viernes, julio 26, 2013
Barcecopia, vergüenza nacional. Y no es la primera vez…
Publicado a las 7:20:00 p. m. por webmaster
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Las ridiculeces a las que barcecopia nos ha tenido acostumbrados a los ecuatorianos ya no sorprenden a nadie. Robarse el nombre y el escudo de un equipo grande de España, bordar estrellas en la camiseta para celebrar sus fracasos coperos, recurrir a shamanes y brujos para "limpiar la sal" de su equipo y su estadio, tener hinchas que gritan goles de otros equipos (llegando al extremo de aparecerse en el Olímpico Atahualpa para apoyar al Deportivo Quito, o hasta en Japón, para apoyar a ligay), consagrarse a un cuadro de la virgen María para que los "guíe" a la victoria, gastar 10 millones de dólares para fracasar miserablemente, ofrecerle sus jugadores a ligay para que juegue el mundial de clubes, tener un presidente que maneje al club "a control remoto" desde España, tener a otro presidente que afirmó, con todas las letras, que "vendió hasta la nalga" para pagar deudas; contratar a ladrones conocidos (Barijho), drogadictos (Arroyo) y gays escandalosos (Noir) como jugadores, pedir limosna en el estadio para comprar el pase de un jugador ('una sota para Soto'), pedir limosna en TV nacional ('Barceton') para pagar el agua y la luz, tener un estadio subutilizado (la asistencia de sus hinchas casi nunca pasa del 30% de la capacidad total), que para colmo fue inaugurado por su archirrival (¡claro que Emelec, pues!), gastar plata en ponerle su escudo y colores a un avión... ¡que terminó accidentado!... La lista continúa, y está repleta de cosas como esta, o peores.
Tantos años de idioteces amarillas, una tras otra, han logrado que los ecuatorianos terminemos por acostumbrarnos. Sin embargo, hay todo un mundo ahí afuera que aún no se ha reído de barcecopia y su infinita capacidad de hacer papelones. O al menos, así era hasta la semana pasada.
Solo bastó que DirecTV organice un torneo futbolístico de medio pelo, con equipos de varios países que solo tienen en común su urgente necesidad de plata, para que la ridiculez y la falta de originalidad de barcecopia traspase las fronteras nacionales, y cause asombro -y burla- en equipos, hinchas y medios de comunicación de otros países, que no pueden creer que haya un club en el mundo que sea capaz de copiar el nombre y el escudo de otro con tanto descaro.
Por el hecho de no estar acostumbrada a este tipo de cosas, la gente del sitio web del Sevilla, club que también participa del intrascendente torneo antes mencionado, no hizo ningún esfuerzo en ocultar o disimular lo que pensaba sobre barcecopia, y utilizó las expresiones adecuadas, sin sutilezas ni eufemismos: habló de "copia" y "plagio", en referencia al nombre y escudo de barcecopia, descaradamente robados al Barça catalán.
Tantos años de idioteces amarillas, una tras otra, han logrado que los ecuatorianos terminemos por acostumbrarnos. Sin embargo, hay todo un mundo ahí afuera que aún no se ha reído de barcecopia y su infinita capacidad de hacer papelones. O al menos, así era hasta la semana pasada.
Solo bastó que DirecTV organice un torneo futbolístico de medio pelo, con equipos de varios países que solo tienen en común su urgente necesidad de plata, para que la ridiculez y la falta de originalidad de barcecopia traspase las fronteras nacionales, y cause asombro -y burla- en equipos, hinchas y medios de comunicación de otros países, que no pueden creer que haya un club en el mundo que sea capaz de copiar el nombre y el escudo de otro con tanto descaro.
Por el hecho de no estar acostumbrada a este tipo de cosas, la gente del sitio web del Sevilla, club que también participa del intrascendente torneo antes mencionado, no hizo ningún esfuerzo en ocultar o disimular lo que pensaba sobre barcecopia, y utilizó las expresiones adecuadas, sin sutilezas ni eufemismos: habló de "copia" y "plagio", en referencia al nombre y escudo de barcecopia, descaradamente robados al Barça catalán.
Si la prensa ecuatoriana no estuviera tan entregada a la causa de mantener vivo el mito de la supuesta grandeza de farselona, leeríamos verdades como esta con más frecuencia en nuestro país. Y aunque los chillidos en Twitter de los noveleros amarillos, liderados por las ñañas Boboa, lograron que el Sevilla se retracte y cambie una verdad fulminante por una -muy mal redactada- lamida de botas, hubo tiempo suficiente para que la patraña de barcecopia sea expuesta mundialmente, poniendo en vergüenza al Ecuador. Otra vez.
Si, otra vez. Porque esta no fue la primera vez (y seguramente tampoco será la última) que barcecopia arrastra por los suelos el poco prestigio futbolístico que Ecuador ha logrado acumular en los últimos años. No me digan que no recuerdan cuando barcecopia fue invitado a jugar un amistoso en Brasil contra Vasco da Gama, organizado con motivo de la despedida de Edmundo, jugador insigne del club anfitrión. Antes de viajar, los noveleros amarillos no dejaron pasar la oportunidad de presumir por haber sido invitados, de volver a autoproclamarse "grandes" y "conocidos en todo el universo y sus alrededores", de 'advertir' que tenían un equipazo suficiente para ganar y golear, etc. Tanto escándalo para terminar así:
Si, otra vez. Porque esta no fue la primera vez (y seguramente tampoco será la última) que barcecopia arrastra por los suelos el poco prestigio futbolístico que Ecuador ha logrado acumular en los últimos años. No me digan que no recuerdan cuando barcecopia fue invitado a jugar un amistoso en Brasil contra Vasco da Gama, organizado con motivo de la despedida de Edmundo, jugador insigne del club anfitrión. Antes de viajar, los noveleros amarillos no dejaron pasar la oportunidad de presumir por haber sido invitados, de volver a autoproclamarse "grandes" y "conocidos en todo el universo y sus alrededores", de 'advertir' que tenían un equipazo suficiente para ganar y golear, etc. Tanto escándalo para terminar así:
Y como siempre, el nombre de barcecopia quedó inmisericordemente revolcado en mierda. Y se lo merece. Por desgracia, el nombre de nuestro país también se vio afectado por culpa de ese equipucho, cuyo robo al nombre de otro club obliga a que los medios de comunicación del mundo le agreguen las palabras "de Ecuador", para aclarar que no se trata del verdadero Barcelona, el de Messi y Neymar, sino de una imitación barata y sin clase. De un equipo "copión" y "plagiario", que no desaprovecha la oportunidad de ser una vergüenza "de exportación", de Ecuador para el mundo.