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sábado, febrero 21, 2015
Los comerciantes, principales damnificados por la mudanza azul [VIDEO]
Publicado a las 10:35:00 a. m. por webmaster
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El grito ferviente de la hinchada azul se apagó en el histórico estadio George Capwell, en especial aquel "¡Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Emelec!", de su apasionada barra, La Boca del Pozo, la cual vibró el 21 de diciembre del 2014, cuando el equipo azul alcanzó su estrella 12, ante su tradicional rival barcelona, y a la vez el tercer bicampeonato de su historia.
Ya estamos en febrero del 2015. La tribuna San Martín ha desaparecido. Una excavadora retira escombros de lo que era una platea. El estadio, que abarca el cuadrante de av. Quito, General Gómez, Pío Montúfar y San Martín, es remodelado para dar capacidad a 40.000 personas.
Ya estamos en febrero del 2015. La tribuna San Martín ha desaparecido. Una excavadora retira escombros de lo que era una platea. El estadio, que abarca el cuadrante de av. Quito, General Gómez, Pío Montúfar y San Martín, es remodelado para dar capacidad a 40.000 personas.
Por eso, el cántico “Eres la vida, eres la pasión / daría la vida por verte campeón”, retumbó el 7 de febrero pasado en Milagro, cuando el 'Bombillo' se impuso a Mushuc Runa en Los Chirijos, estadio provisional para sus partidos de local.
En los alrededores del Capwell, que data de 1945, el comercio decayó con la mudanza azul. “Ha disminuido en un 40%”, dice Jeanine Montalvo, dueña de una tienda en San Martín y Juan Pío Montúfar, quien cuenta que en bebidas vendía entre $250 y $350.
Hoy enseña unos pocos centavos que suman menos de $2. “Era un movimiento diario y continuo”, comenta la mujer, que paga $160 al mes por el alquiler de su casa y tienda.
En los alrededores del Capwell, que data de 1945, el comercio decayó con la mudanza azul. “Ha disminuido en un 40%”, dice Jeanine Montalvo, dueña de una tienda en San Martín y Juan Pío Montúfar, quien cuenta que en bebidas vendía entre $250 y $350.
Hoy enseña unos pocos centavos que suman menos de $2. “Era un movimiento diario y continuo”, comenta la mujer, que paga $160 al mes por el alquiler de su casa y tienda.
En la acera de la av. Quito y General Gómez ya no se exhiben las camisetas del equipo 'eléctrico'. En un local, seis blusas y dos maniquíes posan con la indumentaria azul tratando de atraer a los pocos transeúntes. Carolina Mera, dependiente del negocio, se distrae con el teléfono celular ante el panorama desolado y menciona que más de cinco vendedores tendían las camisetas para vender. Han desaparecido, según ella.
Cuenta que los domingos que jugaban los azules vendía en promedio 30 camisetas. El sábado que jugó Emelec en Milagro vendió apenas 5.
El 27 de enero, en la denominada Explosión Azul, Emelec se despidió de su hinchada luego de enfrentar al Universitario de Deportes, de Perú. Ese día, Mera logró vender 10 atuendos, su última mejor venta. “Tocará salir a vender a otra parte o en Milagro”, se atreve a decir.
Cuenta que los domingos que jugaban los azules vendía en promedio 30 camisetas. El sábado que jugó Emelec en Milagro vendió apenas 5.
El 27 de enero, en la denominada Explosión Azul, Emelec se despidió de su hinchada luego de enfrentar al Universitario de Deportes, de Perú. Ese día, Mera logró vender 10 atuendos, su última mejor venta. “Tocará salir a vender a otra parte o en Milagro”, se atreve a decir.
La venta informal de comida no faltaba en los días de partido. Jackeline Suárez, quien vive en la General Gómez, vendía más de 30 platos de seco de gallina en los días de partido. “Ahora ni siquiera abrimos ese día (los domingos)”, lamenta la mujer.
Otros vendedores de comida buscan que sus clientes sean los obreros que lleguen al Capwell a construir la nueva tribuna. Por ahora, no hay mayor movimiento en la obra de remodelación del estadio, a más de la labor de la excavadora que retira escombros de lo que fue la tribuna San Martín.
Otros vendedores de comida buscan que sus clientes sean los obreros que lleguen al Capwell a construir la nueva tribuna. Por ahora, no hay mayor movimiento en la obra de remodelación del estadio, a más de la labor de la excavadora que retira escombros de lo que fue la tribuna San Martín.
