martes, septiembre 06, 2016
"El "Pibe" Bolaños creó la idolatría de Emelec"
Publicado a las 11:05:00 a. m. por webmaster
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Editorial de César Burgos Flor. Publicada por El Telégrafo
El petiso creaba jugadas desde la media cancha, quería gambetear a todo el equipo rival, sus piernas arqueadas le servían para esconder la pelota, era difícil quitársela. Ponía pases precisos para que otros convirtieran los goles y también los anotaba, muy hermosos.
Hábil, veloz, decía que tenía la garra del futbolista guayaquileño, no se achicaba ante nadie, siempre iba para adelante sorteando bosques de piernas, que muchas veces lo detenían con faltas por demás rudas. Admirador del fútbol argentino, parecía argentino cuando gambeteaba, uno de sus defectos fue ser ‘comebola’.
Lo vi por primera vez en el equipo juvenil Sagrario en la Liga Deportiva Juan Díaz Salem, cuyas canchas estaban ubicadas en las calles guayaquileñas Venezuela y Guaranda. Todos los ‘pibes’ querían ser como Bolaños, iban los domingos a gozar de las gambetas, los pases matemáticos y los goles de Jorge. Era la atracción de esa verdadera fiesta de novatos.
Hábil, veloz, decía que tenía la garra del futbolista guayaquileño, no se achicaba ante nadie, siempre iba para adelante sorteando bosques de piernas, que muchas veces lo detenían con faltas por demás rudas. Admirador del fútbol argentino, parecía argentino cuando gambeteaba, uno de sus defectos fue ser ‘comebola’.
Lo vi por primera vez en el equipo juvenil Sagrario en la Liga Deportiva Juan Díaz Salem, cuyas canchas estaban ubicadas en las calles guayaquileñas Venezuela y Guaranda. Todos los ‘pibes’ querían ser como Bolaños, iban los domingos a gozar de las gambetas, los pases matemáticos y los goles de Jorge. Era la atracción de esa verdadera fiesta de novatos.
Pasó a los juveniles de Emelec, no tardó en jugar en primera división, llegaba a entrenar al estadio Capwell en una bicicleta que dejaba encargada en una tienda de la esquina de las calles Quito y San Martín. Recuerdo aquella inolvidable delantera de los llamados ‘Cinco Reyes Magos’: Balseca, Bolaños, Raffo, Raymondi y el argentino Ortega. Después se entendió a las mil maravillas con Bolívar Merizalde, los dos petisos eran burlones con la pelota, llegaban hasta la raya del arco con pases cortitos y quiebres indescifrables para los defensas. Mía y tuya, tuya y mía… gol del ‘Filtrador’ Bolívar Merizalde.
Creó la idolatría de Emelec. El entrenador argentino Fernando Pasternoster manifestaba que con once jugadores como Bolaños hacía a cualquier equipo campeón del mundo. Le manifestaba antes de los partidos: “’Pibe’, juegue como usted sabe. Los demás lo siguen, imponga el ritmo”. Pasó a los juveniles del River Plate de Argentina, pero regresó porque quería actuar en primera. De buena actuación en la selección de Ecuador que concurrió en 1963 a la Copa América de La Paz y después a las eliminatorias mundialistas.
Los fanáticos de Emelec siempre lo recordarán por el gol imposible que convirtió a la selección de Paraguay, en un partido amistoso en el estadio Modelo Guayaquil,con el que los ‘eléctricos’ ganaron 2 a 1 el 31 de marzo de 1965: “Bolaños se adornaba en un terreno chiquito, en esa que parecía su pequeña hacienda, en donde dominaba rivales con la maestría de su fútbol. De repente salió la pelota impulsada por la izquierda del número 8 y allá, en el rincón opuesto al arquero Galarza, como de emboquillada, lenta, pero seguramente entraba la estocada final, el puntillazo que le ponía galería de escándalo al espectáculo. La gente, movida por el impulso y el impacto, saltó de sus asientos”, escribió el cronista Ricardo Chacón García en el diario El Universo.
Así era el ‘Pibe de Oro’: triunfador, gambeteador, apasionado; dejaba todas sus energías en la cancha.
Creó la idolatría de Emelec. El entrenador argentino Fernando Pasternoster manifestaba que con once jugadores como Bolaños hacía a cualquier equipo campeón del mundo. Le manifestaba antes de los partidos: “’Pibe’, juegue como usted sabe. Los demás lo siguen, imponga el ritmo”. Pasó a los juveniles del River Plate de Argentina, pero regresó porque quería actuar en primera. De buena actuación en la selección de Ecuador que concurrió en 1963 a la Copa América de La Paz y después a las eliminatorias mundialistas.
Los fanáticos de Emelec siempre lo recordarán por el gol imposible que convirtió a la selección de Paraguay, en un partido amistoso en el estadio Modelo Guayaquil,con el que los ‘eléctricos’ ganaron 2 a 1 el 31 de marzo de 1965: “Bolaños se adornaba en un terreno chiquito, en esa que parecía su pequeña hacienda, en donde dominaba rivales con la maestría de su fútbol. De repente salió la pelota impulsada por la izquierda del número 8 y allá, en el rincón opuesto al arquero Galarza, como de emboquillada, lenta, pero seguramente entraba la estocada final, el puntillazo que le ponía galería de escándalo al espectáculo. La gente, movida por el impulso y el impacto, saltó de sus asientos”, escribió el cronista Ricardo Chacón García en el diario El Universo.
Así era el ‘Pibe de Oro’: triunfador, gambeteador, apasionado; dejaba todas sus energías en la cancha.