bryan Tana, Ronaldo Villa, Andy Casquete, Juan Nazareno, Jhon Pereira, Jean Carlos Peña, Francisco Obando y yo, además del equipo técnico.
Los técnicos nos habían observado en los partidos que jugamos los fines de semana y luego nos convocaron mediante una carta enviada a nuestros clubes, con el nombre de los chicos que querían que vayan a la preselección. Las pruebas las comenzamos en julio del año pasado; en Guayaquil se presentaron unos 40 jugadores. Luego los preseleccionados fuimos a Quito a juntamos con otros preseleccionados; éramos unos 50 jugadores.
Son muy grandes las responsabilidades que tenemos todos nosotros, no solo el capitán del equipo: representar al país, a nuestras familias, nuestro barrio; esa responsabilidad siempre la llevamos en la mente.
Estudio en el colegio Dr. García Moreno, en el Guasmo, en primer año de bachillerato. Tengo clases de 07:00 a 13:30, llego a la casa para bañarme y almorzar y salgo a las 14:30 para entrenar, de lunes a viernes, en el polideportivo Los Samanes, desde la 16:00 hasta las 18:30. Regreso a casa a las 20:00 a hacer deberes. Y los fines de semana a veces nos tocan partidos los sábados; otras veces viajamos el viernes si el partido es en una provincia que queda lejos. Los domingos me pongo al día en los deberes.
Me podrían decir que no tengo mucho tiempo para divertirme, pero yo creo que el trabajo de hoy es el futuro del mañana. Si me esfuerzo ahorita, voy a ver la recompensa en el futuro.
Con mi hermano mayor, Josua, jugamos con mis dos hermanos chiquitos que también quieren ser futbolistas, les enseñamos técnica; salimos al CAMI y jugamos entre nosotros. Siempre me ha gustado el fútbol, es mi pasión desde muy chiquito; es un juego para divertirse con responsabilidad. El fútbol también da la posibilidad de ayudar a la familia, tener una buena economía y dejar en grande tu apellido. Si Dios lo permite, quiero llegar a ser un gran futbolista y también abogado, porque no se puede esperar vivir solo del fútbol como profesión.
Tanto mi papi como mi mami me han influenciado mucho porque siempre me dan consejos; primeramente me dicen que busque a Dios, que con él todo es posible. Si me ven medio travieso o molestoso, me dicen Steven estate tranquilo, concéntrate en el fútbol, en lo que quieres ser, porque tú tienes claro lo que quieres llegar a ser.
Mis expectativas serían, con la ayuda de Dios, llegar a primera división de Emelec a los 17 años, consolidarme como jugador titular, a los 18 o 19 años salir a un equipo grande de Europa y jugar con la Selección de Ecuador para dejar en grande el nombre del país, quedando campeón de una copa mundial.
Los técnicos nos habían observado en los partidos que jugamos los fines de semana y luego nos convocaron mediante una carta enviada a nuestros clubes, con el nombre de los chicos que querían que vayan a la preselección. Las pruebas las comenzamos en julio del año pasado; en Guayaquil se presentaron unos 40 jugadores. Luego los preseleccionados fuimos a Quito a juntamos con otros preseleccionados; éramos unos 50 jugadores.
Son muy grandes las responsabilidades que tenemos todos nosotros, no solo el capitán del equipo: representar al país, a nuestras familias, nuestro barrio; esa responsabilidad siempre la llevamos en la mente.
Estudio en el colegio Dr. García Moreno, en el Guasmo, en primer año de bachillerato. Tengo clases de 07:00 a 13:30, llego a la casa para bañarme y almorzar y salgo a las 14:30 para entrenar, de lunes a viernes, en el polideportivo Los Samanes, desde la 16:00 hasta las 18:30. Regreso a casa a las 20:00 a hacer deberes. Y los fines de semana a veces nos tocan partidos los sábados; otras veces viajamos el viernes si el partido es en una provincia que queda lejos. Los domingos me pongo al día en los deberes.
Me podrían decir que no tengo mucho tiempo para divertirme, pero yo creo que el trabajo de hoy es el futuro del mañana. Si me esfuerzo ahorita, voy a ver la recompensa en el futuro.
Con mi hermano mayor, Josua, jugamos con mis dos hermanos chiquitos que también quieren ser futbolistas, les enseñamos técnica; salimos al CAMI y jugamos entre nosotros. Siempre me ha gustado el fútbol, es mi pasión desde muy chiquito; es un juego para divertirse con responsabilidad. El fútbol también da la posibilidad de ayudar a la familia, tener una buena economía y dejar en grande tu apellido. Si Dios lo permite, quiero llegar a ser un gran futbolista y también abogado, porque no se puede esperar vivir solo del fútbol como profesión.
Tanto mi papi como mi mami me han influenciado mucho porque siempre me dan consejos; primeramente me dicen que busque a Dios, que con él todo es posible. Si me ven medio travieso o molestoso, me dicen Steven estate tranquilo, concéntrate en el fútbol, en lo que quieres ser, porque tú tienes claro lo que quieres llegar a ser.
Mis expectativas serían, con la ayuda de Dios, llegar a primera división de Emelec a los 17 años, consolidarme como jugador titular, a los 18 o 19 años salir a un equipo grande de Europa y jugar con la Selección de Ecuador para dejar en grande el nombre del país, quedando campeón de una copa mundial.