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miércoles, marzo 27, 2013

Cuando robarse el nombre de otro equipo no es suficiente…

Publicado a las 7:29:00 p. m. por webmaster

Ya lo hemos demostrado hasta el cansancio: si hay un equipo carente de originalidad, de cerebro para crear algo propio, ese es barcecopia. Su nombre, el de su estadio, su escudo, sus colores, la camiseta, las formas de celebrar de sus jugadores, las protestas de su hinchada novelera… toda su existencia es un completo robo.

Parece demasiado. Pero para un equipo totalmente acostumbrado a vivir del ‘choreo’, como es barcecopia, esto no es suficiente. Siempre se puede robar algo mas.

Y si ya se robaron el nombre de un equipo grande –creyendo inútilmente que con eso lograrían robar algo de su grandeza–, ¿por qué no robarse también su uniforme completo?

Así es, barcecopia no se conformó con su plagio inicial, y rompió las barreras de su propia sinvergüencería: recordó un uniforme alterno que el verdadero Barça utilizó hace algunos años… ¡y lo robó, sin más ni más!

A nadie debió sorprenderle cuando los jugadores de la basura saltaron a la cancha vistiendo un uniforme que, a pesar de los leves cambios respecto al original, es un plagio más que evidente. Esto puede constatarse con solo ver fotos de ambos equipos vistiendo dicho uniforme: el equipo de las estrellas vistiendo el uniforme original, y el equipo de los estrellados usando la falsificación:


Y si eso no es suficiente, podemos tomar como referencia a un jugador de cada equipo para que la comparación sea más clara. Podríamos elegir, por ejemplo, al 10 de ambos equipos, pero no queremos que Messi nos demande por compararlo con un sujeto como Damián Díaz, un jugador/persona infinitamente inferior.


Para que la comparación sea más precisa, elegiremos a dos jugadores con características similares. Hablamos de Ronaldinho, quien alguna vez fue un gran jugador; y de Michael Arroyo, quien nunca ha sido nada, y nunca lo será. Ambos son horrorosos, laguneros y adictos, así que la comparación es levemente menos absurda. Mírenlos usando casi el mismo uniforme:


Definitivamente, las barcelocas tienen menos vergüenza que plata, y menos originalidad que sentido del honor. ¿Por qué siguen auto-denominándose “ídolos”, si se empeñan en vivir a la sombra de otros equipos?



Comunidad azul



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